Lunes 05 de mayo 2025

Tita, el musical

Redaccion Avances 15/09/2024 - 15.00.hs

Desde la ciudad de Santa Rosa, llegó a Ingeniero Luiggi la obra “Tita, el musical”, una puesta que recorre la vida y trayectoria de la artista Tita Merello con la brillante interpretación de la cantante Guillermina Gavazza.

 

Susana Llahí *

 

En el muy bello auditorio del Centro de Convenciones de Ingeniero Luiggi, orgullo del norte pampeano, se presentó la Compañía BAP, grupo orientado a la danza que nació en 2021. Dedicado al aprendizaje y experimentación, BAP ha concretado puestas muy logradas: Mover en plural, el ciclo Arte y Democracia, Dirección Obligatoria y el que hoy nos ocupa: Tita, el musical. La dramaturgia y dirección corresponden a la artista pampeana Agustina Puhl Berraud.

 

Podríamos decir que el tema de la obra, la vida de Tita Merello, está determinado por la pasión, la apasionada intensidad con que Tita encaró todos los momentos de su vida. Si algo logra la puesta es precisamente eso, sumergirnos en la subjetiva mirada del personaje que, con matices íntimos, de profunda emotividad, desgrana los estados por los que se deslizaba su espíritu, siempre un poco más allá, anticipándose a su tiempo, arriesgando un compromiso que lo coloca a la vanguardia en la defensa del rol de la mujer, en el desenmascaramiento de la hipocresía de su época.

 

En una escenografía típica, el lugar es la calle, allí, la calle Corrientes por donde transita esta leyenda del tango, el amor pasional, la soledad y la tristeza. La bruma de la pieza dibuja frenéticamente el ritmo de la ciudad, ese devenir febril que le impide mirar la pobreza. Tita, mujer acorralada en la niebla del pasado, en los recuerdos que la atormentan, es la dolorosa testigo de lo que sucede en “su calle”, desvalido hogar de su miseria.

 

La coreografía crea atmósferas íntimas, opresivas o liberadoras que surgen como apoyatura de la historia. La estructura y la dinámica del tango aparecen en una rica concepción de la danza, por momentos estilizada, en otros, con movimientos angulosos, acrobáticos, propios del tango “escenario” pero en el transcurso de la puesta se observa la solvencia y profesionalismo del grupo, el ensamble perfecto. Cada escena tiene una particular belleza estética donde la iluminación juega un papel fundamental, es una protagonista más que junto con la música acompaña la gestualidad de los protagonistas en las transformaciones anímicas que van sufriendo. Cabe destacar la figura con que la danza diseña el útero en el momento del nacimiento de Tita, significativa y visualmente muy hermosa. El parlamento que delinea la historia nos llega en off, es la voz de Tita, ella nos cuenta su historia. Así … aparecen Discépolo, su gran amigo y Luís Sandrini, en su vida, el amor y la traición. La puesta desgrana composiciones de nuestra historia tanguera, con arreglos cuidados y medidos, tangos emblemáticos y por supuesto, “Pipistrela” (Letra de Fernando Ochoa y música de Juan Canaro) composición en la que la actriz desarrollaba toda su gracia y picardía. Guillermina Gavazza canta y su hermosa voz adquiere vuelo propio, recorta el clima y nos ubica en momentos pregnantes en la vida de la actriz. Muy buena la interpretación del actor que representa a Luis Sandrini.

 

Todos los signos escénicos logran un entramado perfecto para que música, danza y palabra inauguren un espacio de ficción que permite a los espectadores mirar la conmovedora vida de quien cantó, como nadie, los sentimientos que la identificaban y el devenir de la vida porteña.

 

No quiero dejar de mencionar y es importante en momentos de crisis económica, el amplio abanico de actividades culturales que desarrolla el Municipio de Ingeniero Luiggi, ello habla de un buen equipo de trabajo y de la capacidad de gestión de Gimena Brusca, directora de Cultura.

 

Ficha técnica: Elenco: Guillermina Gavazza, Lucas Dyckmans, Roberto Folgestein, Ezequiel Castillo, Santiago Gauna, Florencia Silva, Magalí Gigena, Mía García, Lucía López Varela, Ayelén Battaglia Baldonedo y Evangelina Báez. Dirección general y coreografía: Agustina Puhl Berraud. Dirección teatral: Nicolás Sosa. Producción musical: Juan Fadón.

 

* Investigadora y crítica de teatro

 

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