Lunes 22 de abril 2024

La violencia de género en los medios de comunicación

Redacción 14/03/2023 - 08.26.hs

Desde 2015, en Argentina se conmemora cada 11 de marzo el Día Nacional de la Lucha contra la Violencia de Género en los Medios de Comunicación.

 

VICTORIA SANTESTEBAN*

 

El 11 de marzo es también el aniversario de sanción de la ley 26.465 de Protección Integral hacia las Mujeres, del año 2009, que entre los tipos y modalidades de violencias que identifica, distingue a la violencia mediática y simbólica (y de aprobarse recientes proyectos, se incluiría la violencia digital de género). Cabe hacer mención que en 2021 el Congreso sancionó la ley 27.635 de Equidad en Servicios de Comunicación, justamente para profundizar la erradicación de la violencia sexista en los medios, guardando coherencia legislativa con la 26.485 y la Ley de Medios 26.522.

 

La fecha recuerda entonces las conquistas legislativas para la igualdad entre los géneros, a la vez que advierte el desfasaje cotidiano en el ejercicio de derechos, mermados, entre otros factores, por la permanencia y reproducción de estereotipos y discriminación en medios de comunicación. De esta forma, el 11 de marzo aparece como día para enfatizar la urgencia de un tratamiento inclusivo, plural y diverso en los medios, que neutralice la estigmatización y los sesgos de género, para avanzar en una implementación real de nuestras leyes.

 

Brechas.

 

Las brechas de género producto de la histórica postergación de las mujeres en ámbitos ajenos al mundo hogareño de los cuidados y la reproducción, son responsables de los números todavía desalentadores. En lo que respecta a las ciencias de la comunicación y su mercado laboral, en nuestro país las mujeres representan el 64% de la cursada de carreras de comunicación y periodismo, pero sólo el 34% trabaja en redacciones. Es que, a pesar de la presencia numérica de mujeres en las carreras de comunicación y periodismo, “el campo académico de la Comunicación no es ajeno al sistema de desigualdades y jerarquías sociales que impone el patriarcado. En su historia oficial predominan las figuras masculinas”.

 

El trabajo de las mujeres aparece, en el mejor de los casos, desjerarquizado; cuando no, invisibilizado”, explican Alejandra García Vargas, Nancy Díaz Larrañaga y Larisa Kejval en “Mujeres de la Comunicación Argentina” (2022), a propósito de la presencia de comunicadoras tanto a nivel académico como laboral.

 

Digital.

 

Las brechas de género en el campo de la comunicación vienen dadas también por la diseminación de la tradicional violencia sexista en nuevos espacios y con nuevas tecnologías, dando cuenta de la capacidad de adaptación y reinvención patriarcal, que con métodos más sofisticados de opresión continúa acentuando brechas. En este sentido, la violencia digital contra periodistas y comunicadoras cercena su derecho a la libertad de expresión, silenciándolas para su apartamiento de espacios democráticos y de toma de decisión. En el estudio “Ser periodista en Twitter. Violencia de Género Digital en América Latina” (2020), las periodistas Lina Cuellar y Sandra Chaher destacan que “Las periodistas mujeres son atacadas, al igual que sus colegas varones, por los temas políticos o de coyuntura que publican; pero se utilizan contra ellas muchas más expresiones discriminatorias vinculadas al género y agresiones con connotaciones sexuales”.

 

Conforme los datos del estudio, un 10% más de las menciones ponen en duda la capacidad intelectual de las mujeres en comparación a sus compañeros, existe un 20% más de expresiones sexistas y un 30% más de expresiones relacionadas a su apariencia física. A ello se suma que “la cobertura de manifestaciones vinculadas a la agenda de género y la expresión de posiciones favorables a la misma, particularmente hacia la legalización del aborto, son una razón extra por las que son atacadas las periodistas mujeres”.

 

El estudio profundiza en la metodología de los ataques, diferenciándolos en función del género de la persona atacada y así da cuenta que en “muchos de los ataques en contra de periodistas, además de usar expresiones sexistas, estuvieron acompañados de hashtags o etiquetas que incluían el nombre o el apellido de las mujeres atacadas, lo que podría suponer una estrategia de redada para callarlas o amedrentarlas”. Otras investigaciones específicas sobre la violencia digital de género hacia periodistas en la región latinoamericana evidencian esta afectación a la libertad de expresión y al debate público, además del impacto de estas violencias en la vida laboral y personal de periodistas, en tanto muchas optan por retirarse temporal o permanentemente de redes sociales y de espacios virtuales.

 

Estereotipos.

 

El abordaje periodístico sin perspectiva de género y así, revictimizante y machista, hace asimismo a la construcción de discursos de odio para la propagación de demás violencias, automatizándose la culpabilización a víctimas de violencia y la relativización de su padecimiento. Además, la violencia de género en los medios de comunicación incluye los mensajes estereotipados –bien evidentes en publicidades - que continúan profundizando el binarismo y la discriminación, oscilando entre imágenes de “mujeres madres” que limpian, cocinan y llevan hijos e hijas al colegio, y las “femme fatales” hipersexualizadas y cosificadas al extremo.

 

Estos modelos de mujeres como únicas alternativas femeninas válidas -que responden además al molde de belleza hegemónica instalado- hacen de nuestra representatividad real una utopía. Sumado a ello, las exigencias estéticas -configuradoras de violencia estética contra las mujeres, todavía no legislada- alcanzan a las periodistas y demás profesionales que se desempeñan en medios de comunicación. Así las cosas, mientras en el prime time quedan habilitadas panzas y canas para los varones, las mujeres además de tener veinte años menos que sus compañeros, deben responder al mandato hegemónico de belleza.

 

Las distintas violencias convergen para hacer de la carrera hacia la igualdad un camino laberíntico y desmoralizante, repleto de pruebas descabelladas, intencionadas para parar la lucha. Marzo es mes donde esa lucha que busca desarticularse empecinadamente, se reivindica. Contra la artillería precisa ahora también en medios digitales, la resistencia feminista insiste en el deschave certero de cada violencia, para un mundo, real y digital, más justo e igualitario.

 

*Abogada, Magíster en Derechos Humanos y Libertades Civiles

 

Radio Noticias 99.5 · 14 - 03 - 2023 VICTORIA
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