Detuvieron al presunto autor del disparo
DT DE FERRO BALEADO
El entrenador de Ferro de General Pico, Mauricio Romero, se lamentó ayer por lo sucedido en Mendoza, donde fue alcanzado por una bala en un incidente entre barras durante un partido, al tiempo que agradeció por la posibilidad de "poder contar" lo que pasó y adelantó que se replanteará si sigue su carrera como director técnico de fútbol.
En su llegada a General Pico, el DT relató con crudeza lo que sufrió en carne propia y habló del "terror" que sintió en el momento de la balacera y al ser alcanzado por uno de los proyectiles.
Los incidentes se dieron el domingo en el partido entre Huracán Las Heras y Ferro, cuando el elenco mendocino ganaba 3 a 1 por la última fecha del Torneo Federal "A". Pasados los 30 minutos del complemento, una facción de la barra de Huracán intentó entrar al estadio para enfrentar a otro grupo e iniciaron una balacera hacia diferentes direcciones. En el campo de juego, Romero fue rozado por una bala en su axila izquierda y todo el estadio entró en pánico.
"Lo importante es que estoy bien y la puedo contar. Simplemente tengo un ardor en la zona por el roce de una bala", señaló ayer el DT del Verde tras arribar a Pico. "Lo sucedido realmente fue muy triste y las sensaciones son muchas; de bronca y miedo de encontrarte en un campo de juego con la magnitud del problema que hubo", comentó ante los medios.
Terror.
Al relatar los hechos, el ex futbolista de Lanús, Colón, Gimnasia, Morelia de México y los seleccionados juveniles argentinos, entre otros, utilizó la palabra "terror" para intentar graficar sus sensaciones.
"Las balas venían hacia el sector donde estábamos y le podría haber tocado a cualquiera; a nosotros o a los rivales. Se escuchaba el zumbido de las balas y eso era aterrador", dijo Romero.
"En un momento sentí un golpe en la zona de la axila y me asusté mucho; la primera intuición fue tratar de tocarme y ver que no tuviera nada, y nos fuimos al vestuario. En el momento del impacto sentí terror y la primera intuición era tocarme para ver si me había entrado la bala", recordó el DT.
"Lo importante es que hoy lo puedo contar; con mucho repudio y mucha bronca. Doy gracias a Dios que no fue una tragedia", agregó Romero, quien luego fue atendido para constatar su estado de salud. "Lo inmediato fue llamar a la ambulancia, me atendieron y me llevaron al hospital cercano, donde me notificaron que era un roce de bala. Fuimos a la comisaría más cercana a hacer la denuncia y también a la parte de médicos forenses para hacer todo el trámite legal. Determinaron lo mismo y coincidieron en que en tuve mucha suerte", explicó.
Replanteo.
"Fuimos a jugar un partido de fútbol importante y estábamos enfocados en eso. Se hablada de que es una cancha difícil, pero siempre se habla de esas cosas y uno nunca piensa que va a pasar una cosa tan grave como esta", destacó Romero al referirse a lo que se había dicho en la previa y lo que ocurrió con los incidentes, que involucraron a barras del equipo local.
"Verdaderamente preocupa porque es un problema que se viene viendo en los estadios de fútbol y ojalá que se tomen las medidas necesarias para que no haya hechos más graves. Lastima mucho porque uno va a trabajar, está haciendo lo que realmente le gusta, que es jugar al fútbol, y te encontrás con un contexto muy complicado y lamentable. No hay que esperar a que haya una persona muerta para que haya un cambio", advirtió.
Y en ese contexto, confió que hará un replanteo para definir si continuará o no vinculado a la actividad. "Es una situación que te hace replantear muchas cosas. Cuando terminé mi carrera como jugador me replanteé no seguir vinculado al fútbol; no porque no me guste, sino porque está rodeado de estas cosas. Estaba cansado de la parte fea, de la mugre del fútbol, pero después pasó el tiempo y me terminé volcando al fútbol como entrenador", contó. "Pero ahora te replanteás seguir en esta carrera si las cosas no cambian", cerró Romero.
"No fue una tragedia de casualidad".
"Lo que se vivió fue una locura, porque no solamente fue un disparo, sino muchos disparos", relató ayer Cristian Canuhé, uno de los jugadores de Ferro de Pico que estaba en la cancha y tuvo que correr a buscar refugio en medio de los incidentes.
"El árbitro paró el partido por la cantidad de disparos que se escuchaban y empezamos a sentir el sonido de las balas que nos pasaban cerca. De ahí la desesperación para ir al túnel, y vemos que cae Mauricio", recordó Canuhé sobre el momento en que es impactado el entrenador Romero. "Tratamos de levantarlo con Darío Portís (asistente) para llevarlo a resguardo, porque no podíamos revisarlo y no se sacaba la mano de la zona. Y cuando llegamos al túnel, él levantándose la remera para ver si tenía la bala adentro y los chicos que corrían y se tiraban de cabeza. Fue todo una locura, un momento indescriptible", señaló en su regreso a Pico, aún golpeado por la situación.
El mediocampista toayense insistió con que las consecuencias pudieron ser mayores por cómo se dieron los hechos. "Hay muchas cosas que ya normalizamos en el fútbol argentino, pero de ahí a disparos... Los disparos pegaron en el banco, y cuando le pegan a Mauricio había chicos atrás en el banco que tranquilamente podrían hacer sido impactados. No fue una tragedia de casualidad. No esperemos que sea una tragedia; hay que tomar medidas y buscar a los responsables", remarcó.
"Había tomado la decisión de terminar ya este año el fútbol...", dijo Canuhé como para confirmar que esta situación terminó de convencerlo. "Estas cosas te sacan las ganas. Cuando me fui le dije a mi nena que iba a jugar un partido con amigos, y ese partido con amigos mirá en qué terminó", se lamentó.
La vida no se negocia.
Mientras tanto, el Club Ferro Carril Oeste publicó un comunicado en sus redes manifestando su repudio y pidiendo medidas que vayan más allá de lo deportivo para evitar una tragedia.
"Los dirigentes de nuestro fútbol argentino deben tomar medidas ejemplificadoras que nos permitan seguir creyendo en este deporte. La sanción ya excede lo deportivo, requiriendo una decisión política que castigue con severidad los inusitados acontecimientos", expresó el club.
"Hoy más que nunca, aquellos que dirigen los destinos del fútbol deben marcarnos el camino con acciones para que nunca más vivamos una situación similar. Evitemos una tragedia, esta fue una advertencia... La vida no se negocia, menos aún, practicando un deporte", concluyó el comunicado.
Imputado por tentativa de homicidio.
Un joven de 19 años fue imputado ayer por tentativa de homicidio tras el episodio de violencia que afectó al entrenador de Ferro, Mauricio Romero. Se trata de Jesús Videla, imputado por el fiscal Mauro Perassi, quien lo acusa por el delito de "homicidio con dolo eventual en tentativa, agravado por el concurso premeditado de dos o más personas, por haber sido cometido en ocasión de un espectáculo deportivo y por el uso de arma, en concurso real con amenazas coactivas". En principio hubo ocho aprehensiones, pero este joven es el único que quedó detenido, aunque podrían sumarse más con el avance de la investigación.
Mientras tanto, el presidente de Huracán Las Heras, Rafael Giardini, aseguró ayer que no tenía "ganas de seguir" al frente del club. "No tengo ganas de seguir. En lo absoluto. No hay fuerzas. Contra esto no podés luchar", dijo el dirigente mendocino, que presentaría su renuncia. En tanto, el Consejo Federal ya trabaja en el caso para determinar la sanción deportiva, y se especula con la posibilidad del descenso de categoría hasta una suspensión para jugar en los próximos años.
El repudio del Gobernador.
El gobernador de La Pampa, Sergio Ziliotto, expresó ayer públicamente su repudio por lo sucedido en Mendoza con la delegación de Ferro y su entrenador. "Expreso mi absoluto repudio a la salvaje agresión sufrida por Ferro en Mendoza. Mi solidaridad con su DT Mauricio Romero, su plantel y toda la institución. Como se lo expresamos ayer (por el domingo) a sus dirigentes, el Gobierno de La Pampa está a su disposición", manifestó Ziliotto en su cuenta de Twitter, sumándose a muchísimas manifestaciones de rechazo a la violencia y de apoyo para el Verde, desde clubes colegas a la propia AFA.
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