Jueves 15 de mayo 2025

"Fue la más importante de mi vida"

Redacción 09/02/2011 - 01.37.hs

El equipo Pilmayquén, conformado por el pampeano Oscar Andrade (52 años) y el bonaerense Rubén Costantino, en la categoría caballeros C, concluyó segundo la décima edición de la Carrera de aventuras Columbia Cruce de Los Andes, organizada por el Club de Corredores.
La competencia de aventura, la más importante de este continente, contó con la presencia 1.200 corredores, muchos de ellos extranjeros, que recorrieron 100 kilómetros, divididos en tres duras etapas entre las montañas. La ciudad anfitriona fue San Martín de los Andes, en la provincia de Neuquén. La carrera inició en la Argentina y la llegada en Chile.
"Fue la carrera más importante de mi vida, y el resultado que conseguimos nos sorprendió mucho porque no pensamos que podíamos hacer podio", dijo Oscar Andrade a su regreso.
Andrade, de profesión peluquero, que de joven supo ser un buen boxeador amateur, que después incursionó en el fútbol para continuar en el atletismo, una actividad que realiza desde hace 16 años con una perseverancia admirable, agregó que al finalizar la tercera etapa (concluyó en el Lago Icalma) se abrazó emocionado con su compañero, "por el hecho de haber llegado". "No pensamos en ese momento en la clasificación, porque el arribar ya era un logro muy importante. Fue tal la alegría que hasta lloramos de emoción".
_¿La experiencia fue más dura de lo pensado?
-La carrera fue como me había dicho Costantino, que la había corrido cinco años. Pero una cosa es que te la cuenten y otra vivirla. Antes de salir a la primera etapa y al ver las monumentales montañas, uno se pregunta si podrá subirl. En la primera etapa fueron alrededor de 32 kilómetros y cuando llegamos nos dijeron que nuestro equipo quedó segundo y nos dio más ánimo.
-¿Cómo fueron las dos etapas siguientes?
-La segunda etapa fue de 36 kilómetros y resultó la más dura. Corrimos más de cinco horas y nos ubicamos en el primer puesto y al día siguiente, en el último tramo, volvimos a quedar segundo.
-¿Cuál fue el escollo más importante?
-Correr casi todo el tiempo en subidas, sobre piedras que se mueven, esquivando palos sueltos. Luego, bajar de costado no fue tarea fácil. Muchas duplas se iban quedando por lesiones y fatiga.
Andrade agregó que para él fue clave haber podido correr con Costantino, una persona con experiencia en el Cruce de los Andes. "Rubén me iba hablando continuamente, me explicaba cómo debía pisar y me calmaba a la hora del descenso. Su experiencia fue muy valiosa.
-¿Vivieron momentos muy complicados?
-Fueron tres etapas muy sacrificadas, pero las soportamos. Terminamos con ampollas, es cierto, pero siempre nos recuperamos y seguimos corriendo. Costantino me dejaba ir adelante, y me daba indicaciones.
-¿Qué hacían al finalizar cada etapa?
-Teníamos que ir a buscar las carpas y armarlas. Después servían variadas comidas.

 

La clave.
Oscar no dudó en afirmar que la clave para que el equipo Pilmayquén pudiera quedar segundo en la categoría C fue el entrenamiento. En su caso, por ejemplo, entrenó duro durante meses para estar fuerte para poder encarar las montañas.
"Es una carrera que hay que vivirla, pero se debe ir entrenado. De lo contrario es imposible poder cumplir con los 100 kilómetros", enfatizó.
-¿Volverás a participar en el Cruce de los Andes?
-No creo porque si bien la organización fue espectacular, la inscripción no es barata. Hay que gastar también en viaje, en hotel y en indumentaria.

 


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