Lunes 29 de abril 2024

Alumnos del Colegio 9 de Julio piden una ley que ampare a los chicos con dislexia

Redacción 05/08/2015 - 04.18.hs
La dislexia es un trastorno en el aprendizaje y afecta a un 15% de los chicos en edad escolar. Dos alumnos del colegio 9 de Julio de Santa Rosa piden por una Ley provincial que ampare a quienes la padecen.
Albert Einstein, Charles Darwin e Isaac Newton. Beethoven, Mozart, John Lennon, Noel Gallagher o Mica. Bill Gates y Steve Jobs. También Walt Disney, Johnny Depp, Edgar Allan Poe o Magic Johnson. Los nombres son muchísimos y no importa la época o la actividad, todos se hicieron famosos y todos tuvieron algo en común: la dislexia.
El trastorno se presenta desde temprano y es uno de los grandes motivos del fracaso escolar, sobre todo por el desconocimiento que se tiene en el ámbito educativo y la sociedad en general. Se trata de la dificultad para la escritura y la lectura y lleva, en gran parte de los casos, a que se califique de "vago, lento, distraído" al alumno que escribe con letras espejo y se saltea renglones, palabras, sílabas o números, entre otras características negativas durante el aprendizaje.
"La dislexia no te dificulta tu vida habitual, solo genera problemas en la educación porque de hecho la capacidad intelectual de los disléxicos es normal. El inconveniente se presenta específicamente en la lectura y la escritura, y por eso mismo es una de las principales causas del fracaso escolar. A raíz de esto es que trabajamos en un proyecto para una atención específica del sistema educativo", explicó Tobías, quien junto a Rocío elaboraron "Campaña por una Ley Provincial de dislexia", el proyecto que resultó ganador en el programa para colegios secundarios de La Pampa, "Aprender a gobernar".
Rocío y Tobías cursan el quinto año del colegio 9 de Julio de Santa Rosa y en este mes de agosto esperan recibir los 17 mil pesos de premio del concurso para poner en práctica su campaña de difusión y concientización sobre ese trastorno.
"El año pasado vino al colegio a dar una charla Iñaki Muñoz Salas, presidente de Dislexia y Familia (Disfam) de España. Él es disléxico, y nos contó su experiencia, el tratamiento que realizó y cómo después pudo ir a la Universidad y estar al frente de una empresa. De ahí surgió la idea para el programa 'Aprender a gobernar'. Presentamos el proyecto pero apuntábamos a una Ley nacional, porque nuestro país no la tiene. Este año decidimos restringirla a nuestra provincia para después sí ampliarla hacia otros lugares, y por suerte pudimos ganar", recordó Rocío.
En ciertas ocasiones, tanto padres como docentes, tardan en detectar la dislexia y califican al niño de vago, lento o distraído, algo que también deriva en que pa-dezcan el conocido bullying (acoso escolar) de parte de sus compañeros. Sin em-bargo, se ha demostrado que las personas disléxicas poseen grandes habilidades en otras áreas como las matemáticas, las finanzas, la física, el arte y otras disciplinas creativas.
"Encontramos muchos casos en los que los docentes pensaban que los chicos no estaban dispuestos a aprender. Son alumnos que preguntan mucho, cuando les dictan se atrasan y preguntan cinco veces lo mismo, hacen lectura con errores, salteo de renglones, trabas, dificultad para conectar las letras. ésas son las características que después trasladan al secundario, donde tienen muchos errores, letra ilegible y dificultades de lectura, por eso se apunta a un diagnóstico temprano para detectarlo en la escuela primaria. Cuanto antes, mejor", dijo Tobías.
"Es complicado porque quien padece dislexia pone todo su esfuerzo y después desaprueba. Por eso es importante que, tal como sucede en muchos países, haya una Ley que los proteja y los ampare al tiempo que capacite a los docentes para que estén preparados ante estos casos", detallaron los autores del proyecto.
Desde hace un tiempo en Santa Rosa se formó 'Padres por la Inclusión', una ONG que trabaja con la dislexia y otros trastornos en niños.
"Nosotros sabemos del trabajo que hacen ellos y por eso tener una ley sería un empujón clave para esa tarea. Una vez que nos entreguen la plata del concurso ya estamos listos para salir a hacer campañas porque ayudar es algo que nos incentiva y nos estimula; creo que ese fue el principal envión del premio", indicó Rocío.
Los chicos, junto a la docente coordinadora Vanesa Pinardi Legaz, elaboraron un presupuesto con las acciones a desarrollar: 3.900 pesos para la confección e impresión de folletos, 4.800 para cartelería, 120 para cada remera estampada, 5.000 para gastos de funcionamiento y 2.600 pesos para afrontar las charlas de capacitación.
"Lo primero que queremos hacer es difundir la patología porque se conoce muy poco sobre el tema. Las causas de la dislexia son múltiples y dependen de cada uno. Generalmente están asociadas a cuestiones hereditarias, trastornos madurativos, problemas vinculares en el seno familiar o falta de autonomía del niño; entre otras. Si además a eso se suma la presión para que 'se ponga las pilas' y estudie, se afecta la autoestima, entonces el fracaso escolar aparece como una chance cierta", resaltó Tobías, que al igual que Rocío está involucrado en una causa que necesita comprensión, tratamiento adecuado, información y entender que también se puede aprender de una manera diferente.
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