Lunes 29 de abril 2024

El encanto artesanal

Redacción 13/04/2024 - 00.06.hs

Yael Leva tiene un emprendimiento poco común: bajo su marca “HL” fabrica y vende distintos productos de cestería nórdica. Trabaja tres líneas diferentes con algodón, yute y algodón y cuero. Comercializa hacia distintas provincias.

 

“Estoy enamorada de mi emprendimiento y de mis productos. Y eso la gente que se los lleva, lo percibe. Es hermosa esa energía”, asegura Yael y sus ojos se abren más grandes. El lenguaje corporal es la señal inequívoca de que sus palabras expresan ese sentimiento por lo que hace, productos elaborados de manera cien por ciento artesanal y que trascienden los límites de la provincia. Porque “HL Cestería” creció rápidamente y por eso su mentora se anima a soñar con lo que se viene.

 

“Empecé hace un año y medio, me costó muchísimo al principio porque fui totalmente autodidacta, veía videos en otros idiomas así que fueron como siete meses de inversión, de prueba y error constante, fue duro arrancar. La cestería nórdica no es muy habitual en nuestro país entonces requirió un esfuerzo grande, pero hoy puedo decir que dio sus frutos y lo estoy disfrutando a full, con cada cosa que hago”, resalta Yael Leva que, a sus 34 años, logró poner en marcha un emprendimiento propio que no solo funciona sino que le genera satisfacciones personales de manera permanente.

 

“El mejor termómetro de lo que hacés es ver la reacción de la gente que te compra y se lleva tus cosas, y ahí lo que se percibe es el amor que yo le pongo a todos los productos que salen de ‘HL’, porque más allá de lo económico y de lo que significa montar un proyecto así lo que vale es lo que queda, lo que vos le entregás a alguien, y en mi caso son cosas que quedan, de la vida cotidiana; entonces eso es muy valioso para mí”, asegura Yael, que recibe consultas y pedidos en el número de contacto (2954) 567575 y en sus redes donde también se puede ver todo el catálogo de sus productos y las novedades que genera en la medida que fabrica nuevos artículos.

 

Cestos, posavasos, cuencos, platos, espejos. En “HL” hay una gran variedad de productos hogareños y para diferentes usos. Todo elaborado con materias primas de excelente calidad y con la garantía de buenos precios porque la idea de Yael es vender por volumen y así llegar a distintos puntos del país.

 

“Vendo de las dos maneras, minorista y mayorista, y desde que arranqué fue creciendo la demanda desde otros lugares. Por ejemplo en nuestra provincia vendo a Alpachiri y Eduardo Castex, además de Santa Rosa, y a otras localidades de la provincia de Buenos Aires como Carlos Casares y un pueblito llamado Quiroga; también en la capital entrerriana de Paraná, en Mendoza, en Neuquén. En esos casos me hacen compras mayoristas así que salen bultos grandes de hasta 50 productos en algunas oportunidades. Hoy las redes te permiten llegar a lugares impensados y así la demanda crece y se multiplica, siempre que trabajes bien, por supuesto. El mercado es muy grande y variado, entonces tenés que diferenciarte de alguna manera y mi apuesta es por la calidad, la originalidad y el precio”, explica la joven emprendedora.

 

Camino propio.

 

Yael nació y se crió en Intendente Alvear y cuando finalizó el colegio secundario se instaló en Santa Rosa para estudiar en la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional de La Pampa (UNLPam). A sus 20 años ingresó a trabajar a una cadena nacional de heladerías, luego a un supermercado, más tarde en una concesionaria de autos y después en Pampacryl. En medio de ese sendero laboral fue madre de Valentino (9) y de Bautista (3) mientras la llama emprendedora se iba haciendo cada vez más luminosa.

 

“Me interesó muchísimo todo lo que era cestería nórdica y me puse a estudiar porque requiere una técnica particular: cómo sostener el cordón, dónde poner el dedo, encontrar el cordón correcto. Fui aprendiendo y también me especialicé en calcular cuántos hilos se necesitan para cada cesto. Soy muy detallista, si armo un producto y no quedo conforme lo desarmo todo y lo vuelvo hacer hasta que me convenzo que está bien hecho”, remarca Yael.

 

En “HL” se consiguen productos en forma redonda u ovalada y en tres estilos diferentes: realizados con algodón, con yute y con algodón y cuero. “Fui mucho a las distintas ferias de emprendedores y una vez que armé un circuito de clientes y de pedidos le empecé a dedicar el máximo tiempo posible a la producción porque siempre trato de tener stock. Por otro lado tengo un trabajo en relación de dependencia con un horario determinado, así que entre esa demanda, mis hijos y la casa tengo que llevar adelante ‘HL’, pero es lo que me fascina”, dice sin dudar y con una sonrisa de satisfacción.

 

Alfombras.

 

El crecimiento y consolidación que tuvo el proyecto de Yael desde que se puso en marcha le permite a su mentora ilusionarse con más, por eso ya planea ampliar la oferta de productos.

 

“Voy a empezar a trabajar con alfombras de yute, mucha gente las prefiere porque, a diferencia del algodón, no se ensucian. Por supuesto que sueño con tener mi local propio de ventas pero hay que ir de a poco, el contexto es difícil pero hay que avanzar acomodándose a la situación y buscar las mejores opciones. Si se combina precio y calidad la gente responde, y acá cada cliente sabe que además del producto se lleva una partecita de mí porque yo le pongo el máximo amor. Sé que son cosas y productos que acompañan la vida cotidiana de quién los compra y eso significa una satisfacción enorme”, resalta.

 

En la cestería nórdica la principal técnica es la costura a máquina, se trata de unir cordones a través de una puntada específica que ofrecen las máquinas de coser para crear distintos objetos, que además de ser útiles son decorativos.

 

“Mis productos salen con muchos detalles que hacen el todo, porque las manijas son de cuero, les pongo una florcita, una bolsa. Creo que es un todo lo que permite darle una identidad y un estilo a tu marca y la gente lo reconoce. Además creo que el valor agregado es la impronta que le pongo a lo que hago, es un trabajo cien por ciento artesanal y eso le da una distinción diferente”, afirma Yael, creadora de costuras que abrazan y cobijan, que decoran y se convierten en una caricia para el bienestar diario.

 

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