Martes 22 de julio 2025

Ezequiel Cabrera, que perdió una pierna en un accidente, se sumó en la selección de básquet

Redaccion 27/12/2020 - 21.18.hs

El deportista pampeano Ezequiel Cabrera, que en 2019 sufrió la amputación de una pierna luego de protagonizar un accidente automovilístico, se sumó este mes a la selección pampeana de básquet sobre silla de ruedas que se está preparando para jugar la Liga Nacional en 2021.
Cabrera, nacido en General Pico y radicado desde chico en Salliqueló, se accidentó en febrero de 2019 a pocos kilómetros de Trenque Lauquen, donde en su condición de policía prestaba servicio en la patrulla rural. Pasando Pellegrini se durmió en su auto particular, que se estrelló contra un guardarrail y parte de la valla metálica se incrustó en el vehículo, provocándole una grave herida en su pierna izquierda. «Tengo grabada la imagen de mi pierna ensangrentada, colgando», le contó en una ocasión a LA CHUECA mientras recordaba su accidente.
Con sus últimas fuerzas llamó por teléfono a emergencias, se desvaneció y despertó en el hospital de Trenque Lauquen, donde le habían amputado su pierna y le habían salvado la vida luego de estar al borde de la muerte por perder unos cuatro litros de sangre.
Hasta ese momento, Cabrera, policía y guardavidas, había practicado deportes de manera amateur, especialmente fútbol. Jugaba como delantero en la reserva del Club Atlético Quenumá con varios compañeros pampeanos, muchos de ellos fundamentales a la hora de ayudarlo a rearmar su vida luego del accidente.
El propio plantel de fútbol lo impulsó a seguir vinculado al club, como asistente, y a fines del año pasado se dio el gusto de volver a pisar una cancha de manera oficial, jugando unos minutos en el encuentro entre Quenumá y El Ceibo de Casbas, por el Torneo Clausura de la Liga de Tres Lomas.
A modo de homenaje, con un permiso especial para jugar con muletas y ocho meses después de sufrir el accidente, Cabrera volvió a pisar una cancha como futbolista y hasta se dio el gusto de marcar un gol de penal. «Me saqué una mochila súper pesada. Lo que me planteé en enero, antes del accidente y mientras hacía la pretemporada con el equipo, hoy lo cumplí… Vestir esta camiseta», dijo aquel día. «Y ahora le digo a la vida que me retiro cuando quiero y como quiero, y no como el destino quiso», agregó minutos después de sentirse jugador una vez más.

 

Ahora básquet.
Más allá del fútbol, Cabrera, de 32 años, encontró en el atletismo otra de las pasiones de su nueva vida deportiva, participando en diferentes competencias tanto en la provincia de Buenos Aires como en La Pampa, especialmente en General Pico, ciudad en la que llevó adelante su rehabilitación.
Justamente en la localidad pampeana, en ocasión de una maratón, lo invitaron a sumarse a las prácticas del básquet sobre silla de ruedas de Pico FBC, y se entusiasmó con esta nueva disciplina. Comenzó a tomar clases en Salliqueló con el profesor Juan Schwab y fue llamado para formar parte del seleccionado provincial que se está preparando para jugar la Liga Nacional del año próximo.
En su condición de amputado, Cabrera completa un equipo que viene creciendo mes a mes con deportistas que tienen diferentes discapacidades oriundos de Santa Rosa, Toay, General Pico, General Acha y Victorica, y que tiene previsto comenzar a competir en enero contra un combinado de San Luis para intensificar su preparación de cara a la competencia oficial.
«Necesitaban un amputado para el equipo por el tema del puntaje y así surgió todo», le explicó Cabrera al sitio Veradia, de Salliqueló. Y se mostró feliz porque, en medio de su aprendizaje, ya se dio el gusto de jugar con un ex NBA.
Hace un par de semanas, Andrés «Chapu» Nocioni visitó el entrenamiento del seleccionado pampeano, dio una charla, contó su vida y algunas anécdotas, y luego se sentó en una silla para jugar un partido de igual a igual. Y Cabrera fue el privilegiado de disputar la pelota inicial con el Chapu, ex jugador de Chicago Bulls, Sacramento Kings y Philadelphia 76ers en la NBA; multicampeón con el Real Madrid en Europa y parte fundamental de la Generación Dorada de Argentina, que ganó el oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y fue subcampeona del mundo en Indianápolis 2002.
«Me gusta chocarme a veces con algo que no puedo hacer, con los desafíos. Ahora estoy entrenando para hacer triatlón individual, voy a seguir nadando en aguas abiertas y corriendo con la prótesis, y también me surgió la posibilidad de hacer lanzamiento de jabalina y bala», agregó Cabrera en Salliqueló, donde entrena y sueña con llegar lejos con el equipo pampeano de básquet adaptado.

 

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