La aerolínea de bajo costo, Flybondi volvió a tener una muy mala semana y entró en un ranking internacional más que incómodo.
La empresa privada canceló nada más ni nada menos que 28 vuelos en apenas 7 días, a razón de 4 vuelos por día. Así, la empresa aérea dirigida por Mauricio Sana ocupó los últimos puestos de un ranking internacional. Quedó entre las seis peores lineas aéreas del mundo.
El dato se conoció después de lo ocurrido en la madrugada del jueves: un vuelo de Flybondi debió realizar un aterrizaje de emergencia en Ezeiza luego de sufrir un desperfecto técnico cuando volaba a Córdoba desde Aeroparque.
Poco después de despegar, y cuando se encontraba volando entre Campana y San Antonio de Areco, debió desviarse imprevistamente hacia el aeropuerto de Ezeiza por un desperfecto técnico. Antes de aterrizar, la aeronave realizó varias vueltas sobre el aire para liberar la mayor parte del combustible, como indica el protocolo en estos casos en los que se prevé un aterrizaje de emergencia, que finalmente se produjo sin que se registre ningún herido.
Desde Flybondi sostuvieron que el vuelo se desvió "debido a una novedad técnica". Si bien no aclararon en qué consistió esa "novedad técnica", sumaron: "Cabe aclarar que en ningún momento se declaró en emergencia".
Esta situación se enmarca en un contexto de mayor espacio a las líneas low cost, garantizado por el Gobierno nacional en su cruzada contra Aerolíneas Argentinas. A inicios de noviembre, el Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (ORSNA) anunció nuevas asignaciones de posiciones de estacionamiento nocturno en el Aeropuerto Internacional Jorge Newbery (Aeroparque), con las que le quitó la exclusividad a Aerolíneas Argentinas para darle más lugar a que JetSmart y Flybondi accedan a más lugares de los que tenían hasta el momento.
La medida, que entró en vigencia este viernes 1° de noviembre, forma parte de un esfuerzo conjunto con la Secretaría de Transporte del Ministerio de Economía y el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, para “poner fin al monopolio” que, de acuerdo con el organismo, mantenía Aerolíneas Argentinas en la infraestructura del aeropuerto.
Se trata de un nuevo embate del Gobierno en contra de la propia línea de bandera, en medio del conflicto salarial con los pilotos y los intentos de avanzar en el Congreso con la privatización de la empresa. (NA/El Destape)
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