Un bebé murió y el padre denuncia maltratos
Redacción 21/08/2009 - 01.42.hs
Un joven padre reclama "alguna explicación" ante el deceso de su pequeño hijo. Habló de falta de atención y hasta de maltrato hacia su esposa durante una internación en el hospital "Lucio Molas".
Un puñado de horas después de darle tierra a Tadeo Martín, su bebé de un mes y seis días, Fernando Martín Braun quiso contar la pequeña historia que vivió en el hospital Lucio Molas. Desde el dolor, pero también desde la necesidad de que "no le pase a otros", desgranó en detalle lo que consideró una falta de atención y hasta un maltrato hacia su esposa.
Acompañado por el tío de la criatura, Emanuel Benvenutto, accidentólogo en el hospital de Catriló, Fernando relató que hace una semana llevaron al bebé al nosocomio porque tenía tos y mucosidad y le respondieron que "no tenía nada" y que volvieran a su casa. La misma situación volvió a repetirse el sábado. "Pero el domingo a la mañana no podía respirar y lo internaron en una sala común -indicó-. Recién ayer a la tarde (por el miércoles), cuando ya no podía respirar, lo pasaron a terapia intensiva; pero era tarde. Lo reanimaron de un paro cardíaco, pero a los 15 minutos falleció".
Con una fortaleza inusual, el joven señaló que "ahora podría estar llorando, junto a mi familia, frente a una foto de mi hijo, pero prefiero contar públicamente esta situación para que no le pase a otros. Yo vi que mientras estuvo en la sala común no le hicieron un estudio, vi cómo los médicos pasaban a verlo cada dos o tres horas y lo mal que las enfermeras trataron a mi mujer".
Dio varios ejemplos y resaltó uno: "con una mano tenía que tener al bebé, al que le habían colocado sondas por todos lados, y con la otra debía bañarlo, ¿no te parece que podían haberla ayudado?".
"Al final, mi sobrino tenía un pulmón y medio tapado e hizo un neumotórax. ¿Cómo no se dieron cuenta antes? -planteó Benvenutto-. Lo que pedimos es que si no tienen ganas de trabajar, que le dejen el lugar a otros. En un momento llegó a haber sólo dos médicos para atender la terapia intensiva y los enfermos en sala común. Incluso vi a una enfermera atendiendo a otro nene, y en contacto con materia fecal, que después atendió a Tadeo sin lavarse las manos".
"Una vez les advertimos que se le había salido el suero, pero se fueron porque se les terminaba el turno. Cuando ingresaron las otras enfermeras nos dijeron que no sabían nada. En definitiva, tuvimos que esperar varias horas para que se lo colocaran", agregó.
Al final, el papá sólo pidió alguna explicación. "El médico de terapia intensiva me dijo 'perdonáme flaco', me abrazó y lloró. Dijo que nunca le había pasado algo así en 15 años y que al nene tuvieron que internado antes allí. Lo único que pretendo es que al menos me pidan perdón. Pero cuando Tadeo se murió, el médico se quedó solo. Los demás desaparecieron".
Un puñado de horas después de darle tierra a Tadeo Martín, su bebé de un mes y seis días, Fernando Martín Braun quiso contar la pequeña historia que vivió en el hospital Lucio Molas. Desde el dolor, pero también desde la necesidad de que "no le pase a otros", desgranó en detalle lo que consideró una falta de atención y hasta un maltrato hacia su esposa.
Acompañado por el tío de la criatura, Emanuel Benvenutto, accidentólogo en el hospital de Catriló, Fernando relató que hace una semana llevaron al bebé al nosocomio porque tenía tos y mucosidad y le respondieron que "no tenía nada" y que volvieran a su casa. La misma situación volvió a repetirse el sábado. "Pero el domingo a la mañana no podía respirar y lo internaron en una sala común -indicó-. Recién ayer a la tarde (por el miércoles), cuando ya no podía respirar, lo pasaron a terapia intensiva; pero era tarde. Lo reanimaron de un paro cardíaco, pero a los 15 minutos falleció".
Con una fortaleza inusual, el joven señaló que "ahora podría estar llorando, junto a mi familia, frente a una foto de mi hijo, pero prefiero contar públicamente esta situación para que no le pase a otros. Yo vi que mientras estuvo en la sala común no le hicieron un estudio, vi cómo los médicos pasaban a verlo cada dos o tres horas y lo mal que las enfermeras trataron a mi mujer".
Dio varios ejemplos y resaltó uno: "con una mano tenía que tener al bebé, al que le habían colocado sondas por todos lados, y con la otra debía bañarlo, ¿no te parece que podían haberla ayudado?".
"Al final, mi sobrino tenía un pulmón y medio tapado e hizo un neumotórax. ¿Cómo no se dieron cuenta antes? -planteó Benvenutto-. Lo que pedimos es que si no tienen ganas de trabajar, que le dejen el lugar a otros. En un momento llegó a haber sólo dos médicos para atender la terapia intensiva y los enfermos en sala común. Incluso vi a una enfermera atendiendo a otro nene, y en contacto con materia fecal, que después atendió a Tadeo sin lavarse las manos".
"Una vez les advertimos que se le había salido el suero, pero se fueron porque se les terminaba el turno. Cuando ingresaron las otras enfermeras nos dijeron que no sabían nada. En definitiva, tuvimos que esperar varias horas para que se lo colocaran", agregó.
Al final, el papá sólo pidió alguna explicación. "El médico de terapia intensiva me dijo 'perdonáme flaco', me abrazó y lloró. Dijo que nunca le había pasado algo así en 15 años y que al nene tuvieron que internado antes allí. Lo único que pretendo es que al menos me pidan perdón. Pero cuando Tadeo se murió, el médico se quedó solo. Los demás desaparecieron".
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