Martes 10 de junio 2025

Ecuador elige entre seguir con el modelo socialista o girar a la derecha

Redacción 19/02/2017 - 10.09.hs

Cerca de 43.600 mesas electorales se abrieron hacia las 7 (hora local) de este domingo en Ecuador para recibir el sufragio de 12,8 millones de electores que designarán al nuevo presidente para el período 2017-2021.
En los comicios, que concluirán diez horas después, también serán elegidos un vicepresidente, 137 miembros de la unicameral Asamblea Nacional y cinco parlamentarios andinos.
Los ecuatorianos eligen este domingo entre seguir con el modelo socialista del presidente saliente, Rafael Correa, o dar una giro a la derecha, la tendencia que se está imponiendo en la región.
Marcadas por la delicada situación económica y una campaña electoral inusualmente insípida, ensombrecida con acusaciones de corrupción, estas elecciones generales son, según los sondeos, las más reñidas y con mayor número de indecisos de los últimos años en el país andino.
"Lo que está en juego son dos visiones de la sociedad, dos visiones del desarrollo, dos visiones de Estado", ha dicho en varias ocasiones Correa, el carismático y polémico economista que desde 2007 ha liderado el período más estable de la historia reciente ecuatoriana.
Su ausencia y la golpeada economía tras el fin de la bonanza petrolera, que le sirvió para modernizar el país y elevar sus índices de desarrollo, abren grandes interrogantes en estos comicios.
¿Podrá el desgastado correísmo ganar en la primera vuelta, como hizo Correa en sus dos últimas presidenciales?, ¿Habrá segunda vuelta, prevista para el 2 abril?, ¿Podrá mantener su movimiento, Alianza País, la mayoría en la Asamblea Legislativa?
Ninguno de los ocho candidatos se perfila en las encuestas para ganar en el primer turno, para lo que se necesitan un 40% de los sufragios y 10 puntos de ventaja frente al segundo más votado.

 

Dos modelos opuestos.
Los ecuatorianos votarán muy condicionados por el deterioro de la dolarizada economía, producto según el Gobierno, de factores externos como la debacle petrolera, la devaluación de monedas vecinas, el fortalecimiento de la divisa estadounidense o los altísimos costes del terremoto del pasado abril.
La oposición, en cambio, ve una posibilidad de atizar el descontento de las clases medias y bajas, que hablan de derroche y mala gestión.
Lenín Moreno, el ex vicepresidente cuyo estilo conciliador contrasta con el temperamental Correa, representa el continuismo de un sistema que combina un disparado gasto social con altos impuestos y elevado endeudamiento.
El ex banquero Guillermo Lasso y la ex diputada Cynthia Viteri, situados políticamente en la derecha conservadora, prometen fomentar la inversión extranjera y bajar los impuestos para estimular el consumo y la producción nacional. (AFP)

 

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