Una final que promete buen fútbol
España y Holanda jugarán hoy la gran final del Mundial de Sudáfrica 2010 y por primera vez uno de estos dos seleccionados podrán conseguir el máximo halago del fútbol internacional. El partido, que comenzará 15.30 de Argentina, se jugará en el estadio Soccer City, de la ciudad de Johannesburgo, con arbitraje del inglés Howard Webb.
España y Holanda tienen la gran chance de ser por primera vez en su historia campeones mundiales, un condimento más para esta gran final en Sudáfrica. Los holandeses jugaron dos finales de mundiales, en el '74 y '78, y en ambas perdieron ante los organizadores: la primera ante Alemania y la segunda frente a Argentina. Para España, en tanto, será el primer partido decisivo.
Si el fútbol hubiera tenido que elegir una final, si existiera esa posibilidad, seguramente España-Holanda podría haber sido una de las escogidas. España es, por varios cuerpos de ventaja sobre el resto, el equipo que mejor juega en el mundo, pero no ahora en Sudáfrica, sino desde hace varios años, antes de obtener la Eurocopa 2008.
La base de este seleccionado español es la del Barcelona, el mejor de Europa y probablemente del mundo, más allá de que este año el Inter de Italia lo eliminó en las semifinales de la Champions League. Más allá de tener una firme defensa, la diferencia el equipo de Vicente del Bosque la hace con el talento de Xavi Hernández y Andrés Iniesta, dos jugadores diferentes al resto de todos los que participaron del Mundial 2010. La velocidad mental de los dos cerebros del Barcelona de España impide cualquier intento de marcar, porque un segundo antes de recibir la pelota ya saben qué hacer.
Es cierto que esta España no luce tanto como hace unos meses. El cansancio de la temporada y los intentos rivales por cortar su circuito llevaron a que no tuviera tanta contundencia, entre otras cosas. Pero el equipo en pleno apareció cuando tenía que hacerlo, ante Alemania, en las semifinales, frente a un rival que en sus últimos dos partidos había convertido ocho goles.
Esta vez, España tendrá enfrente a un equipo diferente, que puede hacerse fuerte con la pelota y que demostró que tiene dinámica y fuerza de ataque suficiente como para no depender de un dominio constante del balón. Holanda jugó un mal primer tiempo con Brasil, por los cuartos de final, pero en la segunda etapa manejó la pelota y si bien su triunfo no fue justo, cambió su cara y se llevó del Mundial a un candidato al título.
Holanda tiene dos jugadores también diferentes en su equipo, Wesley Sneijder y Arjen Robben, dos que hacen goles y hacen hacer goles. Esta Holanda, en términos generales, tiene algunas cosas de la "Naranja Mecánica" de los 70, con más vértigo y un poco más de especulación, aunque lo importante es que lo intenta.
En fin, está todo preparado como para ver una gran final, abierta, algo que de por si ya es importante para el fútbol. Porque a los que desde la ignorancia afirman que "hay que ganar como sea", España y Holanda les demostraron que el "como sea" es nada más ni nada menos que intentar jugar bien al fútbol. (Télam)
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