Una emotiva despedida
El ex delantero uruguayo de River Plate Rodrigo Mora tuvo anoche una emotiva despedida en el estadio Monumental, en un partido que compartió con compañeros de sus distintas etapas en el club y con el que cerró su carrera, interrumpida el 6 de enero por una lesión en su cadera.
"Cambiarme en el vestuario y jugar en el césped de este estadio por última vez me llenó de emoción, de alegría y de recuerdos al mismo tiempo, pero lo más grato, entre otras sorpresas, fue poder jugar al lado de mi hijo Máximo", expresó entre sonrisas y congoja el "gladiador' de los delanteros riverplatenses.
Justamente, a su primogénito le puso el nombre de Máximo en referencia al personaje principal de la película Gladiador, y tanto los protagonistas de la fiesta como los aficionados lo que más celebraron fueron las dos combinaciones ofensivas del 'Pulga' con su hijo, que culminaron con un gol de cada uno.
Mora, de 31 años, nacido en Rivera, ciudad distante unos 500 kilómetros al norte de Montevideo y al límite con Brasil y que alcanzó su mayor rendimiento en River, se inició en Juventud de Las Piedras, luego de que falleciera su mamá María, cuando tenía 12 años.
Posteriormente se fue forjando por Defensor Sporting, Cerro, Benfica de Portugal y Peñarol y en 2012 recaló en River, que lo cedió a préstamo a Universidad de Chile en 2014, porque no figuraba en los planes del entonces director técnico del equipo, Ramón Díaz.
Anoche se sumaron al festejo glorias de otros tiempos de River como Enzo Francescoli, Norberto Alonso, Marcelo Gallardo y Ariel Ortega, además de algunos integrantes del elenco de la serie televisiva El Marginal, donde actúa Mora. El ex árbitro Pablo Lunatti, con su histrionismo, condujo las acciones por demás entretenidas y divertidas.
"Agradezco a toda la gente por expresarme su cariño y lo mismo por el reconocimiento que siempre me brindaron todos los hinchas, y agradezco todo el apoyo que me ofrecieron los dirigentes del club, al igual a que a mis compañeros y mi familia", manifestó el ex delantero al despedirse del campo de juego, ese que nunca olvidará Rodrigo Mora, un goleador monumental.
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