Miércoles 24 de abril 2024

Docencia emprendedora

MELINA WEINMEISTER TIENE SU MARCA DE CARTERAS Y SU ATELIER

Redaccion Avances 13/11/2021 - 11.32.hs

A través de “Nieka” fabrica y vende bolsos, carteras y otros productos mientras que en “Lienzo” enseña corte y confección, moldería y otros secretos relacionados a la indumentaria.

 

Mesas de gran tamaño, reglas, bancos como si fuesen pupitres, un pizarrón. Todo se parece a un aula solo que en lugar de carpetas y fibras hay máquinas de coser que sirven para confeccionar prendas, para aprender, para tener un oficio y tener la oportunidad de generar un emprendimiento propio. Eso es “Lienzo”, un lugar donde se enseña y se aprende, y allí es donde Melina encontró su lugar y donde su sonrisa se expande al contar los detalles de lo que hace cada día.

 

“Esto me encanta, lo que tiene que ver con la parte docente, docente entre comillas porque me faltarían muchos pasos para llegar a serlo, pero lo de transmitir conocimientos me gusta mucho y sobre todo ver los resultados cuando las personas terminan sus proyectos y se encaminan solas. Es algo muy gratificante”, resalta Melina Weinmeister, una santarroseña de 36 años que a través de su atelier “Lienzo” enseña corte y confección a grupos de todas las edades. En total son unas 50 personas las que pasan por los distintos turnos en que se dividen las clases.

 

Pero antes de “Lienzo” Melina supo crear su propia marca, esa que le permite vender carteras, bolsos, billeteras, cartucheras y distintos productos que se destacan por su originalidad y calidad. Por un diseño exclusivo que es el que tiene “Nieka”.

 

“Desde siempre me gustó la costura, mi abuela era modista, así que desde chica anduve entre retazos y empecé a hacer cosas. Después, por un tiempo, estuvo un poco dormida esa parte hasta que en 2010 me entusiasmé y retomé: me compré la primera máquina, empecé a hacer bolsos y carteras y en ese momento trabajaba en una zapatería así que renuncié y me dediqué a hacer mis cosas. De a poco fui incorporando todo lo que es corte y confección y por casi seis años estuve dando clases en una escuela de diseño. Hasta que en julio de este año renuncié y me dediqué a mi taller”, puntualiza Melina, convencida de cada paso que dio hasta convertirse en una emprendedora de tiempo completo.

 

El nombre “Nieka” tiene su historia particular. “Somos tres hermanas y teníamos la costumbre de decirnos, cuando una veía linda a la otra, ‘estás hecha una ñeca’, abreviando muñeca, porque cuando hablamos entre nosotras somos de acortar las palabras. Así que pensando el nombre para mis productos se me cruzó eso y finalmente quedó Nieka”.

 

Melina vende sus bolsos, carteras, cartucheras, bolsos de viaje, billeteras, neceser, a quienes la contactan de forma particular (su WhatsApp es 2954  290991) pero también en las distintas ferias que se hacen en la ciudad.

 

“Estuve con mi stand en el paseo que se armó recientemente para la Fiesta Nacional del Teatro y ahora ya estoy preparando todo para la Feria del Regalo de fin de año. Por suerte tengo mucha demanda, la gente busca los productos y la devolución que hace después es muy positiva”, sostiene.

 

Taller.

 

En su taller del barrio Butaló, Melina enseña moldería, costura creativa, lencería. Unas 50 personas componen un alumnado que incluye a niños y niñas, jóvenes y adultos. No llegan solo desde esta ciudad sino también de otras localidades como Macachín y General Acha. “Y también a través de la virtualidad porque tengo una alumna de Arata y otra de Río Gallegos”.

 

“Además de enseñar corte y confección u otras cosas acompaño a emprendedoras en cuestiones como compras de materiales, organización y demás. Siempre pienso que si yo hubiese tenido eso cuando empecé me hubiese evitado un montón de pasos, por eso me parece importante brindar un apoyo también en ese sentido”, señala Melina.

 

“Para mí está buenísimo que chicos y chicas puedan aprender un oficio y salgan de acá con sus propios emprendimientos. Es difícil conseguir las máquinas porque son caras, entonces la idea es confeccionar lo que quieras con la máquina que tengas en tu casa. Hay mucha gente que va viendo qué quieren hacer y eligen moldería porque puede ser una salida laboral, lo mismo corte y confección”.

 

Un “equipo”.

 

Melina llega a la mañana a “Lienzo” y pasa allí gran parte del día. Hoy es su gran prioridad y donde parece sentirse más a gusto, con la “docencia” como eje de un emprendimiento que se multiplica a través de las manos e ideas que acuden allí para generar sus propias iniciativas.

 

“Hoy me encanta lo que estoy haciendo con Lienzo y me insume muchas horas al día, pero con Nieka van de la mano, se complementan. Las billeteras de diseño, por ejemplo, se venden muchísimo, he trabajado con emprendedoras que piden para regalos empresariales. Mi pareja Mariano hace las matrices y es de gran ayuda, él me dio todo el apoyo y somos un gran equipo junto a Sara”, puntualiza Melina y dirige su mirada a la niña de 7 años que ya es una más dentro del taller, una compañía que su mamá disfruta y valora.

 

Hoy, con la pandemia en pleno retroceso, las actividades presenciales reverdecen y el cara a cara tiene su “revancha” después de tanto encierro. “Fue complicado al principio, pero me fui adaptando a la virtualidad y la verdad es que aprendí muchas cosas que por ahí no tenía en cuenta. Es fundamental ir aprendiendo e incorporando cosas porque si no te quedás y te devoran los que vienen detrás”, advierte alguien que si justamente algo no hace, es quedarse quieta. Es Melina, una hacedora de emprendimientos propios y ajenos.

 

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