"Podemos volver a ser la Argentina que fuimos", dijo CFK

A pesar de la gran expectativa previa, Cristina Fernández evitó dar definiciones sobre su futuro electoral y convocó a "convertir el 17 de noviembre el Día del Militante por Argentina. No necesitamos militantes de un partido sino de la Argentina", dijo, al concluir el extenso discurso que ofreció ayer, durante un multitudinario acto celebrado en Estadio Unico de La Plata por el Día de la Militancia.

 

Su única referencia a una eventual candidatura fue una respuesta al unánime clamor de la militancia, que la interrumpió varias veces al grito de "Cristina presidenta". Luego de dejar que la vitorearan respondió con una cita de Juan Domingo Perón: "todo en su medida y armoniosamente". Otra frase que podría interpretarse en clave electoral, aludió al futuro del país: "podemos volver a hacer esa Argentina, porque ya la hicimos, pero la gente tiene que decidir si quiere volver a esa Argentina". Para ello, el país necesita "una dirigencia política compenetrada con el mundo, porque necesitamos imperiosamente discutir estas cosas en lugar del agravio permanente y la estigmatización", aclaró.

 

En cuanto a las elecciones de 2023, consideró que "se pueden ganar. Pero para eso es necesario que los argentinos tiren para el mismo lado. Si no es así, nuestro país será difícil para cualquiera", advirtió.

 

"Quebraron el pacto".

 

También aludió al intento de magnicidio del 1º de septiembre y ratificó sus críticas al comportamiento de la oposición y "el partido judicial". "Ese día se quebró aquel pacto democrático: el de respetar la vida. Y ésta sí es una obligación de todas las fuerzas políticas: volver a reconstruir ese acuerdo, separando al lenguaje del odio. Ningún partido político puede volver a aceptar esto de desear la muerte al otro solo porque piensa diferente. Sería retroceder a etapas pre democráticas", afirmó.

 

En su discurso, que duró unos 50 minutos, reivindicó sus dos mandatos y la gestión de Néstor Kirchner, recordando la recuperación del salario real y su participación en el producto bruto. "Dicen que mi segundo mandato fue malo. Fue malo para los angurrientos, para los que nada les alcanza. Pero entonces el salario permitía llegar a fin de mes, ahorrar y vacacionar. No me vengan a decir que hace 70 años que estamos mal", aclaró.

 

Y recordó que durante un acto junto a Alberto Fernández, en 2020 en el mismo escenario, anunció que "íbamos a crecer mucho, pero había que alinear precios, salarios y tarifas para que ese crecimiento no se lo llevaran cuatro vivos". Y comentó que ahora escucha "como una gran novedad" la propuesta de privatización de Aerolíneas Argentinas, por parte de "una fuerza política no tan novedosa que dice que los '90 fueron lo mejor de la historia. Dicen que son lo nuevo, pero acá lo único nuevo somos nosotros que cambiamos la Argentina después de la crisis de 2001", subrayó.

 

"Debate berreta".

 

También convocó a "terminar con debates absurdos sobre la seguridad", que definió como "una deuda que ningún partido político ha podido solucionar". "Terminemos con ese debate berreta de los mano dura o los garantistas. Si para algo sirvió lo que me pasó fue para demostrar que, cuando estuvieron en el Ministerio de Seguridad los mano dura le pusieron una Miss Argentina a la política de seguridad", recordó, en referencia a Carolina Gómez Mónaco, directora de la Escuela de Inteligencia Criminal durante la gestión de Cambiemos.

 

Y reiteró su llamado a "olvidar los partidos políticos por una vez en la vida y discutir en serio el tema de la seguridad, en nombre de todas las víctimas, sus familiares y deudos", porque el orden que tanto pregonan "es que el padre o la madre salgan a trabajar, los pibes vayan al colegio y todos coman en su casa y no en los merenderos, la escuela o los comedores".

 

Para eso señaló la necesidad de "avanzar en gran acuerdo entre todos los partidos políticos para que las fuerzas de seguridad respondan a las fuerzas civiles. Las fuerzas de seguridad son una parte de la solución, pero también son parte del problema si no se subordinan al poder civil".

 

Finalmente, pidió también "un gran consenso económico donde no todos opinaremos igual, pero que sirva para abordar los graves problemas que tiene Argentina", y concluyó que "cuando la sociedad sabe, se empodera, y no hay mejor ayuda para un gobierno nacional y popular que la sociedad sepa hacia dónde vamos y por qué hacemos las cosas que hacemos".