Por la crisis se consume menos vino
Según datos publicados por el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), durante los primeros nueve meses de 2024 los argentinos consumieron 12 litros de vino per cápita, cifra que reflejó una caída del 1,9% en comparación al mismo período de 2023, cuando se contabilizaron 12,24 litros por argentino. El organismo estima que esa marca será todavía menor en 2025 como consecuencia de una baja generalizada de consumo que ha provocado una notable reducción de las ventas en lo que va del año.
La vitivinicultura, industria principal de región cuyana, atraviesa una compleja situación por una caída del consumo, provocada por la pérdida de poder adquisitivo de los argentinos. El vino no resulta un producto de primera necesidad como la carne y la leche, cuya demanda también disminuyó, y se percibe con mayor claridad el menor consumo.
“Sin rentabilidad”.
“Al haber derogado el marco legal que protegía los abusos de posición dominante, mediante la ley que impedía vender sin contratos formales, vemos que el sector entrega sus uvas sin precio ni forma de pago establecida, y el gobierno provincial no hace absolutamente nada frente a esto”, sostuvo el diputado provincial Jorge Difonso, de la Unión Mendocina, un frente opositor a Alfredo Cornejo.
Además del menor consumo, otras situaciones complican la producción de vino en forma directa. “Las pymes agroindustriales siguen sufriendo presión tributaria extrema, con aumento de costos, tarifas e insumos, que dejan sin margen de rentabilidad o rentabilidad negativa a los eslabones más débiles, que son los productores y pymes”, añadió el legislador.
El sector también se vio afectado por la apertura de las importaciones, ya que los precios terminan adecuándose a los valores de vinos importados, especialmente de Chile.
(Ambito)
Artículos relacionados