Ejercicios de defensa en Venezuela
Durante la madrugada de ayer, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) desplegó “una fase superior” del Plan Independencia 200, destinado a fortalecer las labores de comando, control y comunicaciones para la defensa integral de la Nación. El operativo de ejercicio se mantendrá durante toda la jornada y finalizará hoy, informó el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López.
Mediante un comunicado de prensa, precisó que el plan involucra el despliegue masivo de medios terrestres, aéreos, navales, fluviales y misilísticos, y la participación de los sistemas de armas y unidades militares. Además del Ejército, participan la milicia bolivariana, los órganos de seguridad ciudadana y los comandos para la defensa integral, que permitan “enfrentar las amenazas imperiales”, en alusión a las recientes agresiones que Estados Unidos perpetró en el mar Caribe.
El despliegue venezolano coincide con la llegada del portaaviones más grande del mundo, USS Gerald R. Ford, que se sumó a las fuerzas del Comando Sur apostadas en las costas del Caribe. La embarcación lleva a bordo más de 4.000 marineros y docenas de aviones tácticos.
“Guerra del pueblo”.
Al anunciar este operativo, Nicolás Maduro aseguró que a cualquier agresión o ataque armado contra Venezuala recibirá una respuesta categórica de las FANB y del pueblo organizado en milicias, asentado en la tesis de la “guerra de todo el pueblo”, una estrategia que le permitió al Ejército Popular de Liberación de Vietnam derrotar militarmente a Estados Unidos a pesar de la evidente asimetría en términos de poderío bélico.
“Pretendemos alcanzar el punto óptimo de preparación del Estado ante la amenaza, con el objetivo de enfrentar y mantener los derechos constitucionales que permitan la continuidad del libre y normal funcionamiento de las actividades ciudadanas de nuestro pueblo”, explicó uno de los oficiales de la Región Estratégica de Defensa Integral (REDI) Occidental, entrevistado por la televisión venezolana.
Escalada bélica.
En agosto, Estados Unidos desplegó frente a las costas de Venezuela cinco buques de guerra, un submarino, aviones de combate y tropas, con el supuesto objetivo de luchar contra el narcotráfico. A partir de entonces inició una cacería que incluyó bombardeos contra presuntas narcolanchas que provocaron decenas de muertos.
Aunque no presentó pruebas ni sustentó sus imputaciones con evidencias, Washington acusó al presidente venezolano de liderar un supuesto cártel del narcotráfico, y la fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, duplicó la recompensa por información que conduzca a su arresto.
A mediados de octubre, Trump reconoció haber autorizado a la CIA para realizar operaciones encubiertas en territorio venezolano. Caracas cuestionó la verdadera razón de los operativos y consideró que las acciones y presiones de estadounidenses
Esa postura fue defendida en las Nacones Unidas por el representante permanente de Rusia ante las Naciones Unidas, Vasili Nebenzia, quien en una reunión del Consejo de Seguridad afirmó que la presencia militar estadounidenses en el Caribe es una “campaña descarada de presión política, militar y psicológica contra el gobierno de un Estado independiente”.
También el alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, condenó los bombardeos sobre pequeñas embarcaciones, y los expertos de la ONU advirtieron que resultan “meras ejecuciones sumarias”, contrarias al derecho internacional consagrado.
El barco más grande.
El USS Gerald R. Ford es el mayor portaaviones de Estados Unidos y del mundo. Tras recibir la orden de Donald Trump, se sumó ayer al despliegue militar del Comando Sur en el Caribe. Según un comunicado de la Armada, la embarcación fue enviado por el secretario de Guerra, Pete Hegseth, para cumplir la orden presidencial de “desmantelar las organizaciones criminales transnacionales y contrarrestar el narcoterrorismo en defensa de la Patria”.
Según el vocero del Pentágono, Sean Parnell, el portaavion “reforzará la capacidad de los Estados Unidos para detectar, monitorear y desbaratar actores y actividades ilícitas que comprometan la seguridad y la prosperidad de la Patria”.
El Gerald R. Ford arribó a las costas venezolanas con más de 4.000 marineros a bordo y portando docenas de aviones tácticos. El portaaviones tiene capacidad para “catapultar, lanzar y recuperar simultáneamente aviones de ala fija en su cubierta de vuelo, de día o de noche, en apoyo de las operaciones asignadas” y su presencia “aporta activos de combate adicionales capaces, letales y adaptables”.
(RT-Ambito)
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