Jueves 18 de abril 2024

De Swinnen a Mac Allister

Redacción 31/01/2023 - 10.17.hs

La emblemática "Quinta de Swinnen" fue vendida por la familia a un fideicomiso que integran los hermanos Mac Allister. El campeón del mundo, jugador del Brighton de Inglaterra e integrante de la selección argentina, Alexis Mac Allister, integra el grupo que adquirió lo que ha sido toda una referencia en la zona.

 

Vale destacar que por años, cuando se pretendía indicar algo -en el camino entre Santa Rosa y Toay-- se hablaba "de la quinta de Swinnen". Más allá o más acá de la propiedad que albergó por muchos años a la familia del arquitecto que -aunque nacido en Bélgica- un día llegó a La Pampa para trabajar y se enamoró de nuestra tierra y nuestra gente y se quedó para siempre.

 

Santiago Eduardo Swinnen fue un vecino destacado de nuestra provincia y distintas obras llevan su impronta, como por ejemplo el frente de la Catedral santarroseña. El profesional había llegado a nuestro país cuando solamente tenía tres años, porque su padre que era director de Algodonera Flandria, vino a hacerse cargo de la empresa textil radicada en Jáuregui.

 

El matrimonio Swinnen que vino desde Bélgica a Jáuregui, cuando finalizó la Segunda Guerra Mundial regresó por algún tiempo a su país, pero finalmente tomó la decisión de volver a Argentina y se radicó definitivamente.

 

Fue así que uno de sus ocho hijos, Santiago Eduardo, cursó sus estudios de Arquitectura en la UBA donde se iba a graduar. En el interín el joven conoció a Nelly Gladys, que estudiaba Letras, y luego de algunos meses contrajeron matrimonio y tuvieron con el tiempo siete hijos. Todos conocidos profesionales de la ciudad en distintas áreas.

 

Sólo tres arquitectos.

 

Cuando aquél joven Santiago Swinnen y su esposa decidieron instalarse en Santa Rosa fue a raíz de que él consiguió trabajo en la empresa que construía el Centro Cívico -fines de los '50 y primeros años de los '60-, cuya estructura resultaba una traza pensada por el arquitecto Clorindo Testa.

 

Más adelante Swinnen fue ganando prestigio y llevó adelante proyectos de manera particular dejando su impronta creativa en distintas obras, como por ejemplo el frente de la Catedral de Santa Rosa, entre muchas otras. En esas épocas solamente había en la ciudad otros dos profesionales de la Arquitectura, Eduardo Rodríguez Pozo y Luis Tierno.

 

Ya absolutamente consustanciado con la ciudad y su gente los Swinnen resolvieron que se quedarían definitivamente, y un poco pensando en eso compraron a la familia Alonso dos hectáreas de un terreno por entonces inhóspito, bien alejado de las zonas pobladas, ubicado entre Santa Rosa y Toay. Santiago se había visto atraído por esas dunas pintorescas que se alzaban a la vera del camino, que unía a la capital provincial de la localidad ubicada a apenas 11 kilómetros, y pensó que allí iba a construir su casa.

 

En esa época la familia alquilaba una vivienda ubicada sobre Entre Ríos y Avenida Spinetto, hasta que en noviembre de 1967 se mudó a la quinta ubicada camino a Toay. Ya eran por entonces seis hijos e instalados todos en el nuevo domicilio nacería la séptima integrante del clan.

 

"Más allá del médano".

 

De a poco, en parte por el prestigio de Santiago en su condición de arquitecto, pero también por la natural inserción del resto del grupo en la sociedad capitalina -sobre todo porque los hijos concurrían a escuelas santarroseñas-, los Swinnen pasaron a ser muy conocidos, y su enclave entre los médanos una alusión ineludible cuando había algún tema que girara en torno al trayecto entre Santa Rosa y Toay. Como quedó dicho si había que hacer alguna referencia en torno a ese camino era común mencionar "de la quinta de Swinnen" para... Es más, la cercana glorieta que hoy mismo divide las jurisdicciones de las dos localidades era reconocida como "la rotonda de Swinnen".

 

"Vuriloche", que así designó su propietario al inmueble mentando una frase aborigen que quiere decir algo así como "más allá del médano", ha sido desde 1967 parte de un paisaje fácilmente reconocible.

 

Lugar de reunión.

 

Como quedó dicho los hermanos productos del matrimonio de Santiago y Nelly, son siete: Mónica, Lucas. Pablo, Marcelo, Pedro, María Clara y Ana María.

 

Alguno de ellos supo contar alguna vez que cuando fueron a vivir a "Vuriloche" en el lugar "no había nada, ni nadie... La casa estaba construida sobre los médanos y el camino se veía abajo como si fuera un desfiladero". Obviamente tanta naturaleza, y las montañas de arena que jalonaban tamaño terreno era un lugar único para los juegos de los muchachitos y sus amigos.

 

"Sí, la casa era un lugar de reunión, con mucho fútbol, vóley, la pileta, y mamá por las tardes reuniéndonos a todos para la merienda", indicaron.

 

Casa sin vidrios.

 

Quienes conocieron al arquitecto Swinnen, Santiago el padre -valga la aclaración porque otro de sus hijos, Lucas, tiene la misma profesión- rememoran que solía decir que "la casa se hizo con pocos medios", al punto que cuando la familia fue a vivir allí lo hizo sin carpintería de exteriores. Esto es sin vidrios, pero dada la época del año no lo sufrió en demasía.

 

Eran otras épocas, en las que estaba sólo el camino sin las colectoras que vinieron más tarde. El terreno abarcaba una vasta extensión en la que sobresalía la casa que Santiago Swinnen pergeñó con las ideas del arquitecto estadounidense Frank Lloyd Wright. Esto es una vivienda no compacta que, por el contrario, ofrecía la posibilidad -si así se quería- de extenderla. Por años fue la única desde ese lugar hasta el Regimiento, y sólo se podía observar en la zona una despensa muy chiquita a unos 500 metros siempre sobre la Avenida Perón.

 

Por supuesto eran tiempos en que las comunicaciones, el modo de ir y venir no es el de hoy cuando el tránsito vehicular es muy denso, al punto que hasta resulta difícil de a ratos cruzar la cinta asfáltica de un lado para el otro.

 

Los hijos iban y regresaban de los establecimientos educativos en los micros de la Empresa "El Indio", y a veces en el colectivo de Regimiento. Pero cuando se fueron haciendo más grandes hacían dedo porque "la gente siempre paraba", explicaban.

 

Sin alambre olímpico.

 

Por supuesto disfrutaron a más no poder los médanos, que al cabo resultaban como el patio de la vivienda. Cabe agregar que nunca estuvo rodeada de valla alguna, y sólo un hilo de alambre separaba el exterior del patio.

 

Hasta el fallecimiento de Santiago acaecido en 2010 cuando tenía 77 años; y el de su esposa Nelly que falleció el año pasado con 83, Vuriloche fue centro de grandes reuniones porque el matrimonio estuvo siempre rodeado de sus hijos y nada menos que 17 nietos.

 

En los últimos tiempos se pudo ver que el amplio terreno se subdividió, y se separaron un par de parcelas -en una de ellas una de las hijas está construyendo su vivienda-, y al tener cada uno del resto de la familia sus propias casas la sucesión tomó la decisión de vender.

 

Así aparecieron diversas ofertas, hasta que en noviembre último un Fideicomiso integrado por integrantes de la familia Mac Allister adquirió la propiedad. Silvina Riela, la mamá de los jóvenes jugadores de fútbol surgidos de Argentinos Juniors, tuvo activa participación en las negociaciones.

 

Alexis, el recientemente consagrado campeón del mundo de fútbol en Qatar, y sus hermanos Francis y Kevin, estuvieron en algún momento mirando el inmueble que estaba a la venta y les gustó. Tanto que decidieron comprar.

 

Desde hace algunas semanas se puede ver que se están haciendo ampliaciones y refacciones en Vuriloche: se cambiará el techo que presentaba algunas deficiencias, y las habitaciones tendrán su baño en suite. Pero además la empresa a cargo del acondicionamiento está atenta a otras modificaciones que llevarán todavía algún tiempo hasta que quede como los hermanos pretenden.

 

¿Seguirá siendo Vuriloche?.

 

Como se ha expresado en la nota principal, el lugar se llamaba Vuriloche. Habrá que ver si los nuevos propietarios disponen continuar con esa denominación, o si resolverán darle un nuevo nombre.

 

Lo cierto es que los Mac Allister compraron la emblemática propiedad que fue, desde 1967, un hito fácilmente reconocible en el camino a Toay. Porque no caben dudas que el tiempo pasa y todo va cambiando, y así son las cosas.

 

Lo que sí se puede decir es que los chicos Mac Allister -Alexis que juega en Inglaterra; Francis en Rosario Central; y Kevin en Argentinos Juniors- parecen seguir el rumbo de sus mayores también futbolistas profesionales, "El Colo" (Carlos Javier) y "El Pato" (Carlos Patricio). Estos también en su momento eligieron emprender en nuestra provincia desde que pusieron en marcha el club que lleva su apellido.

 

Lo que se puede decir ahora es que un campeón del mundo -uno de los que junto a Lionel Messi y compañía nos dio a los argentinos una enorme alegría hace sólo unas semanas- ha decidido junto a sus hermanos invertir en la ciudad que lo vio nacer.

 

Radio Noticias 99.5 · 31 - 01 - 2023 MOVIL MACALLISTER
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