El oficio de capacitarse
EL CENTRO DE FORMACIÓN PROFESIONAL DE TOAY OFRECE SEIS TALLERES
El CPFP N° 14 tiene la particularidad de brindar el curso de Instalador de paneles solares fotovoltaicos, una propuesta que se suma a Mecánica, Herrería, Indumentaria, Construcción e Informática como posibilidades de aprender un oficio para uso particular o como una posible salida laboral.
Desde el taller del fondo llega el estruendoso rugir de un potente motor de un cuatriciclo que, luego de estar durante años sin circular, fue reparado y está listo para salir a los médanos o a alguna playa que bordee el Atlántico. Desde otra aula surgen algunos ruidos de cañitos que conectan el gas mientras que en la entrada que da a la vereda se escucha el sonido inconfundible de máquinas de coser que remiendan sin pausa. Y desde el techo también bajan voces y murmullos porque en el Centro Provincial de Formación Profesional N° 14 de Toay cada espacio tiene una utilidad para el aprendizaje, el trabajo y la convivencia. Un lugar que abre sus puertas para quien busca una oportunidad.
“Estamos terminando el segundo año de cursada del taller de Instalador de paneles solares fotovoltaicos. Tenemos dos paneles solares grandes en el techo que a su vez se dividen en cuatro más chicos además de los que tenemos en el aula. Cada alumno tiene su kit de herramientas para trabajar y el requisito para hacer el curso, además de haber cursado la escuela primaria y tener 18 años, es saber electricidad domiciliaria”, explica Sergio Fernández, profesor a cargo de Electricidad que también tiene a su cargo la enseñanza respecto a los paneles, un proyecto que el CPFP Nº 14 presentó en 2021 y con el que logró la financiación para la instalación de los dispositivos.
“Nuestro Centro se abastece de energía solar y el curso, desde que lo pusimos en marcha, ha tenido una gran demanda. El cupo es de diez personas y, como casi siempre se anotan más, se realiza un sorteo. La próxima inscripción será en febrero y las clases arrancarán en marzo”, adelanta Alicia Berterreix, directora del CPFP Nº 14 que se ubica en Boulevard Brown 1308 de Toay.
“Hasta hace un tiempo el Centro era la Escuela Monotécnica Nº 21 porque durante 25 años este edificio funcionó como una escuela técnica que brindaba distintos talleres y dependía del área de Educación Permanente de Jóvenes y Adultos. Cuando se crea la Subsecretaría de Educación Técnica, dependiente del Ministerio de Educación de La Pampa, se aglomeraron todas las escuelas técnicas y centros laborales pequeños y así surgieron los Centros Provinciales de Formación Profesional. En nuestro caso arrancamos bajo esta modalidad en 2018”, detalló Berterreix en diálogo con LA ARENA.
Leticia Lanzetti es la secretaria del CPFP N° 14 y resalta que tanto los directivos como el cuerpo docente viajan desde Santa Rosa pero tienen “un gran sentido de pertenencia, se trabaja realmente en equipo y eso genera un gran entusiasmo en la gente que viene a aprender. Hay un enorme compromiso y prácticamente no tenemos deserción. Es más, si faltan a alguna clase luego vienen a la que se programa como modo de recuperación”.
Desde la Dirección del Centro resaltaron también el valor que tuvo el respaldo logrado para el proyecto de los paneles solares.
“En 2021 se presentó el plan para obtener un crédito fiscal a través del INET (Instituto Nacional de Educación Tecnológica) para de esa manera poder abastecer al Centro con energía solar, además de las clases. Evaluaron las propuestas con especialistas, otorgaron calificación y luego aprobaron el financiamiento a quienes estaban mejor posicionados. Fuimos uno de los seis que se aprobaron en la provincia y el patrocinio estuvo a cargo de la Fundación Banco de La Pampa con el aval de otras instituciones”, remarcó Berterreix.
Aprendizaje.
María tiene 49 años y es una de las personas que cursa el taller para aprender sobre electricidad y paneles solares. Luego de varias inscripciones finalmente salió sorteada. “Hace tiempo que quería venir y por suerte me tocó este año. Estoy haciendo un departamento detrás de mi casa y quiero aprender sobre instalaciones, además es algo que me gustó siempre pero nunca me animaba por ese prejuicio de ser mujer y de que hay ciertos trabajos que son solo para hombres. Pero tanto el profe como los compañeros me dieron confianza, me saqué el miedo y está muy bueno porque así no dependés de un hermano, de un vecino o de llamar a un electricista. Se puede ser más independiente en ese sentido. Yo trabajo en la cárcel y venir al curso también me despeja y me hace bien”.
Luis tiene 42 años, trabaja en un comercio y en 2023 se recibió de Técnico en Gestión de Ingeniería en Energías Renovables. “Me sirve mucho anexarle el conocimiento sobre la instalación de paneles solares. Los fines de semana he salido a hacer trabajos, en algunos campos, de instalación de bombas solares, así que es una buena posibilidad para tener un ingreso extra”, subraya sobre una de las salidas posibles que se obtiene luego de la cursada.
Es viernes por la tarde y el atardecer toayense es una postal pampeana de sol, horizonte y caldenes. En el Centro de Formación Profesional cada alumno o alumna se concentra en su clase y en el aprendizaje de un oficio que puede ser una solución hogareña o una fuente laboral. O ambas. La elección y la necesidad es individual, pero la enseñanza está garantizada.
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