Sabado 21 de junio 2025

Testigos dicen que conducía alcoholizado

Redacción 15/10/2009 - 01.13.hs

La segunda jornada del juicio contra Juan Pablo Tripputi, en la Cámara en lo Criminal 1, estuvo signada por los dichos encontrados de las jóvenes que viajaban en la camioneta cuando ocurrió el siniestro vial en el que falleció Damián Gonzalo Rodríguez, el 25 de enero de 2004. Romina Alles y Marina González Háberkon fueron careadas por pedido de la querella. Los otros cuatro testimonios, junto al de Alles, complicaron al joven, acusado de homicidio culposo.
Los camaristas Carlos Mattei, Abel Depetris y Graciela Martín estuvieron al frente del juicio, y la fiscalía a cargo de Jorge Amado. Tripputi es defendido por los abogados Francisco Marull y Eduardo Aguirre. La querellante, Susana Sánchez, madre de la víctima, es representada por José Mario Aguerrido y Sebastián Bernardi.
El martes, en la primera audiencia, declararon los peritos. Dos de ellos afirmaron que la camioneta iba a elevada velocidad cuando ocurrió el accidente. Un error involuntario de este diario consignó ayer que Jorge Luis Quinn había elaborado una pericia que favorecía al imputado. En cambio, ese perito sólo analizó si la Blazer tenía alguna falla mecánica que hubiera provocado el siniestro, situación que Quinn descartó.

 

"Medio tomado".
A las 16.30, el tribunal llamó a la primera testigo, Romina Alles (22). La madrugada del choque y vuelco de la Chevrolet Blazer que conducía Tripputi, ella viajaba en el asiento trasero, al lado de Háberkon y detrás de Rodríguez. Contó que en el boliche se encontró con Damián y Juan Pablo y recordó que el primero lucía enojado porque su amigo estaba alcoholizado. "Estaba medio tomado", confirmó, cuando le preguntaron.
Al retirarse del boliche, aseguró que Damián le pidió a su amigo que no condujera, pero Juan Pablo no le hizo caso, alegando que otras veces lo había hecho en peor estado y no había pasado nada.
Dijo que Damián y ella evaluaron volverse en taxi, pero que el joven finalmente decidió acompañar a su amigo. Ella siguió a Damián y subió pero se sujetó con el cinturón de seguridad. Alles dijo que el ruego de Damián siguió en el transcurso del viaje, reclamando el volante o la detención de la camioneta para bajarse. "Todos gritábamos, porque teníamos miedo. El (Tripputi) no nos decía nada", dijo. Sobre la velocidad sólo apuntó: "Iba fuerte".

 

"Normal".
Háberkon (23), en cambio, dijo que en el boliche no había visto tomar a Tripputi más que un energizante y que no le pareció borracho sino "chispeante". No escuchó a nadie reclamarle que no condujera por su supuesta borrachera. Afirmó que salieron por la calle de tierra hacia la avenida Perón, en caravana con otros autos que se retiraban y que una vez en la avenida, el viaje fue a velocidad normal.
"Normal, no es despacio", respondió cuando le pidieron precisiones. Dijo que no sabía manejar y, por lo tanto, no sabía de velocidades, pero sostuvo que no viajaban más fuerte que los micros del servicio interurbano. Aguerrido intervino para recordarle que ante la policía había dicho que Tripputi estaba muy borracho y que había tomado fernet con coca toda la noche. Marull advirtió que sólo valía la declaración de la instrucción. Igualmente, la joven se justificó al argumentar que ante la policía dijo cosas que había escuchado y no lo que ella había visto, como ahora.
Ante las divergencias entre las testigos, Aguerrido solicitó un careo. Alles volvió y se sentó frente a frente con Háberkon. Las dos mantuvieron sus dichos.

 

"Estuvo tomando toda la noche"
Paula Kissner (23) no quiso subir a la Blazer esa madrugada porque Tripputi estaba borracho. "Estuvo tomando toda la noche", dijo. Contó que había ido al boliche con Háberkon y Cecilia Jordanes. Dijo que ésta última discutió con Tripputi porque pretendía que su amiga no subiera a la camioneta, debido el estado de ebriedad del joven. Luego afirmó que en otros viajes realizados a Toay Tripputi condujo a mucha velocidad y que argumentaba que nunca lo iban a detener porque era el hijo del juez. Añadió que siempre tomaba y no era habitual verlo sobrio.
Luciana González (34) relató que la camioneta de Tripputi iba "rapidísimo". Ella iba en otro vehículo y la Blazer los sobrepasó antes de chocar contra la garita, en la rotonda de la calle D'Atri. Calculó que el auto en el que ella se desplazaba viajaba a unos 80 kilómetros por hora.
Jordanes (23) dijo que Tripputi tomó cerveza toda la noche y confirmó que discutió con él antes de regresar hacia Santa Rosa. Aseguró que Háberkon y el acusado eran novios entonces, algo que la primera había negado ante una consulta del Tribunal.
La última testigo de ayer, Nadia Delahaye (22), afirmó que no vio a Tripputi bebiendo en el boliche pero lo notó exaltado, incoherente y riéndose de todo. Afirmó haberlo acompañado en otras ocasiones por la avenida Perón y que siempre conducía imprudentemente.
El Tribunal dispuso un cuarto intermedio hasta mañana a las 16.30 cuando se reanudará el juicio con más testimonios.

 


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