Canciones, con el impulso incontenible de la naturaleza
Sylvia Zabzuk estrena esta noche su tercer disco. El trabajo se propone despertar el estado "salvaje", que habita en todos y que ha sido "desdibujado". En uno de los temas, participa el "Chango" Spasiuk.
Era un profesor de guitarra "muy viejito", que daba clases en Oberá, el lugar que Sylvia Zabzuk dejó hace quince años para convertirse en pampeana. "Había sido maestro de Hugo del Carril", recuerda la cantautora, mientras vuelve por un instante al día en que empezó todo. Ella tenía siete años y había sellado un pacto con las cuerdas que respeta hasta hoy, incluso en este trabajo musical, que presentará en pocas horas. "Soy dos instrumentos en uno", bromea en el quincho de su casa, mientras se toma un descanso.
El sábado a la siesta, con aires de primavera, acompaña en estos últimos ensayos. La luz ingresa sin obstáculos en este espacio, donde reinan los discos, las pinturas y el perfume fresco de un sahumerio, que se mezcla con el viento y las canciones. Son unos pocos detalles antes del recital. Este domingo, a las 21.30, Sylvia presentará "El río bajo el río", su tercera placa, en el Teatro Español.
Será acompañada por varios de los músicos que hicieron posible este proyecto, Fernando Bruno en percusión, Sebastián Garay en bajo y Claudio Camiletti en piano, firmes en sus puestos toda la tarde, cuando quedan apenas unas pruebas para nada falle. La obra cuenta con la participación de "Chango" Spasiuk en uno de sus temas, "Luna de agua", compuesto por la cantante. Otra de las obras de la autora lleva los sonidos del cuarteto de cuerdas "Numen" de la ciudad de Córdoba.
Provocación.
El repertorio se nutre de grandes creadores, como Jorge Fandermole, Rafael Amor, Ramón Ayala o los hermanos Núñez, pero en sus búsquedas menos difundidas. "Son canciones que todavía no están en el oído de la gente y seguramente más conocidas por los melómanos", explica.
Hay algo que las une y las aglutina bajo el nombre del disco. Se proponen recuperar esa parte que vive en todos y que ha sido "desdibujada", el estado salvaje, dice Sylvia. Es un concepto que se desprende de un libro, "Mujeres que corren con los lobos". Este trabajo reivindica los valores vitales, que pujan con fuerza, desde la naturaleza que habita en cada uno y que se encuentra invisibilizada, disimulada o mal catalogada porque pone en riesgo "la idea de orden".
Son las mujeres las portadoras de esta "savia", capaz de llevar de regreso a estas "verdades esenciales", a las raíces que empujan con fuerza para ser retomadas, en esta obra escrita por Clarissa Pinkola Estés. "Es un planteo me impactó y estas canciones intentan facilitar el acceso a ese universo que está en nosotros, pero que la sociedad reprime o niega". Es el juego del arte mismo, dice, que quiere provocar y despertar un "estado salvaje y de vida".
Las letras también guardan dos homenajes. Uno es para los ríos misioneros que conoció de cerca y siente que le pertenecen. Otro, para los pampeanos, que no les alcanza para correr y que a estas alturas duelen como propios, señala la cantante.
Madurez.
"Siento que es el más personal de mis tres discos y el que representa un punto de maduración en mi carrera", reflexiona Sylvia y convida con mate. La dupla íntima que compone con su guitarra se abrió a los sonidos, que aportan otros instrumentos y la obra "ganó en texturas", analiza.
Los arreglos de todo el trabajo, además, han estado a su cargo. "No es habitual que una cantante se ocupe de esa parte", indica. Tampoco que se acompañe con su guitarra. "No es fácil porque son dos instrumentos para coordinar y en una sola persona", explica sobre una condición que asumió en sus primeras clases de música.
Cuerdas y voz son ahora una, aunque a veces dan ganas de moverse un poco para dejar al cuerpo soltarse con el canto. La estrategia es empezar a recorrer el escenario para invitar al público a seguir las canciones.
El disco se estrena esta noche, pero lo esperan por Buenos Aires y por Córdoba. Es un trabajo independiente y arma su propio circuito sobre "los mojones", que tienden los amigos en todas partes. "La red se va construyendo cooperativa y solidariamente y los espacios para que se conozca se van generando, según lo que marca el río".
Artículos relacionados