"No correspondía que dirija"

La presencia en la final del Torneo Provincial de fútbol femenino de un árbitro asistente que afronta un proceso judicial por abuso sexual, generó polémica en el ambiente deportivo y social. Desde diferentes sectores se cuestionó la designación del juez de línea, debido a que en agosto de este año había sido condenado por el Tribunal Oral Federal de Santa Rosa a tres años de prisión de ejecución en suspenso "por el delito de abuso sexual simple cometido en el 2018 hacia una soldada voluntaria en el Comando de la Brigada Mecanizada N°10 del Ejército Argentino", donde el acusado actuaba como cabo.

 

El acusado luego presentó un recurso de casación y, mientras la situación judicial sigue su curso, continuó con su otra actividad como árbitro de APAF, una de las asociaciones que dirigen en la Liga Cultural. En ese contexto, fue designado por su agrupación para integrar la cuaterna que actuó en la final del Provincial femenino entre Deportivo Centro Oeste y Deportivo Carro Quemado, que se jugó este domingo en la cancha de Sarmiento y terminó igualada sin goles.

 

"En la Liga no sabíamos que tenía una condena. Nadie nos notificó sobre la condena ni sobre el alcance de la misma", explicó ayer el presidente de la Liga Cultural de fútbol, Guillermo Rechimont. El dirigente recordó que la Liga no hace las designaciones nominalmente, sino que designa una agrupación y esta se encarga de nombrar a los árbitros.

 

"Más allá de eso, realmente desconocíamos la situación del asistente. Y si es así, no correspondía que dirija", reconoció Rechimont. "Aunque no tenga impedimento para dirigir, no es lógico", amplió el presidente culturalista, teniendo en cuenta que fue designado para una final femenina y que el hecho penal "fue cometido en el marco de violencia de género y también de violencia institucional", de acuerdo a lo que informó el Ministerio Público Fiscal en su momento.

 

Protocolo.

 

"Estamos trabajando en la creación de un Colegio de Arbitros para el año que viene", adelantó Rechimont al referirse a una modificación que habrá para regularizar las designaciones, y también recordó que "desde que se inició el fútbol femenino en la Liga se está trabajando para que no ocurran cuestiones como esta", aunque reconoció que "aún falta mucho".

 

En ese sentido, el presidente explicó que en la reunión de Mesa Directiva de hoy hablarán con la gente del Departamento de fútbol femenino por lo sucedido, y adelantó que la intención es comenzar a diseñar "un protocolo de actuación" en casos de violencia de género y violencia en general, en el que se tenga en cuenta a todos los actores del fútbol lugareño. Y que, entre otras cosas, servirá para alertar sobre diferentes cuestiones que permitirán evitar situaciones como la que se vivió este domingo.

 

"Nos basamos en lo arbitral".

 

Cristian Rubiano, reconocido árbitro nacional y presidente de la agrupación APAF, a la que pertenece el árbitro asistente cuestionado, destacó ayer que su designación para la final femenina se basó específicamente en su buen momento arbitral, y que no se tuvo en cuenta el proceso judicial por el que atraviesa.

 

"Venía jugando en un gran nivel arbitral", señaló Rubiano sobre el asistente. "Y el partido ameritaba que estén presentes los que mejor están", agregó.

 

"Él venía jugando partidos anteriormente, con continuidad, y nunca tuvimos ninguna objeción de la Liga ni de nadie. Este partido era muy importante y por eso fueron los que mejor estaban. E hicieron un gran trabajo", amplió.

 

"A la hora de la designación no tuvimos en cuenta el proceso judicial por el que está pasando y las repercusiones que podía tener. Nos basamos netamente en lo arbitral", insistió Rubiano, reconociendo que la designación fue de buena fe. Y en ese sentido señaló que si hubieran tenido en cuenta el proceso judicial, "tal vez no hubiésemos hecho tanto foco en el buen momento arbitral y hubiera sido diferente", admitiendo que si hubiesen advertido lo que se podía generar, quizás hubieran evitado la designación.

 

FOTO: La presencia en la final del Torneo Provincial de fútbol femenino de un árbitro asistente que afronta un proceso judicial por abuso sexual, generó polémica.