Miércoles 21 de mayo 2025

Otra masacre golpea a Estados Unidos

Redacción 15/12/2012 - 04.12.hs
Un joven fuertemente armado abrió fuego ayer en una escuela primaria de Connecticut, noreste de Estados Unidos, en un ataque que dejó 27 muertos, entre ellos 20 niños y el atacante, informó la policía.
El portavoz de la policía estatal, teniente Paul Vance, confirmó que el atacante ultimó a 18 niños dentro de la escuela primaria de Sandy Hook, en Newton, de 27.000 habitantes, al noreste de Nueva York, en tanto otros dos murieron por heridas en un hospital.
Además perdieron la vida seis adultos, incluyendo alguien que viviría con el agresor, quien murió abatido por su propia mano o por disparos policiales, algo no esclarecido aún. Entre las víctimas estaría el director de la escuela, según medios locales.
Este incidente fue el segundo más trágico de los recurrentes tiroteos registrados en centros educativos de Estados Unidos.
Horas después de la masacre todavía no había pistas sobre los motivos del tiroteo en Newtown; el gobernador del estado, Dan Malloy, simplemente afirmó que "el mal visitó esta comunidad".
A la escuela de Sandy Hook asisten unos 600 niños de entre cinco y 12 años, según un canal local.

Armas de fuego.
Más temprano medios locales habían indicado que el presunto autor del tiroteo mató a sus padres y que habría utilizado al menos dos armas de fuego, una pistola semiautomática Glock y otra Sig Saeur.

 

Adam Lanza.
Según las primeras versiones, el tirador, identificado como Ryan Lanza, de 24 años, habría asesinado primero a su padre en casa y luego a su madre en el centro educativo, donde trabajaba la mujer.
Sin embargo, la cadena de televisión NBC reportó que el tirador muerto era Adam Lanza (20), y que la policía inicialmente le había confundido con su hermano Ryan, cuyo documento de identidad llevaba con él cuando ingresó a la escuela. El hermano sobreviviente estaba bajo custodia policial.
La mayoría de la muertes en el tiroteo, que habría comenzado alrededor de las 09:30 locales "tuvo lugar en una sección de la escuela, en dos salas", acotó Vance, detalle que sugiere que las pequeñas víctimas quedaron atrapadas y fueron blanco fácil de los disparos.

 

Obama
El presidente Barack Obama, que fue informado del tiroteo rápidamente, dijo con lágrimas en los ojos estar sumido en una "abrumadora pena" y prometió "acciones significativas" para poner fin a este tipo de tragedias.
El mandatario, que calificó el tiroteo de "crimen atroz", dijo que "la mayoría de aquellos que murieron hoy eran niños, preciosos niños, pequeños de entre cinco y 10 años".
Obama, que debió hacer varias pausas y respirar profundamente para poder seguir hablando, lamentó que esos niños perdieran "toda una vida por delante: cumpleaños, graduaciones, casamientos, hijos propios".
Entre los muertos también hay "maestros, hombres y mujeres que dedicaron sus vidas a ayudar a nuestros niños a cumplir sus sueños", agregó. "Nuestros corazones están rotos, por los padres y los abuelos, por las hermanas y los hermanos de estos pequeños niños y por las familias de los que se fueron", dijo.

 

Duelo.
También ordenó que por cuatro días se extienda el duelo con las banderas de la Casa Blanca, edificios oficiales y complejos militares ondeando a media asta, en honor a las víctimas.
La policía local fue alertada del tiroteo poco después de su inicio y pidió inmediatamente ayuda a la policía estatal, que también se hizo presente.

 

Michael Moore.
El director de cine estadounidense Michael Moore, muy comprometido en la lucha contra el porte de armas en Estados Unidos, juzgó ayer, tras el tiroteo en una escuela, que la única manera de "honrar" a las víctimas es exigir una "reglamentación estricta de las armas".
"La única manera de honrar a estos niños muertos es exigir una reglamentación estricta de las armas, un acceso libre a los cuidados psiquiátricos y el final de la violencia como programa de política pública", tuiteó el cineasta desde su cuenta @MMFlint.

 

Un argentino.
"Me fui a los EEUU para vivir más tranquilo", contó el argentino Santiago Baadbaty, cuyo hijo Austin acude a la escuela.
"Mi hijo estaba tenso, pero ahora se distrajo. Entiende lo que pasó, pero no sabe de la magnitud", contó. "Varias personas de mi trabajo, donde hay muchos médicos, me aconsejaron alejarlo del televisor y no hablar nada delante de él", agregó. (Télam y AFP-NA)

 


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