Alima es la primera

Nacida en Ecuador y radicada en Barcelona, el proyecto de Camila Terán presenta su disco debut “Soy la primera”.

 

 

Lucas Santomero *

 

“Si tú no eres tu primera prioridad, ¿para quién pretendes serlo?”, se pregunta Alima en alusión a la noción de emancipación en virtud de la libertad femenina en su disco lanzamiento “Soy la primera”. En este nuevo proyecto solista, Camila Terán –cantante y compositora ecuatoriana establecida en Barcelona– se deja influir por artistas como Kali Uchis, Lauryn Hill, Jill Scott o Jorja Smith.

 

La propuesta sonora de la artista se moldea bajo una identidad sumamente sensual y empoderada donde encuentran un punto de encuentro géneros como el R&B, el soul, el funky y el pop. De ese cóctel rítmico surgen propuestas interesantes que durante las siete canciones que dura el disco imprime varias emociones diferentes y cambiantes.

 

“Con la publicación de su álbum de debut en solitario, Soy la primera, la cantante y compositora ecuatoriana expone de alguna manera el proceso y el resultado de una reconciliación consigo misma, de una reapropiación de su identidad en todas sus vertientes. En su discurso, y de ahí el título del disco, hay una clara manifestación de nuevas prioridades: y en lo más alto, purgadas ciertas dinámicas pasadas, está ella y solo ella misma”, expresa un comunicado de prensa de la artista sobre lo que para ella significó este material.

 

 

Energía femenina.

 

En relación a lo que expone el texto, el debut como solista de Alima se configura en energía femenina pura, con el foco puesto en la fortaleza y resiliencia de las mujeres. Además, aparte de significar una independencia emocional de varios factores, también se caracteriza como el final de una etapa donde colaboró con artistas reconocidos de la talla de Carlos Vives o Alberto Plaza.

 

Terán se mudó a Barcelona en 2017 y ahí fue cuando su proyecto Alima empezó a sobrevolar por la cabeza de la joven, dando forma a sus nuevas canciones y moldeando una identidad sonora auténtica desde las coordenadas de los géneros musicales que le gustaban y sus influencias. Todo esto con la colaboración vital de Raúl Molina y Paola Navarrete en la producción.

 

El resultado es evidente: un álbum contundente, conceptual, que busca instalar nuevos matices en la música hispanohablante, lejos de los cánones de objetivación que la sociedad utiliza sobre la mujer, y transpirando sensualidad en cada fraseo. Para la artista no hay nada más importante y sustancial que el amor propio y lo deja más que claro en este deslumbrante debut.

 

 

* Indie Hoy