La historia del automovilismo por las rutas pampeanas
Más de 130 autos de diferentes épocas desfilaron ayer por las rutas pampeanas y desembarcaron en Santa Rosa, donde terminó la primera etapa de la edición 2024 del Gran Premio Argentino Histórico de automovilismo, una competencia de regularidad que rescata y revaloriza al deporte motor de otros tiempos, recordando a los Grandes Premios de Turismo y Ruta de velocidad que supieron surcar las rutas de todo el país.
Las máquinas ingresaron a la capital pampeana por la ruta nacional 35 y cerraron la etapa en el Centro Cívico, donde una buena cantidad de público se acercó para saludarlos y sacarse fotos, especialmente con los tres binomios pampeanos en competencia.
La carrera de regularidad se había puesto en marcha en Capital Federal, con la etapa 1A, y ayer se corrió la 1B desde Junín hasta Santa Rosa, lugar al que arribaron la gran mayoría de los autos, ya que solo un puñado tuvo que abandonar por inconvenientes mecánicos.
Hoy, a las 8 de la mañana y desde la sede céntrica del ACA, todos los binomios iniciarán la segunda etapa, que unirá la capital pampeana con Neuquén.
Al día siguiente partirán a San Martín de los Andes, donde habrá un día de descanso; luego volverán a Neuquén para hacer el tramo Neuquén-Bahía Blanca, y el cierre será con el recorrido entre Bahía Blanca y Mar del Plata, donde culminará esta XXI edición de la carrera organizada por el Automóvil Club Argentino (ACA).
Orgullo.
Entre los 137 binomios que comenzaron la competencia en Capital hay tres pampeanos: Salvador Sancho Altolaguirre-Enrique Sancho (Fiat 128 modelo 1977, con el Nº 311) en la categoría C; Juan Alberto Gamba-Jorge Etchart (Fiat 1500, con el Nº 406) en la categoría D; Néstor Brienza-Germán Muñoz (coupé Torino, con el Nº 630) en la categoría E.
Ayer, tras la llegada al Centro Cívico santarroseño, Sancho Altolaguirre y Gamba se mostraron orgullosos de participar de esta histórica prueba y de poder hacerlo frente a su gente, debido a que el Gran Premio Argentino volvió a tierras pampeanas luego de una década.
"Fue una etapa durísima, especialmente por la salida de Buenos Aires, porque hay muchos que no están acostumbrados a andar por las autopistas con tanto tránsito y eso le agrega un nivel de estrés a lo que se vive en el auto. Pero más allá de eso, fue muy lindo todo y especialmente llegar a Santa Rosa y encontrarte con tu gente", expresó Sancho Altolaguirre mientras disfrutaba de charlas con familiares y amigos.
"Fue larguísimo, primero llegar hasta Junín y hoy hasta Santa Rosa, pero en nuestro caso tuvimos suerte porque los camiones que nos tocaron fueron en zonas abiertas y pudimos mantener el ritmo. Pero otros tuvieron que sufrir con camiones, casas rodantes...", agregó el local, al tiempo que celebró porque el Fiat 128 del '77 "anduvo muy bien y quedó entero para seguir en carrera".
A su turno, Juan Gamba, reconocido piloto de carreras de regularidad, reconoció que tuvieron "algunos problemitas al empezar", pero que después lograron encaminar el ritmo y "anduvo todo bien".
Gamba celebró la posibilidad de pasar por Santa Rosa y también se mostró feliz porque "tanto el auto, que es modelo 69, como el físico, porque tengo 79, anduvieron muy bien".
Historia.
"Este Gran Premio Histórico se inició a fines de los '90 para salvar un poco la historia del automovilismo de las mejores épocas", reflexionó Jorge Revello, vicepresidente segundo de la Comisión Directiva del ACA y director de la prueba.
"Son autos que corrieron desde el 36 hasta el 75, cuando se hacían los grandes premios en ruta de velocidad. Y esto es una forma de reflotar la historia y que no se pierda esa época dorada. Por eso se busca reinventar los grandes premios con la especialidad de regularidad, que es lo único que se puede hacer respetando las rutas y las normas de tránsito", explicó Revello, quien celebró que apenas dos o tres de los autos que largaron tuvieron que abandonar por desperfectos mecánicos.
Finalmente, el dirigente valoró el esfuerzo que hacen los participantes y destacó la importancia de esta competencia por todo el movimiento que genera, más allá de lo deportivo. "Son siete días de competencia, con seis etapas y 3.700 kilómetros de recorrido. Es mucho andar y todos sabemos que la inversión es muy alta por el coso que tienen hoy los hoteles, la gastronomía, la nafta y todo lo demás", cerró.
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