Una persona fue detenida tres veces en seis horas
Redacción 11/02/2009 - 04.17.hs
En una curiosa seguidilla de hechos, personal de la Seccional Segunda detuvo en la jornada del lunes a un hombre luego de demorarlo previamente dos veces antes de alojarlo en un calabozo de la comisaría. Fue por una serie de hurtos que se habrían cometido en un período de seis horas en las primeras horas de ese día.
El primer ingreso del supuesto autor de los hechos fue a las 4.00 de la mañana. Ante las sospechas de la policía que tenía en su poder una bicicleta robada, fue llevado a la comisaría y no habría podido justificar el origen del rodado. Pero como tampoco había una denuncia realizada, fue puesto en libertad. Sobre las 8.30, un aviso al 101 dio cuenta que esta misma persona estaba circulando por la calle Callaqueo con otro rodado mal habido. Allí tampoco pudo comprobársele la autoría del hecho, al tampoco existir denuncia, y nuevamente fue liberado.
Un nuevo aviso al Comando Radioeléctrico, a las 10.00, advirtió sobre su presencia en la calle Raúl B. Díaz, cerca del hospital Lucio Molas, con elementos que habrían sido robados de un taller. Minutos después, mientras estaba en la comisaría, llegó la dueña del taller ubicado en Circunvalación y Jones para denunciar la falta de un taladro y una amoladora que este hombre tenía consigo. Trascartón, también aparecieron los dueños de las bicicletas para denunciar el robo de las mismas.
El primer ingreso del supuesto autor de los hechos fue a las 4.00 de la mañana. Ante las sospechas de la policía que tenía en su poder una bicicleta robada, fue llevado a la comisaría y no habría podido justificar el origen del rodado. Pero como tampoco había una denuncia realizada, fue puesto en libertad. Sobre las 8.30, un aviso al 101 dio cuenta que esta misma persona estaba circulando por la calle Callaqueo con otro rodado mal habido. Allí tampoco pudo comprobársele la autoría del hecho, al tampoco existir denuncia, y nuevamente fue liberado.
Un nuevo aviso al Comando Radioeléctrico, a las 10.00, advirtió sobre su presencia en la calle Raúl B. Díaz, cerca del hospital Lucio Molas, con elementos que habrían sido robados de un taller. Minutos después, mientras estaba en la comisaría, llegó la dueña del taller ubicado en Circunvalación y Jones para denunciar la falta de un taladro y una amoladora que este hombre tenía consigo. Trascartón, también aparecieron los dueños de las bicicletas para denunciar el robo de las mismas.
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