Ola de atentados en Irak
Al menos 18 personas murieron y 80 resultaron heridas ayer por la mañana en Bagdad y sus alrededores en una decena de ataques, incluido un atentado suicida que causó 12 muertos, según los servicios de seguridad iraquíes que responden al gobierno oficial.
Esta nueva ola de violencia pone en entredicho la capacidad de las fuerzas de seguridad iraquíes para asumir la seguridad del país, tres días después de los atentados contra la policía que dejaron 29 muertos en Kirkuk (norte) y a siete meses de la fecha prevista de retirada de las fuerzas estadounidenses.
Más de ocho años después de la invasión del país árabe por una coalición internacional liderada por Estados Unidos y Gran Bretaña, el ejército norteamericano sigue teniendo a 45.000 hombres en Irak, dedicados a la formación de las fuerzas iraquíes.
Por su parte, los últimos militares británicos abandonaron Irak este domingo. Gran Bretaña había anunciado esta semana el fin de la misión de formación llevada a cabo por la Royal Navy para entrenar a los iraquíes, poniendo fin a las operaciones militares británicas en este país. La mayoría de los soldados británicos desplegados en Irak ya había abandonado el país en julio de 2009, quedando unos pocos en el territorio.
Durante las primeras horas de ayer se produjo en simultáneos momentos la explosión de 12 bombas de fabricación casera y tres coches bomba, además de un atentado suicida.
El ataque más sangriento fue un doble atentado perpetrado hacia las 9.00 (3.00 de Argentina) en Taji, a 25 kilómetros al norte de Bagdad, que causó la muerte de 12 personas y dejo un saldo de 23 heridos, informó un responsable del ministerio de Interior que requirió el anonimato. Un responsable del ministerio de Defensa iraquí habló por su parte de 14 muertos y 28 heridos en este ataque.
El atentado comenzó por la explosión de un coche bomba, tras la cual un kamikaze hizo estallar los explosivos de llevaba sobre sí en el momento en que la policía, los socorristas y numerosas personas acudían al lugar. Ocho policías figuran entre los muertos.
En el sur de la capital, cuatro bombas de fabricación casera estallaron en una calle cercana a una comisaría, tras lo cual explotó un coche bomba matando en total a dos personas e hiriendo a 15, según el responsable del ministerio del Interior.
En el barrio desfavorecido de Ciudad Sadr, noroeste de Irak, una bomba estalló en un hospital causando dos muertos y siete heridos, mientras que otro atentado perpetrado en un mercado hirió a siete personas.
En el sector de Al Talbiya (norte) un coche bomba hizo explosión al paso de un convoy de un general del ministerio de Interior, matando a una persona e hiriendo a cinco más. Otro atentado cerca de la plaza Wasiq (centro) dejó un muerto y un herido.
En el este de la capital, seis personas resultaron heridas por una bomba al paso de una patrulla de policía y otras dos por dos artefactos explosivos de tipo caseros contra el vehículo de un empleado del mando de operaciones de Bagdad.
Estos atentados tuvieron lugar un día después de la muerte de siete personas en varios ataques en la provincia de Kirkuk, donde la lucha contra los grupos armados se ve complicada por la disputa entre el gobierno central y la región autónoma de Kurdistán, que se disputan hace tiempo este territorio.
Un alto responsable de Kurdistán se pronunció ayer a favor del mantenimiento de las fuerzas estadounidenses en Irak después de la fecha prevista para su retirada a finales de año, algo que genero una revuelta en el país.
"Si el gobierno de Bagdad y el Parlamento iraquí quieren retrasar (dicha retirada), nosotros estamos de acuerdo", afirmó el secretario general del ministerio de los Peshmergas (combatientes kurdos), Jabbar Yawar, en rueda de prensa en Erbil, capital de la región.
La violencia en Irak no es comparable con el nivel que alcanzó en 2006 y 2007 cuando eran frecuentes los choques Inter. confesionales, pero sigue siendo diaria. En total, 211 iraquíes perdieron la vida en atentados durante el mes de abril.
(AFP-NA)
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