Violencia vicaria

El ejemplo más generalizado de este tipo de violencia de género son los comportamientos agresivos del progenitor hacia sus hijos e hijas con el objeto de causar algún tipo de daño hacia la madre.

 

VICTORIA SANTESTEBAN*

 

El pasado 16 de junio, la diputada nacional del Frente de Todos y presidenta de la Comisión de Mujer y Diversidad, Mónica Macha, presentó un proyecto para incluir en la ley 26.485 de Protección Integral hacia las Mujeres a la violencia vicaria, a fin de identificar este tipo específico de violencia de género.

 

La violencia vicaria, aquella ejercida por el agresor hacia hijos, hijas u otros seres queridos de la mujer, incorporada al texto legal de la 26.485 vendría a subsanar los vacíos legales actuales a la vez que posibilitaría la identificación de estos actos de desplazamiento de la violencia hacia terceras personas como violencia de género. "La inclusión de la violencia vicaria como uno de los tipos de violencia apunta a la prevención", indicó la diputada, quien a su vez señaló la necesidad de "erradicar la pauta cultural que lleva a descalificar amenazas y a descreer de ellas sin tener en cuenta que quien amenaza con atentar contra la integridad de su propio grupo familiar es porque en algún momento si se dan las condiciones puede ser llevado a la práctica."

 

Vicaria.

 

La violencia vicaria es aquella ejercida de manera indirecta contra la mujer, a partir del desplazamiento de los actos violentos hacia su entorno y redes afectivas. Como ejemplo más generalizado de este tipo de violencia de género se encuentran los comportamientos agresivos del progenitor hacia sus hijos e hijas con el objeto de causar algún tipo de daño hacia la madre. El concepto, elaborado por la psicóloga argentina Sonia Vaccaro, refiere a los mecanismos de coacción y control sobre las mujeres que constituyen violencia de género si bien se dirigen de manera directa hacia personas allegadas. "Te voy a pegar donde más te duele" como frase vaticinadora de este tipo de violencia resulta extendida entre los agresores que la ejercen. Es el mensaje aterrador que anuncia la violencia y que no siempre es tomado seriamente por las instituciones a cargo de la prevención, sanción y eliminación de la violencia machista.

 

En la escalada de la violencia vicaria, estas agresiones describen distintas intensidades: puede comenzar a partir de formas sutiles de violencia como negligencia en los cuidados hacia hijos e hijas, incumpliendo las pautas horarias del régimen comunicacional, hablando mal de su madre delante de ellos e indicándoles que la vigilen.

 

De esta forma, la violencia vicaria aparece como una forma de violencia contra la mujer, que es desplazada hacia -generalmente- sus hijos e hijas para efectivizar el maltrato. La incorporación de este tipo de violencia a la legislación nacional, vendría a impactar sobre todo en regímenes comunicacionales, donde el delito de impedimento de contacto sirve hasta nuestros días para habilitar que progenitores abusivos continúen ejerciendo violencia hacia sus hijos, hijas y ex parejas.

 

Esta conceptualización vendría entonces a considerar estos actos de violencia hacia niños y niñas como violencia de género en contexto doméstico, desterrando a su vez la idea de hijos e hijas como meros "testigos", sino como verdaderas víctimas. Víctimas que, en tanto tales, deben contar con protección. La incorporación de la violencia vicaria a la legislación nacional asimismo vendría a insistir en la necesidad de que las medidas de protección se dicten no sólo para la mujer sobreviviente de violencia, sino para su círculo afectivo.

 

Proyecto.

 

El proyecto prevé la modificación del artículo 11° de la Ley 26.485 y su nueva redacción en los siguientes términos: "Asegurar la asistencia especializada de los/as hijos/as u otras personas afectivamente significativas para la mujer que hayan sido víctimas de violencia vicaria". También la propuesta indica el cambio del inciso a) del Art. 14 por el siguiente texto: "Recolectar, procesar, registrar, analizar, publicar y difundir información periódica y sistemática y comparable diacrónica y sincrónicamente sobre violencia contra las mujeres, incluyendo a aquella que se ejerce por medio de sus vínculos afectivos." Al respecto cabe hacer mención que la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia de la Nación desde 2015 elabora el registro estadístico de femicidios del país, en el que incluye a los femicidios vinculados, es decir, aquellos producidos contra personas del círculo afectivo de la mujer.

 

Conforme los datos de 2021, del total de 251 femicidios producidos en el país, 20 fueron vinculados (5 mujeres y 15 varones). Estos femicidios se encuentran receptados por el Art. 80 inc. 12 del Código Penal, en tanto prescribe prisión perpetua a quien matare con el propósito de causar sufrimiento a una persona con la que se mantiene o ha mantenido una relación de pareja. Este artículo entonces contempla el concepto de violencia vicaria en su extremo letal, cuando el agresor provoca la muerte de personas del entorno afectivo de la mujer.

 

Violencia.

 

El exjuez Rozanski describe el entramado particular de la violencia vicaria y el padecimiento de las mujeres que la sobreviven: "El agresor asesina a su propia hija o hijo y se suele suicidar dejando con vida a su expareja y madre de las pequeñas víctimas. De ese modo, ocasiona el mayor dolor posible a la sobreviviente por la pérdida de su hije, queda sin sanción el brutal crimen porque el homicida se quita la vida, y finalmente, al no matar a su pareja, la condena a un sufrimiento sin parangón que la acompañará hasta el último aliento de la vida que le quede." La incorporación de tipos de violencia contra las mujeres a nuestra legislación supone la lectura cotidiana de la violencia en clave de género. Sin esta previa identificación consciente y comprometida de la violencia machista, de sus alcances y consecuencias, el deber de prevenirla, sancionarla y erradicarla deviene ilusorio.

 

*Abogada, magíster en Derechos Humanos y Libertades Civiles

 

ESCUCHA EL AUDIO HACIENDO CLICK AQUI