"Liberar insectos es una necesidad"
Andrea M. D'Atri *
Ingeniera agrónoma y Master en Ciencias por la Universidad de Michigan, Estados Unidos, Dora Carmona estuvo en Santa Rosa dictando un curso de posgrado sobre manejo integrado de plagas. Fue invitada por la cátedra de Zoología Agrícola de la Facultad de Agronomía de la UNLPam que está a cargo de la doctora Estela Baudino, también especializada en el estudio de los insectos.
"Mi tema en el curso es el manejo de plagas pero con estrategias alternativas a la aplicación de insecticida y para disminuir el impacto ambiental negativo que tienen en el ambiente los agroquímicos y hacer, específicamente, control biológico de plagas", explicó a La Arena del Campo en oportunidad de su visita.
La finalidad del control biológico es poder conservar los insectos benéficos, de hábito carnívoro ya que se alimentan de las plagas herbívoras que atacan a los cultivos agrícolas. "Tenemos aliados naturales como recurso ecosistémico, entonces se trata de manejar en la conservación de esos enemigos naturales en la producción agrícola".
Los términos a veces confunden. Cuando se habla de "manejo de plagas", no se sabe muy bien a qué se hace referencia. Dora aclara que "el manejo integrado lo que hace es integrar estrategias a la (estrategia de la) aplicación de químicos, porque siempre hay muchos sistemas que se manejan en base a insumos nada más". Quiere decir que muchos productores usan los agroquímicos como única alternativa de control de plagas, aplican el químico sin tener en cuenta densidades y muchas veces lo hacen en forma preventiva, contra plagas y contra malezas. De hecho, los comercios venden paquetes tecnológicos ajustados para las aplicaciones de insumos.
Por el contrario, en control biológico, "la vía es la conservación de los enemigos naturales y la primera estrategia es usar adecuadamente los insecticidas", -dice la especialista-, porque los enemigos naturales son insectos, entonces un insecticida mata tanto a la plaga como al enemigo natural".
Usos adecuados.
La fórmula debería ser: Elegir bien el insecticida, estar seguro de la dosis, la densidad y la frecuencia de uso, y que sea sólo si efectivamente hay plaga. Y tener en cuenta que el químico elimina la plaga pero también al enemigo natural, por lo cual "se trata de exponerlos lo menos posible a los insecticidas".
"Si no aplicáramos insecticidas se produciría un equilibrio natural, pero cuando el hombre aplica el insecticida mata la plaga y al enemigo natural, por eso una forma de regular esto es haciendo monitoreos", comenta Dora y es contundente su primera afirmación; hace saber que el uso de agroquímicos conlleva otros peligros.
Y prosigue la investigadora: "El monitoreo consiste en revisar el cultivo para plagas -insectos, hongos, malezas-, con registros semanales, para ir teniendo idea de abundancia de plaga y cómo es el crecimiento de esa plaga. Y cuando la densidad poblacional es peligrosa, uno recién ahí puede tomar la decisión de aplicar el insecticida. Esa es la primera estrategia, aplicar adecuadamente, elegir bien. Hay algunos productos de banda verde, de menor toxicidad para los enemigos naturales, así que combinando el monitoreo con el uso de insecticida de banda verde, disminuye la incidencia y la cantidad de aplicaciones".
-¿Hay tendencias, en control biológico, a no usar ningún insecticida?
D.C.: -Hay tendencias de mercado, hay productos con etiqueta que dicen Manejo Integrado de Plagas (MIP); en esa integración la producción convencional es sólo con insecticida, es lo que se vende siempre y tradicionalmente, frutas, verduras, soja, todo lo que se produce convencional. (Es distinto) si hay una producción donde incluís una liberación de un enemigo natural, que se compran los insectos y se liberan, o conservás las malezas alrededor con flores para que las avispitas parásitas de insecto puedan tener un refugio donde ir cuando se cosecha el cultivo y permanecer ahí hasta el próximo cultivo. Generalmente el productor tiende a eliminar las malezas. Cuando se cosechan los cultivos, los enemigos naturales van a tener ahí insectos para comer. La plaga va a estar eliminada por el insecticida o va a migrar, pero es una oportunista, cuando venga el nuevo cultivo va a reaparecer, pero el enemigo natural va a tener un desfasaje en tiempo y si no tiene alimento no se reproduce. En cambio, la plaga vuelve porque el hombre le da alimento constantemente.
-¿En qué lugares se están poniendo en práctica estos métodos de liberación de insectos o de mantener las malezas junto con los demás cultivos?
D.C.: En Europa se reducen las tasas impositivas a los productores que conservan los bordes con malezas por este sistema de conservación de enemigos naturales. También ahora en Argentina los enemigos naturales se compran, hay una empresa que compra insumos biológicos e importa insectos en cajita, se hace en producción de tomate y pimiento para el control de trips. Se está usando por ejemplo en Corrientes, es una chinche, la ponen en el análisis del costo de producción y es más económico en el costo económico y también ambiental. Y entonces agregan plantas aromáticas para que cuando la chinche controla la plaga, tenga adonde ir. Pero en cultivos intensivos es más fácil.
-¿Qué ocurre con los insectos en el gran área que ocupa la soja?
D.C.: -Hay una simplificación muy grande del paisaje con la soja, está cambiando el uso de la tierra, la gente del Inta Oliveros que es la zona sojera por exelencia, ha hecho un estudio y tratado de reorganizar estos corredores verdes biológicos que no se cosechan pero es muy difícil por la extensión de la soja. El INTA viene desde hace diez años viendo qué hacemos con esa área tan simplificada, para devolver los enemigos naturales y otros recursos del ecosistema, el suelo por ejemplo. Han llegado con proyectos a la Cámara de Diputados pero ahí quedan. Como investigadores lo que vemos es que en esta etapa es cuando más dinero hubo para agricultura sustentable, pero paradógicamente se ha producido una simplificación altísima del paisaje, porque si bien le llaman agriculturalización, es sojización. Si fueran diez especies no habría problema, pero es el modelo de la soja. Eso es lo que uno siente como investigador, que si bien hay más recursos para la agricultura sustentable, las políticas públicas han derivado en una simplificación de paisaje que es muy difícil volver a retomarlo.
-¿Los productores buscan adoptar el control biológico de plagas como tecnología?
D.C.: -La liberación de insectos para controlar es una necesidad que de a poco se adopta. La opción está comprobado que es rentable y por supuesto, conviene para la conservación del ecosistema. Quien hace producción hortícola bajo cubierta está introduciendo la liberación de enemigos naturales para tener la etiqueta (de orgánico y ecológico), pero el problema son los productores convencionales de agricultura extensiva.
* Redacción de La Arena.
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