Jueves 25 de abril 2024

"Vinimos buscando paz y consuelo"

Redacción 19/01/2022 - 01.02.hs

A dos años del conmocionante crimen de Fernando Báez Sosa (18), asesinado a golpes a la salida de un boliche en Villa Gesell, sus padres visitaron por primera vez el sitio de la tragedia, y desde allí reclamaron "justicia y una pena ejemplar para los culpables". "Buscamos un poco de paz, de consuelo y pedimos a los jueces que apliquen una justicia ejemplar y los culpables paguen por lo que hicieron" dijo Silvino Báez a pocos metros de la puerta de Le Brique, donde el 18 de enero de 2020 su hijo fue asesinado por un grupo de rugbiers porteños.

 

"Venir juntos acá es levantar un poco y fortalecernos para llegar de pie al juicio. No es nada fácil, cada día que pasa es peor. No hay, ni existe día en que deje de llorar a mi hijo. Lo mataron de una manera tan cruel que estar aquí, donde estuvo vivo por última vez, es muy fuerte para mi", agregó Graciela Sosa, mamá de Fernando.

 

Ambos llegaron pasadas las 13:15 y caminaron lentamente para dejar dos macetas con flores junto al árbol donde su hijo murió hace dos años, y allí rezaron una oración frente a unas 50 personas que los acompañaron. Finalizada la plegaria, cuando Graciela golpeó el piso y rompió en llanto, mientras pedía "justicia por mi hijo", las personas convocadas allí gritaron consignas como "Fernando presente" y "perpetua para los asesinos".

 

"Lo extrañamos demasiado, Fernando era todo para nosotros. En este momento, cuando se cumple un año más de su asesinato, con la fuerza de nuestros amigos que nos están cuidando, tratamos de seguir adelante", agregó Silvino.

 

"Amor para todos".

 

Los padres de Fernando llegaron a Villa Gesell en un ómnibus y se hospedaron en la casa de unos amigos, padres de un compañero de escuela primaria de Fernando. "Fue la primera vez que vi el mar, hubiera sido distinto si estuviera Fernando", dijo conmovida Graciela.

 

Antes de presentarse juntos en la escena del crimen, habían hecho una visita a solas durante la madrugada, en el momento exacto del fallecimiento. "Fuimos al lugar donde murió Fernando, a la hora que ocurrió. Era impresionante la cantidad de policías que había. Nos dio mucha bronca porque si hubiera estado esa misma (de policías), no hubieran matado a Fernando", sostuvo la mujer.

 

"Después de rezar volvimos enseguida porque empecé a temblar. Se me presentaba todo lo que había visto en los videos. Fue una tristeza muy grande" agregó.

 

Por la tarde, a partir de las 19, se realizó un acto de homenaje multitudinario con representantes de cinco religiones: católica, anglicana, judía, musulmana y mormona. Los líderes religiosos dieron discursos y formularon distintas citas y referencias de los distintos credos, alusivas a la consigna "paz y justicia contra la violencia".

 

También Silvino y Graciela expresaron unas breves palabras y reiteraron juntos las palabras de la convocatoria: "amor para todos, odio para nadie".

 

Juicio oral.

 

Por el crimen de Fernando permanecen detenidos en la Alcaidía de Melchor ocho jóvenes: Romero Máximo Thomsen (22), Ciro Pertossi (21), Luciano Pertossi (20), Lucas Pertossi (22), Enzo Comelli (21), Matías Benicelli (22), Blas Cinalli (20) y Ayrton Viollaz (22). Están imputados por "homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas", delito que prevé prisión perpetua, y serán juzgados a partir del 2 de enero de 2023 en los tribunales de Dolores.

 

Según la fiscal Verónica Zamboni, los rugbiers "acordaron darle muerte" y para ello "distribuyeron previamente sus roles", luego de que "tuvieran un altercado, minutos antes, en el interior del local bailable". El episodio fue registrado en video por cámaras de seguridad y varios testigos, lo que permitió identificar rápidamente a los sospechosos, detenidos horas más tarde en la casa que alquilaban.

 

(Télam)

 

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