Martes 07 de mayo 2024

El teatro pampeano tuvo su fiesta

Redaccion Avances 30/04/2023 - 06.00.hs

Entre el 17 y el 21 de abril se llevó acabo en Santa Rosa una nueva edición del festival teatral que reúne las obras realizadas en La Pampa. El musical Lápices se llevó el primer lugar y representará a la provincia en la Fiesta Nacional.

 

Susana A. Llahí *

 

Del 17 al 21 de abril se desarrolló en Santa Rosa la 41º Fiesta Provincial del Teatro. El acto de apertura se realizó el martes 18, previo a la presentación de la obra ganadora del año anterior, Espía a una mujer que se mata. Alejandro Arias, subdirector de Coordinación Cultural, pronunció las palabras inaugurales, luego habló el intendente de Santa Rosa, Luciano di Nápoli, y tanto uno como el otro dieron cuenta de la importancia que tiene este encuentro para el teatro pampeano y para todo lo que hace al crecimiento cultural en la provincia.

 

Se presentaron veinticinco elencos que compitieron para pasar a la instancia nacional, además de Espía a una mujer que se mata, obra ganadora en 2022. El jurado estuvo integrado por Julieta Martín, de la ciudad de General Pico, el santacruceño Martín Marcou y Luciano Del Prato, de la ciudad de Santa Rosa.

 

El lunes 17, en el teatro TKQ, se presentó Blacked Out, puesta con dramaturgia de la Compañía Cariño Teatro, que contó con la dirección de Valentina Rata Zelaya. La trama plantea qué sucede cuando la vida se detiene porque nuestra mente no nos responde. Astrid Urban, protagonista de este unipersonal, se perfila como muy buena actriz, pero su actuación podría tener otro ritmo si el texto respondiera con mayor intensidad al momento de marcar las pequeñas acciones que nos van constituyendo y que determinan el no poder o no querer recordar.

 

En ATTP se puso en escena Las enanas, historia basada en un relato homónimo de Olga Orozco. Toda la belleza de la obra de la gran poetisa pampeana recurre a recursos que remiten al absurdo por la circularidad y a actuaciones con movimientos casi coreográficos, surrealistas, en su relación con los objetos. Un conjunto integrado que nos introdujo en la vida de esas dos mujeres condenadas por los mandatos sociales y prejuicios familiares. La adaptación estuvo a cargo de Silvina D’Atri, con la dirección de Mirta Bogdasarian.

 

Más tarde, la magia del radio invadió la sala del CMC. Los pampeanos, cuyas vidas crecieron, se nutrieron de información y soñaron con la ficción que la misma traía, pudieron reinventar esos momentos de reunión alrededor del aparato mágico, con Las D Enfrente, emblemática comedia de Federico Mertens que el Grupo de Teatro Vocacional de Toay presentó inspirados en la poética del radioteatro.

 

En el Teatro Español se presentó la obra ganadora en la temporada anterior, Espía a una mujer que se mata. La puesta en escena, con dramaturgia de Daniel Veronese es una adaptación de Tío Vania de Anton Chejov y dirección de Adrián Canale. La obra, desarrollada por el grupo Andar con la colaboración de actores de Eduardo Castex, actualizó la lectura social que plantea la eterna disputa por los bienes materiales, el amor, el engaño y la muerte, como solución final. La labor del elenco tuvo el amplio reconocimiento de los asistentes.

 

Martes.

 

El martes en el Teatro Español se presentó Malvinas, luz sobre la memoria, del dramaturgo pampeano Sergio Omar Lopardo y la dirección de Javier Bassa. El recuerdo de la gesta de Malvinas es la temática de la pieza puesta en acto por el relato de dos combatientes de la aeronáutica y la madre de un marino fallecido en el hundimiento del Crucero General Belgrano. Las tres actuaciones tuvieron la densidad que amerita ese doloroso momento de nuestra historia. La interpretación de la violinista no es un gesto menor, nutre, líricamente, la trama.

 

En el mismo horario, en la UP13 (Unidad Correccional de Mujeres) se presentaron dos piezas, la primera Quema Quema, con dramaturgia y actuación de Marcelo González. Una historia construida a partir de las experiencias, recuerdos y sucesos vividos por el actor y los integrantes de esa pequeña comunidad. La dirección estuvo a cargo de Edith Gazzaniga.

 

La segunda de las puestas, El ojo del dinero, con dramaturgia, actuación y dirección de Gazzaniga, es una intervención teatral que se organizó teniendo al público también como intérprete en el juego que presenta la idea siempre atrayente y convincente ¿el éxito? Estas presentaciones fueron, exclusivamente, para la población de la Unidad Correccional de Mujeres.

 

Por otra parte, en el Parque Oliver se presentó Humanimal, que el año pasado tuvo gran lucimiento durante el Festival en la sede de General Pico. La temática de este año, del mismo modo que la del año anterior, generó el comentario y la reflexión del público presente ante un contenido que siempre es muy movilizante, cuál es la relación de los humanos con los animales, cuánto nos semejamos a ellos. La dramaturgia pertenece a Joaquín Chiodi, Sol Riscossa y Mapi García Barberena, esta última también tiene a su cargo la dirección.

 

En el ATTP se puso en escena La Nona, de Roberto Cossa, considerada, posiblemente, como la más importante del teatro argentino. En esta ocasión, el Grupo de Teatro Vocacional de Toay desarrolló una versión libre que contó con la dirección de Liliana Rojas. La obra plantea una temática siempre actual: cómo luchar contra aquello que nos fagocita inexorablemente. Los integrantes del elenco tuvieron buen desempeño, pero con menos vacíos en la estructura escénica hubieran alcanzado un logro mayor.

 

En el Teatro Español se presentó La casa de Bernarda Alba, de Federico García Lorca. La pieza muestra el agobiante ambiente de una España extremadamente conservadora en la que el luto detiene el curso de las vidas. En la casa de Bernarda Alba todas las hijas deben doblegarse ante la orden materna. No obstante, eso no impide que el deseo de liberación, la pasión y la traición estallen en el alma de las jóvenes mujeres. La dirección buscó cierta estilización que no alcanzó a aggiornar la estética de la pieza. El excelente grupo de la localidad de Alta Italia tuvo la dirección de Valeria Reyna.

 

Miércoles.

 

El miércoles en el Teatro Español también se presentó Talle Único, interesante puesta que plantea una problemática de mucha actualidad: ¿cuál es el cuerpo perfecto? ¿quién lo determina? ¿Cuánto daño genera la mirada estigmatizante que impone la delgadez como modelo único? ¿Cómo lograr identificarnos, mirarnos, reconocernos, más allá de los límites, cuando ese reconocimiento nos asusta?. La intérprete, Ana Paula Lara logra una actuación honesta en su crudeza a fin de posibilitar la mirada correcta donde no hay lugar para los prejuicios. Carolina Vergara es la responsable de la dirección y producción general, asimismo, la puesta tuvo la asistencia creativa de Tobías Camiletti Mecca. Talle único obtuvo el Tercer Premio en la 41º Fiesta Provincial de Teatro.

 

En el ATTP se presentó Me gustó verte. La dramaturgia pertenece a la creación conjunta de Mercedes Andreotti, María Eugenia Gambuli y Edith Gazzaniga, con dirección de esta última. Una visita inesperada despierta toda suerte de representaciones en la memoria y en el alma de la protagonista que, a pesar de la dureza de los recuerdos, buscará construir una salida. Quién es esta mujer desesperada que nos los relata como armando un puzzle. Quién es ese amor que le hace decir: “estás hermoso”. Quién fue el autor del abandono…. ella sabe que tiene que entrar en el presente olvidando, perdonando, porque siempre es posible perdonar a un hijo. Esta puesta obtuvo el Segundo Premio del Jurado en la 41º Fiesta Provincial del Teatro.

 

En el TKQ se presentó Infamia, del eximio dramaturgo ruso Anton Chéjov que contó con la dirección de Sabrina Gilardenghi. El realismo de la poética chejoviana está claramente presente en esta pieza. Buenas actuaciones para encarar un drama común: el amor, el desamor, la traición y el sufrimiento de los más débiles. No obstante, los textos de Chejov necesitan de otras lecturas: poder mirar desde el presente una textura que, de lo contrario, temáticamente, queda completamente desmarcada.

 

Por la noche en el Teatro Español se le otorgó un reconocimiento a la trayectoria de Omar Lopardo, dramaturgo, actor y director pampeano. Se proyectaron escenas de Salsa Criolla, el exitoso espectáculo de Enrique Pinti del que participó Lopardo durante quince años, testimonios de actores y actrices que lo acompañaron y de sus hijos. Amparo Fernández tuvo emocionadas palabras para testimoniar la trayectoria del artista y amigo. Finalmente, Lopardo agradeció el homenaje recibido.

 

Posteriormente se puso en escena Una noche con Sandro, la simpática obra de Pedro Gundensen, joven autor de la provincia de Buenos Aires, que contó con la dirección de Chela Garayo. Es conocido el grado de amor y fanatismo que despertó Sandro en “sus nenas”. La pieza plantea el deseo de una admiradora: pasar una noche con su ídolo. Una amiga le indica cómo y dónde puede encontrar “un Sandro” conforme a sus deseos. Un muy logrado trabajo del grupo Desde el alma de Quemú Quemú.

 

Jueves.

 

En el ATTP se presentó Con esta boca en este mundo. Nuevamente, una instalación sonora y visual representó textos de Olga Orozco que contó con la adaptación de Nadia Grandón quien también tuvo a su cargo la dirección. Con una poética sumamente actual, la pieza plantea la intervención del público en la elección de una narrativa que recibe distintas posibilidades de escucha.

 

También se representó Juana y los misterios del mundo mágico. El cuento maravilloso es el escenario ideal para el planteo de esta pieza que tiene como protagonistas a personajes de un mundo encantado: princesas, príncipes y dragones dispuestos a romper con los estereotipos a fin de lograr la libertad. Excelente dirección de Patricia Oliveri.

 

A la misma hora, lo que implicó una dificultad para quienes queríamos presenciar la totalidad de las puestas, se desarrolló en Toay Giro Vuelta Rodeo, una muy interesante visita guiada por la localidad con el sabor nostálgico de la historia, su pasado y su presente.

 

Por la tarde llegó al TKQ El silencio de las tortugas, brillante texto de Lucía Larragione que contó con la dirección de José Miranda y el asesoramiento de Sabrina Gilardenghi, del Grupo Comodín de General Pico. Norma Torta hace una excelente interpretación de esa mujer que habiendo sobrellevado un matrimonio que fue una mentira encontrará, luego de la muerte de su esposo, una insólita salida que la hará plenamente feliz. La actriz, en este unipersonal, alcanza una sensibilidad exquisita y logra la empatía con el espectador que no puede dejar de emocionarse. Hay una ambientación, un trabajo gestual y corporal, silencios significativos, el uso del espacio que hace de esta puesta -más allá de que consideramos inobjetable el trabajo de los jurados- digna de una premiación.

 

En el ATTP se puso en escena Las González, del recordado autor rionegrino, Hugo Saccoccia. ¿Puede una mujer reprimir toda la vida sus deseos de amor, de libertad, de tener una vida distinta acorde a lo que siempre soñó? La protagonista de esta pieza, un buen día dice basta ante todo aquello que le impide concretar sus deseos. La dirección de Liliana Rojas logra el clima perfecto que va in crescendo hacia la caída de la máscara: no sólo Genoveva partirá, también lo hará Rita, las otras dos hermanas lo comprenden, hacen el gesto pero no el corte final. En la pieza tienen un especial lucimiento Porota y Blanca, esta última, en su actuación, condensa admirablemente los prejuicios, la frustración pero también la debilidad y el desamparo. Una hermosa puesta de este grupo de Toay tan alegre, bullicioso y apasionado por el teatro.

 

Por la noche, frente al Teatro Español, se desarrolló Vestigios, una intervención callejera de danza-teatro, reivindicando los derechos de la provincia de La Pampa sobre el río Atuel. Un trabajo visualmente muy bello y por supuesto, profundo y fuerte en sus reclamos.

 

Acto seguido, en el interior del Teatro Español se presentó Lápices, un musical con memoria. La historia que marcó la memoria de los argentinos, aquello que se yergue como advertencia, como marca de lo que no se debe repetir: la opresión y el derecho de los ciudadanos a la libre expresión de su pensamiento. La pieza es una historia de amor en medio del horror. Un trabajo muy bueno y atrapante para un espectador que aunque conoce los acontecimientos, por su cercanía histórica, siempre necesita actualizar la memoria y para los jóvenes, porque es una forma de llegar a estos hechos con la belleza del arte. Excelencia dramatúrgica, instrumental, vocal y actoral que tuvo libro, puesta y coreografías de Sol Cardozo y Paula Grosse. Lápices, un musical con memoria, tuvo el merecidísimo Primer Premio en esta 41º Fiesta Provincial de Teatro.

 

Viernes.

 

El día final comenzó por la mañana en el ATTP con Los Santos, circo minimal y teatro de objetos. Una historia de amor grotesca y delirante. Dos hombres, que con estética de cine mudo y una poética chaplinesca (hasta el bigotito de Claudio Inferno así lo sugiere) juegan con una serie de recursos propios de malabaristas, equilibristas, músicos, para instalarnos ante rutinas circenses y del clown que nos sorprenden y maravillan por su precisión. Esta dupla de actores neuquinos, obtuvieron con esta pieza el Primer Premio en el Festival Provincial de Teatro 2022 de Neuquén, su provincia. De Claudio Inferno y Eleazar Fanjul, contó con la dirección de Karl Stets.

 

En el horario de la siesta se puso en escena en el Teatro Español Reina mala, adaptación de un cuento de la escritora argentina Patricia Suárez. El humor, la ironía y la música construyen el entramado de esta pieza que pone en evidencia la calidad y responsabilidad con que los realizadores pampeanos encaran el teatro para niños, no siempre considerado en su total dimensión. El espectáculo contó con la dirección G. Adam, B. Vilariño y V. Casayes.

 

En el TKQ se dio a conocer al público Mi muñequita, obra del autor uruguayo Gabriel Calderón, dirigida por Norberto Tojo. La pieza plantea con tono de farsa, la disfuncionalidad de una familia. Texto frío, directo y preciso que denuncia la violencia contra la mujer, el abuso sexual infantil y la problemática de la salud mental. Buenas actuaciones, desmesuradas, responden a un texto que, a su vez, es una desmesura. Los toques de humor negro, pero humor al fin, suavizan el horror que muestra la historia.

 

Más tarde en el Teatro Español se presentó Fiesta en la Academia (teatro inclusivo). Luego, hubo una intervención artística llamada Te Bailó en el Parque Oliver.

 

En el ATTP se puso en escena Hacheras. Con el aporte estético de la poesía de Teresa Pérez, más la investigación y el registro de vidas reales, se construyó esta obra que recupera la historia de las mujeres hacheras, quienes participaron del desmonte del caldén en el territorio nacional que luego se convirtió en provincia de La Pampa. Dramaturgia: Alta Rusticidad, grupo compuesto por María Luciana Ceja, Emilce Aimar, Yamila Berhau y Josefina Bravo. La puesta contó con la dirección de María Laura Gallo, titiritera de brillante trayectoria.

 

En el CMC se desarrolló Humoramor. Siempre con la dirección de Liliana Rojas y textos de Martín Caminos, el Grupo de Teatro Vocacional de Toay presentó en esta puesta el tema del amor, con humor como lo indica su título. Una vez más el grupo concretó un trabajo bien secuenciado donde la dirección de actores fue fundamental para que el espectador disfrutara del momento.

 

Por la noche en el Teatro Español se puso en escena Policías versus ovnis, historia basada en el encuentro teatral de extraterrestres y miembros de la policía más emblemática de la ovnilogía interestelar. Dramaturgia: Paula Echelacu. Dirección: Darío Quiroga.

 

Por la noche en Jockey Discoteca fue el cierre del encuentro y se leyó el veredicto del Jurado: Primer Premio: Lápices, un musical con memoria. Segundo Premio: Me gustó verte. Tercer Premio: Talle único. También, se realizó una presentación musical a cargo del grupo local Sueño Stereo.

 

Luego tuvo lugar la presentación de Desarraigo.

 

El encuentro, siempre gratificante porque el teatro lo es, contó con el apoyo del numeroso público que concurrió a cada una de las puestas. Además, fue conmovedor el entusiasmo y la pasión por el teatro que manifestaban los grupos, como ejemplo, el Grupo de Teatro Vocacional de Toay que presentó cuatro puestas y Desde el Alma de Quemú Quemú que llegó a Santa Rosa con seguidores de los pueblos vecinos a su localidad. Fue posible observar la amabilidad y colaboración de los organizadores y, asimismo, de los técnicos que en cada espacio cumplieron una excelente labor. Una semana donde todo contribuyó para que el teatro, fuera una Fiesta Perfecta.

 

* Investigadora, Licenciada y Profesora en Letras

 

' '

¿Querés recibir notificaciones de alertas?