Observe hoy a Venus y Júpiter en su mayor "acercamiento" desde 1818
Ver “próximos” en el cielo a Júpiter y Venus es relativamente frecuente, pero hoy sábado 27 de agosto presenciaremos una conjunción muy especial ya que ambos planetas parecerán fusionarse en un solo objeto brillante justo después del atardecer. Se encuentran a tan solo 0,1º, una distancia aparente muy corta en las observaciones astronómicas.
La observación es muy sencilla, solo necesita mirar hacia el Oeste al atardecer. Será imposible no distinguirlo ya que serán los dos astros más brillantes del cielo en esa dirección.
Venus será el mas brillante con una iluminación del 92 por ciento de su disco planetario. Para los aficionados a la astronomía, Júpiter tendrá un diámetro de 31 segundos de arco y Venus 11″ de arco.
Aunque estas conjunciones pueden verse aproximadamente una vez cada año, la proximidad que mostrarán los planetas es muy poco común. No se había observado así desde 1818 y no podrá volverse a ver hasta 2065.
El fenómeno podrá observarse desde cualquier punto del planeta, aunque será más duradero en el hemisferio sur que en el norte.
CONJUNCIONES
Los planetas se encuentran en continuo movimiento, haciendo que su observación desde un punto concreto varíe en función del momento en que se mira, pudiendo llegar a formarse entre ellos una conjunción, que no es más que el fenómeno producido cuando dos cuerpos celestes se observan desde un tercero (la Tierra en este caso) en una misma longitud celeste.
Los observadores terrestres los vemos situados muy cerca, en algunas ocasiones casi como si estuviesen uno sobre el otro, aunque en realidad no lo estén.
MAS SOBRE JUPITER
Júpiter es el planeta con mayor masa del Sistema Solar: equivale a unas 2,48 veces la suma de las masas de todos los demás planetas juntos. A pesar de ello, no es el planeta más masivo que se conoce: más de un centenar de planetas extrasolares que han sido descubiertos tienen masas similares o superiores a la de Júpiter. Júpiter también posee la velocidad de rotación más rápida de los planetas del Sistema Solar: gira en poco menos de 10 horas sobre su eje. Esta velocidad de rotación se deduce a partir de las medidas del campo magnético del planeta. La atmósfera se encuentra dividida en regiones con fuertes vientos zonales con periodos de rotación que van desde las 9h 50m 30s, en la zona ecuatorial, a las 9h 55m 40s en el resto del planeta.
El planeta es conocido por una enorme formación meteorológica, la Gran Mancha Roja, fácilmente visible por astrónomos aficionados dado su gran tamaño, superior al de la Tierra. Su atmósfera está permanentemente cubierta de nubes que permiten trazar la dinámica atmosférica y muestran un alto grado de turbulencia.
Tomando como referencia la distancia al Sol, Júpiter es el quinto planeta del Sistema Solar. Su órbita se sitúa aproximadamente a 5 UA, unos 750 millones de kilómetros del Sol.
VENUS, EL LUCERO
Venus es el segundo planeta del sistema solar en orden de distancia desde el Sol, y el tercero en cuanto a tamaño, de menor a mayor. Al igual que Mercurio, carece de satélites naturales. Recibe su nombre en honor a Venus, la diosa romana del amor. Se trata de un planeta de tipo rocoso y terrestre, llamado con frecuencia el planeta hermano de la Tierra, ya que ambos son similares en cuanto a tamaño, masa y composición, aunque totalmente diferentes en cuestiones térmicas y atmosféricas. La órbita de Venus es una elipse con una excentricidad de menos del 1 %, formando la órbita más circular de las de todos los planetas; apenas supera la de Neptuno. Su presión atmosférica es 90 veces superior a la terrestre; es, por tanto, la mayor presión atmosférica de las de todos los planetas rocosos del sistema solar.
A pesar de estar situado más lejos del Sol que Mercurio, Venus posee la atmósfera más caliente, pues esta atrapa mucho más calor del Sol, debido a que está compuesta principalmente por gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono.
Este planeta además posee el día más largo del sistema solar: 243 días terrestres, y su movimiento es dextrógiro, es decir, gira en el sentido de las manecillas del reloj, contrario al movimiento de los otros planetas. Por ello, en un día venusiano el Sol sale por el Oeste y se oculta por el Este. Sus nubes, sin embargo, pueden dar la vuelta al planeta en cuatro días. De hecho, hace muchos años, antes de estudiar el planeta enviando a su superficie naves no tripuladas y estudiar su superficie con radar, se pensaba que el período de rotación de Venus era de unos cuatro días.
Al encontrarse Venus más cercano al Sol que la Tierra (es un planeta interior), siempre se puede encontrar en las inmediaciones del Sol (su mayor elongación es de 47,8°), por lo que desde la Tierra se puede ver solo durante unas pocas horas antes del orto (salida del Sol), en unos determinados meses del año, o también durante unas pocas horas después del ocaso (puesta del Sol), en el resto del año. A pesar de ello, cuando Venus es más brillante, puede ser visto durante el día, siendo uno de los tres únicos cuerpos celestes que pueden ser vistos de día a simple vista, además de la Luna y el Sol. Venus es normalmente conocido como la estrella de la mañana (Lucero del alba) o la estrella de la tarde (Lucero vespertino), y, cuando es visible en el cielo nocturno, es el segundo objeto más brillante del firmamento, tras la Luna. Por este motivo, Venus debió ser ya conocido desde los tiempos prehistóricos.
Sus movimientos en el cielo eran conocidos por la mayoría de las antiguas civilizaciones, adquiriendo importancia en casi todas las interpretaciones astrológicas del movimiento planetario. En particular, la civilización maya elaboró un calendario religioso basado en los ciclos astronómicos, incluyendo los ciclos de Venus. El símbolo del planeta Venus es una representación estilizada del espejo de la diosa Venus: un círculo con una pequeña cruz debajo, utilizado también hoy para denotar el sexo femenino.
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