Advierten que los ajustes en el agro tendrán "consecuencias catastróficas"
La decana de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires, Adriana Rodríguez, cuestionó duramente los recortes presupuestarios y la reestructuración de organismos clave del sector agropecuario impulsados por el Gobierno nacional, advirtiendo que las medidas “van a tener consecuencias catastróficas” en la producción, la biodiversidad y la seguridad alimentaria de la Argentina.
En diálogo con Splendid AM 990, Rodríguez explicó la relevancia del Instituto Nacional de Semillas (INASE), actualmente en riesgo de disolución: “La función principal del INASE es hacer cumplir la Ley de Semillas y Creaciones Fitogenéticas. Evalúa y certifica la calidad de las semillas que siembran los productores. Sin este organismo, nadie garantiza que una semilla tenga el poder germinativo, la pureza y la calidad que se declara”.
“Además –agregó–, se encarga de inscribir nuevas variedades, garantizar que cumplan con los requisitos técnicos y fitosanitarios, y asegurar que lo que se comercializa responda a lo que se promete. Esto es clave para los productores y también para las exportaciones. Sin ese control, se pone en riesgo toda la cadena productiva”.
Rodríguez también señaló el papel fundamental de los bancos de semillas, tanto del INASE como de las universidades y el INTA, para resguardar la biodiversidad ante desastres climáticos. “Estos bancos conservan material genético valioso que puede perderse por sequías, inundaciones o plagas. Son una herramienta de resiliencia ambiental y estratégica para el país”.
La decana advirtió que, al igual que el INASE, el INTA también está siendo desmantelado institucionalmente. “Lo primero que hizo el Gobierno fue modificar el directorio del INTA. Eliminó a los representantes de las entidades agrarias y de las universidades, dejando al Ejecutivo con mayoría absoluta. Esto implica que van a hacer lo que se les ocurra, sin control ni diálogo federal”, denunció.
Para Rodríguez, estas decisiones tienen un sesgo ideológico y un fuerte desconocimiento del funcionamiento territorial del sistema agropecuario argentino. “Tanto el INASE como el INTA tienen presencia en todo el país y trabajan con productores grandes, medianos y pequeños. Los pequeños productores hortícolas, que abastecen a las grandes ciudades, dependen completamente de la asistencia técnica del INTA”, remarcó. “El INTA AMBA, por ejemplo, fue eliminado, a pesar de que venía haciendo un trabajo formidable con los cinturones verdes que alimentan a millones de argentinos”.
Consultada sobre las motivaciones del Gobierno, Rodríguez fue categórica: “Yo creo que hay un grado muy alto de desconocimiento. No se entiende que estas instituciones no solo garantizan la calidad de lo que se produce, sino que previenen la entrada de enfermedades que pueden arruinar cultivos enteros. Si eso pasa, no vamos a poder exportar y el país perderá una de sus principales fuentes de dólares”.
Además, desmintió los argumentos presupuestarios utilizados para justificar el ajuste: “El INASE es autosustentable. Cobra por los servicios que presta, por las inscripciones de nuevas variedades y por las multas a los incumplimientos. Incluso, hay momentos en los que tiene excedentes. Es falso que se lo cierre por cuestiones de déficit”.
La académica también manifestó su preocupación por el éxodo de profesionales y científicos. “Estamos perdiendo talentos formados durante 10 o 15 años. Muchos investigadores están dejando las universidades porque no pueden seguir en la actividad. Los están captando el sector privado o directamente se van al exterior. Eso es irrecuperable en el corto plazo”, lamentó.
Por último, dejó una advertencia contundente: “Estamos poniendo en riesgo la seguridad alimentaria de todos los argentinos. También estamos afectando la posibilidad de generar divisas por exportaciones agroalimentarias. Estas decisiones no solo son erradas: pueden ser irreversibles”. (NA)
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