Las importaciones impactan en la industria alimenticia
La industrial de alimentos comienza a crujir con las políticas económicas de la gestión libertaria. Una producción que cayó en ocho de los últimos once meses, cierre de plantas e importaciones en aumento se transformaron en un combo que encendió las alarmas en el sector.
Un artículo publicado por Ambito Financiero precisó que la división de Alimentos y Bebidas es la que tiene una mayor incidencia sobre el Índice de Producción Industrial (IPI) que mide el Indec. “Si bien es uno de los pocos sectores industriales que, en el acumulado de la era Milei, muestra una variación positiva, entre noviembre de 2024 (último pico) y octubre de 2025 acumula una caída del 5,3%”, advirtió.
La dinámica del agro, las exportaciones y el nivel de demanda interna son los factores que inciden en la producción. Sin embargo, añadió el escrito, los números muestran que el boom de importaciones también podría estar afectando la actividad a nivel local.
En ese sentido, se hizo eco de un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), donde se plantea que las importaciones de Bienes de Consumo (BC) alcanzaron entre enero y septiembre de este año un récord desde el inicio de la serie, en 2004. Dentro de esta categoría, la mayor parte fue explicada por el ingreso de productos alimenticios.
“Concretamente, las compras en este rubro representaron unos u$s1.373,7 millones, lo cual significó un alza del 49,4% en comparación con el mismo período de 2024. Asimismo, el salto fue del 77,4% en relación a 2023”, agregó.
Boom de importaciones.
En diálogo con el citado medio, desde CEPA aclararon que “dicho número no contempla a aquellos productos listos para el consumo final como alimento o bebida pero que no forman parte de alguna rama industrial. Tales son los casos, por ejemplo, de las bananas, el café y las paltas, tres bienes que suele importar Argentina pero que son categorizados dentro de la actividad agrícola”.
Esos tres productos mencionados las importaciones crecieron un 54% anual en el acumulado de 2025 hasta octubre, versus mismo período del año previo, según un relevamiento de este medio en base a datos de INDEC. Esto equivale a un gasto adicional de divisas de u$s212,5 millones.
“Dentro de la industria alimenticia, las producciones más relevantes son las de panificados y pastas, molienda de soja y cereales, bebidas no alcohólicas, carnes, lácteos y vinos. En algunos de estos segmentos también se identifican efectos de la política de apertura comercial del Gobierno”, amplió Ambito.
De acuerdo con los datos del Injdec, las compras externas correspondientes al capítulo "Carnes y despojos comestibles" se dispararon 430% anual en lo que va de 2025, para pasar de unos u$s46 millones a unos u$s246 millones. Sobre este punto, el informe del CEPA resaltó que, por lo menos hasta septiembre, Swift aparecía como la segunda importadora (detrás de Quickfood), "con un crecimiento descomunal que supera el 4.000% respecto de 2023, cuando prácticamente no importaba nada".
También fue relevante el aumento interanual del 104% en el capítulo de panificados y productos de pastelería, donde las compras pasaron de u$s55 millones a u$s112 millones. Para el segmento de panificados, CEPA subrayó los incrementos de tres dígitos en Coto y Fargo, así como el de Carrefour, compañía que en 2023 no registraba importaciones en estos productos.
En la lista también apareció Mondelez, firma que a comienzos de este mes paralizó su producción en General Pacheco, anunciando adelanto de vacaciones, reducción de relevos, readecuación de turnos y menor uso efectivo de capacidad instalada. A mitad de año, la empresa que fabrica galletitas, chocolates y golosinas para marcas como Oreo, Shot o Sugus, ya había acusado una "situación crítica" debido a la "presión a importaciones más competitivas y a la baja del consumo interno, factores que elevaron sus costos y redujeron la rotación de productos".
En términos generales, el CEPA identificó que 291 empresas de la industria alimenticia que no traían productos de otros países en 2023, en 2025 sí lo hicieron. En paralelo, algunas compañías que ya compraban al exterior ahora diversificaron considerablemente su canasta de importaciones, destacándose los casos de Ferrero, Carrefour y Bonafide.
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