Miércoles 12 de noviembre 2025

Ninguna víctima era integrante de Comando Vermelho

Redacción 12/11/2025 - 00.32.hs

Un relevamiento incluido en el informe oficial sobre la operación contra el Comando Vermelho, confirmó que ninguno de los 70 miembros identificados por los fiscales fue abatido durante la operación militar. El imponente operativo desarrollado en la zona norte de Río de Janeiro dejó un saldo de al menos 121 muertos y un centenar de arrestados.

 

El gobernador de Río de Janeiro, Cláudio Castro, consideró “un éxito” al operativo policial más sangriento de la historia brasileña. Sin embargo, un relevamiento oficial demostró que ninguna de las 117 personas asesinadas figuraba entre los 69 sospechosos nombrados por los fiscales en la orden que autorizó el procedimiento.

 

Solo cinco de las personas identificadas en la denuncia penal fueron arrestados ese día y ninguno era líder de alto rango, según una revisión del informe policial completo compartido con la Corte Suprema de Brasil.

 

El operativo, denominado Operación Contención, movilizó a unos 2.500 efectivos y se desarrolló en los barrios de Alemão y Penha, una semana antes de la llegada de líderes mundiales a la cumbre climática de las Naciones Unidas COP30.

 

La estrategia policial consistió en infiltrar las favelas y cerrar accesos con agentes del Batallón de Operaciones Especiales (BOPE), para impedir la huida de los sospechosos a través del bosque conocido como Mata da Pedreira. En esa zona se habrían registrado los enfrentamientos más violentos y presuntos actos de tortura y ejecuciones, denunciados por vecinos que acudieron a rescatar los cuerpos.

 

“Una masacre”.

 

Según el informe policial, solo un líder intermedio de la banda fue arrestado sin que se produjeran disparos, y las principales figuras del Comando Vermelho, entre ellas su líder Edgar Alves de Andrade, alias Doca, permanecen en paradero desconocido. Luego del procedimiento, calificado como “una masacre” por el presidente Lula da Silva, los residentes de las favelas alinearon decenas de cuerpos en las calles, evidenciando del caos generado por la operación.

 

Según la policía, los fallecidos eran presuntos narcotraficantes que se enfrentaron a las fuerzas de seguridad y varios voceros aseguraron que el 95% de las personas asesinadas “tenían vínculos” con el Comando Vermelho. No obstante, los últimos informes contradicen esas versiones.

 

El presidente Luiz Inácio Lula da Silva, calificó ayer como una “masacre” la megaoperación policial y cuestionó el procedimiento de las fuerzas de seguridad: “es muy importante examinar las circunstancias en las que sucedió”, dijo. Además, describió a la operación como “desastrosa”. “La cruda realidad es que, en términos del número de muertos, algunos pueden considerarla un éxito. Pero, desde el punto de vista de la actuación del Estado, creo que fue desastrosa”, lamentó.

 

Lula impulsará una investigación paralela y también evalúa que los peritos de la Policía Federal intervengan en el proceso. “Veremos si es posible que los expertos participen porque hay muchos relatos y mucha información que verificar”, concluyó.

 

(Ambito)

 

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