Falleció el represor Nicolaides
Redacción 24/01/2011 - 01.54.hs
El ex jefe del Ejército e integrante de la cuarta Junta Militar de la dictadura Cristino Nicolaides murió en Córdoba a los 86 años y sus restos fueron cremados ayer, confirmó ayer su abogado Alejandro Zeverín. Nicolaides conformó, junto a Rubén Oscar Franco y Augusto Jorge Hughes, la cuarta Junta Militar que asumió el poder tras la Guerra de las Malvinas y que también integró el presidente Reynaldo Bignone.
El represor nacido en la ciudad de Córdoba el 2 de enero de 1925 cumplía arresto domiciliario por una causa por violación a los derechos humanos y en marzo próximo iba a ser nuevamente enjuiciado.
Sin embargo, su abogado, Alejandro Zeverín, confirmó que su cliente "murió anoche (por el sábado) tras una complicación pulmonar" y agregó que sus restos fueron velados y cremados.
Nicolaides iba a ser sometido a juicio el 7 de marzo por el Tribunal Oral Federal 6 de Capital Federal por 33 casos de apropiación de menores en la causa conocida como "Plan Sistemático", en la que también están imputados Jorge Rafael Videla, Reynaldo Bignone y otros cuatro acusados. Pero, al igual que como ocurre cuando fallece un imputado, el represor cordobés será sobreseído de todas las causas en las que estaba acusado.
En 2007, Nicolaides fue condenado a 25 años de prisión por los secuestros y las desapariciones de miembros de Montoneros entre 1979 y 1980, en el primer juicio contra militares tras la derogación de las denominadas leyes del perdón.
Entonces, se convirtió en el primer jerarca de la dictadura en ser condenado en 21 años, desde que en 1986 fue sentenciado a prisión perpetua el ex jefe de la Policía bonaerense, Ramón Camps. En ese juicio, el represor y otros ex militares fueron encontrados culpables de los delitos de asociación ilícita en concurso real con privación de la libertad calificada, apremios ilegales, secuestros, torturas y desapariciones.
Sus víctimas fueron los militantes montoneros Silvia Tolchinsky, Julio César Genoud, Lía Mariana Guangiroli, Ángel Carbajal, Verónica María Cabiglia, y Ricardo Marcos Zucker, hijo del actor Marcos Zucker.
En las audiencias orales se revelaron detalles del fusilamiento de Zucker, por orden de Nicolaides, mientras el resto de las víctimas permanece desaparecido, a excepción de una sobreviviente.
El grupo se encontraba en el exilio pero en 1979 y 1980 regresaron al país para realizar acciones armadas y de propaganda, en la autodenominada "contraofensiva" de Montoneros, alentados por los jefes Mario Firmenich y Fernando Vaca Narvaja, que se quedaron viviendo en Europa.
Pero antes de asumir como jefe del Ejército y miembro de la última Junta Militar, tras la guerra contra Gran Bretaña y hasta el advenimiento de la democracia, el represor había comandado el Tercer Cuerpo de Ejército, con asiento en Córdoba, y los Institutos Militares, con sede en Campo de Mayo.
Desde allí, según las causas que investigó la Justicia, Nicolaides tuvo participación en el llamado Plan Cóndor, la articulación de los servicios de inteligencia de las dictaduras del cono sur. Asimismo, los organismos defensores de los derechos humanos acusaron a Nicolaides de haber sido quien dio la orden de quemar los archivos de la represión ilegal, donde pudo haberse hallado registro del destino de gran cantidad de personas que permanecen desaparecidas y de la identidad de centenares de niños robados. (DyN)
El represor nacido en la ciudad de Córdoba el 2 de enero de 1925 cumplía arresto domiciliario por una causa por violación a los derechos humanos y en marzo próximo iba a ser nuevamente enjuiciado.
Sin embargo, su abogado, Alejandro Zeverín, confirmó que su cliente "murió anoche (por el sábado) tras una complicación pulmonar" y agregó que sus restos fueron velados y cremados.
Nicolaides iba a ser sometido a juicio el 7 de marzo por el Tribunal Oral Federal 6 de Capital Federal por 33 casos de apropiación de menores en la causa conocida como "Plan Sistemático", en la que también están imputados Jorge Rafael Videla, Reynaldo Bignone y otros cuatro acusados. Pero, al igual que como ocurre cuando fallece un imputado, el represor cordobés será sobreseído de todas las causas en las que estaba acusado.
En 2007, Nicolaides fue condenado a 25 años de prisión por los secuestros y las desapariciones de miembros de Montoneros entre 1979 y 1980, en el primer juicio contra militares tras la derogación de las denominadas leyes del perdón.
Entonces, se convirtió en el primer jerarca de la dictadura en ser condenado en 21 años, desde que en 1986 fue sentenciado a prisión perpetua el ex jefe de la Policía bonaerense, Ramón Camps. En ese juicio, el represor y otros ex militares fueron encontrados culpables de los delitos de asociación ilícita en concurso real con privación de la libertad calificada, apremios ilegales, secuestros, torturas y desapariciones.
Sus víctimas fueron los militantes montoneros Silvia Tolchinsky, Julio César Genoud, Lía Mariana Guangiroli, Ángel Carbajal, Verónica María Cabiglia, y Ricardo Marcos Zucker, hijo del actor Marcos Zucker.
En las audiencias orales se revelaron detalles del fusilamiento de Zucker, por orden de Nicolaides, mientras el resto de las víctimas permanece desaparecido, a excepción de una sobreviviente.
El grupo se encontraba en el exilio pero en 1979 y 1980 regresaron al país para realizar acciones armadas y de propaganda, en la autodenominada "contraofensiva" de Montoneros, alentados por los jefes Mario Firmenich y Fernando Vaca Narvaja, que se quedaron viviendo en Europa.
Pero antes de asumir como jefe del Ejército y miembro de la última Junta Militar, tras la guerra contra Gran Bretaña y hasta el advenimiento de la democracia, el represor había comandado el Tercer Cuerpo de Ejército, con asiento en Córdoba, y los Institutos Militares, con sede en Campo de Mayo.
Desde allí, según las causas que investigó la Justicia, Nicolaides tuvo participación en el llamado Plan Cóndor, la articulación de los servicios de inteligencia de las dictaduras del cono sur. Asimismo, los organismos defensores de los derechos humanos acusaron a Nicolaides de haber sido quien dio la orden de quemar los archivos de la represión ilegal, donde pudo haberse hallado registro del destino de gran cantidad de personas que permanecen desaparecidas y de la identidad de centenares de niños robados. (DyN)
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