Miércoles 17 de abril 2024

El campeón no dejó ninguna duda

Redacción 26/07/2011 - 04.29.hs

Uruguay se convirtió ayer en el país más ganador del ámbito sudamericano, al consagrarse campeón de la Copa América Argentina 2011 con una goleada sobre Paraguay por 3-0, ante unas 50.000 personas en el estadio de River Plate. Los goles de los delanteros Luis Suárez (11m.PT) y Diego Forlán, dos veces (41m.PT y 44m.ST), sumaron la decimoquinta conquista continental, con la que superó las 14 acumuladas por Argentina. Uruguay, semifinalista del último Mundial Sudáfrica 2010, festejó por tercera vez un título en el país, que se anexa a los alcanzados en 1916 (primera edición) y 1987 (también en el Monumental).
Cuatro tiros de esquina, varios revolcones del arquero Justo Villar y un penal no sancionado, por mano de Néstor Ortigoza, en apenas siete minutos. Con ese ímpetu arrollador salió Uruguay en la final de la Copa América, que no ganaba desde 1995. No sorprendió, entonces, que Suárez, a los 11 minutos, concretara la apertura del marcador con un remate bajo al palo derecho del arquero, después de quedar en posición de gol favorecido por un rebote en un disparo de Diego Forlán.
Paraguay, tácticamente retrasado, recién salió del agobio rival pasado el primer cuarto de hora cuando su línea de cuatro volantes pudo terciar en el dominio de la pelota. De todas formas, la imprecisión en ese sector, especialmente de Ortigoza, le impidió progresar en ataque, donde Nelson Haedo Valdez y Pablo Zeballos quedaron neutralizados por la recia defensa uruguaya.
El dato más alentador para los paraguayos fue los cuatro amonestados que sumó Uruguay en el lapso de paridad de un primer tiempo dominado por el fútbol y el aguerrido espíritu "charrúa". A los 31 minutos, el seleccionado "celeste" recuperó la profundidad cuando Villar le tapó un mano a mano a Forlán, lanzado a la carrera, tras una buena habilitación de Suárez.
Enseguida, el jugador del Liverpool inglés avisó con un derechazo a la cara externa del arco y de inmediato Forlán probó nuevamente la seguridad del arquero con una volea del pique al suelo. Y un nuevo error de Ortigoza, que perdió una pelota cerca de su propia área, dejó a Forlán -habilitado por Egidio Arévalo Ríos- de cara su primer gol en la copa, que concretó su típico zurdazo venenoso.

 

Definido.
La sensación de partido definido sobrevoló el estadio durante todo el segundo tiempo, más allá de algún arresto ofensivo de Paraguay, que adelantó 15 metros su línea media para jugar en campo rival. Nelson Haedo Valdez pudo descontar a los 10 minutos pero Fernando Muslera y su travesaño, en la misma jugada, frustraron el grito "guaraní".
Pese a cambiar sus mediocampistas externos, Paraguay no encontró la fórmula para abrir el esquema táctico de Uruguay, que se escalonó con inteligencia e incluyó a Edinson Cavani como tercer delantero con funciones de contención por la banda derecha.
Mientras los 10.000 paraguayos se entusiasmaban con el "¡Sí, se puede!" en cada pelota detenida; las 30.000 gargantas "celestes" bramaban frente a cada intervención del enorme Forlán, quien reafirmó la jerarquía que lo distinguió como el mejor de Sudáfrica el año pasado.
Sin alteraciones en el juego, el final del partido estuvo acompañado por el "dale campeón" hasta que el rubio delantero consiguió su segundo tanto para el delirio del Monumental, otra vez escenario de gloria uruguaya, como sucedió 24 años atrás. (Télam)

 


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