"Cayeron las piedras, oí el grito de Lucía y no la vi más"
La joven, oriunda de Macachín, dijo que la carpa donde pernoctaba junto a Lucía Ramallo Sarlo estaba delante de una terraza que se derrumbó. Andrés Zulueta, el santarroseño varado en Aguas Calientes, saldría recién el martes.
Tras el alud del martes, que dejó varados a más de tres mil turistas en Perú y se cobró la vida de Lucía, de 20 años, la Cancillería argentina informó ayer que los argentinos que se encuentran retenidos en la localidad peruana de Aguas Calientes están en buenas condiciones de salud y aquellos que se hallaban en Machu Picchu, tras el alud provocado por las intensas lluvias, han sido localizados y alojados en un hotel de la zona.
Los turistas de distintas nacionalidades quedaron aislados en Machu Picchu, Aguas Calientes y en el Camino del Inca, tres lugares inaccesibles por vía terrestre. Romina Campos, hermana del concejal de Macachín, Pablo Campo, y sobrina del vicegobernador Luis Alberto Campo, se encontraba ya en la ciudad de Cuzco, donde permaneció internada hasta el mediodía en la Clínica Cima.
A salvo y en buen estado de salud, la joven macachinense dio diversas notas telefónicas a los medios de comunicación argentinos. La estudiante universitaria, de 24 años, aseguró que escuchó gritar a su amiga Lucila mientras un "muro de piedras" caía sobre la carpa en la que dormían ambas en el Camino del Inca, que conduce a las ruinas de Machu Picchu.
"Yo escuché la caída de piedras y me refugié en mi bolsa de dormir, escuché el grito de Lucía y después no la vi más, no sé si la socorrieron en la carpa. Estábamos durmiendo, eran como las 3 de la mañana, nos habíamos acostado a eso de las 10 (de la noche). Ya sabíamos que estaba complicado en Aguas Calientes. Los guías nos habían avisado y nos pidieron que nos calmáramos", recordó.
Cuando despertó, Romina vio que se cayó un muro sobre la carpa, la cual estaba emplazada frente a una terraza.
Ramallo Sarlo.
El cuerpo sin vida de Lucía, la única víctima argentina de los aludes desatados por las intensas lluvias, se estima que llegará mañana a la Argentina, según informó el cónsul argentino, Gabriel Volpi. "Está en la morgue de Cuzco donde se están realizando los trámites judiciales y después será trasladado a Lima, para emprender viaje a Buenos Aires", dijo.
Lucía, quien dormía junto a Romina, en el campamento de Wiñay Wayna, a dos horas de la llegada al Machu Picchu, murió al ser alcanzada por el desprendimiento de lodo de los cerros del camino, mientras el guía peruano que la acompañaba Washington Huaraya, también falleció en una zona conocida como Inti Punku.
Los desprendimientos de tierra son ocasionados por las fuertes inundaciones que afectan a la región del Machu Picchu desde el domingo pasado y causaron al menos diez muertos. De acuerdo con Cancillería, los argentinos varados -entre ellos al menos diez pampeanos- fueron localizados y alojados gratuitamente en el Hotel Machu Picchu Santory Lodge, que es gerenciado por un argentino.
Zulueta.
Campos estuvo entre las primeras víctimas evacuadas, de acuerdo a un plan de contingencia implementado por el gobierno peruano, el cual prevé la salida vía área de Aguas Calientes a Ollantaytambo y de allí a la ciudad de Cuzco por vía terrestre. El salvataje priorizó la salida de los turistas enfermos, los adultos mayores, niños y mujeres.
Andrés Zulueta, el santarroseño de 28 años varado en Aguas Calientes, le dijo ayer a este diario que los jóvenes, como él, están últimos en la lista. "Me parece bien, estoy de acuerdo. Calculo que si el ritmo de trabajo de los helicópteros se mantiene, podré salir el martes -se esperanzó-. Llevo cuatro días con la misma ropa, porque mi bolso estaba en un hotel al que no pude volver".
Abogado, el pampeano trabaja en el Congreso de la Nación en el despacho de una senadora de Chubut, Graciela Agustina Di Perna. Había llegado el viernes a Machu Picchu. Sus contactos le permitieron establecer contacto ni bien pudo con el propio gobernador de la provincia patagónica, Mario Das Neves, quien luego volvió a contactarse con él, para asegurarle que la ministra Nilda Garré estaba trabajando para que llegara la asistencia de la Embajada Argentina. "Hoy (por ayer) llegó alguien del consulado, Lucas Demaría, nos reunió a todos en la plaza, nos escuchó y nos explicó de qué manera nos iban a asistir", relató.
Helicópteros.
Cancillería informó ayer que además de Demaría, el cónsul general adjunto, Gabriel Volpi, se encontraba en Cusco y el segundo comandante de Gendarmería, Gonzalo Bruno Díaz, en Ollantaytambo. Además, se implementó con Aerolíneas Argentinas la eliminación del cobro de cualquier penalidad por cambios de fechas en los pasajes de regreso de los ciudadanos afectados. El propio Zuluetta tenía inconvenientes con su pasaje, puesto que no podría llegar a tiempo a su vuelo.
De los diez helicópteros dispuestos por las autoridades peruanas para las tareas de rescate, dos pertenecen a la empresa Pluspetrol por gestión del embajador Darío Alessandro, con prioridad para los turistas argentinos. La embajada también dispuso la compra de alimentos para distribuirlos durante el transcurso del día de ayer en Aguas Calientes, algo que también está haciendo el gobierno peruano.
Mientras algunas agencias noticiosas hablaban del malestar de los turistas argentinos por la supuesta prioridad que el gobierno peruano dio a la evacuación de los turistas norteamericanos y europeos, Zuluetta aseguró que durante la jornada del martes el rescate había sido caótico, pero que ayer se había normalizado.
Además de Zuluetta y Campos, los otros pampeanos que se encuentran en Perú -ver página 23- son Lucrecia Filomía, Diego Esteban Martini, María de los Angeles Torres, Cecilia y Florencia Pasarini, Cecilia Sánchez, Devora Chico y Sofía Pechín.
Se demora el rescate en Aguas Calientes
(General Pico) - Cecilia Sánchez, una joven de la que no se tenían noticias, se encuentra a salvo en Cusco. Caminó 60 kilómetros, junto a otros turistas. Esperan salir entre hoy y mañana del pueblo donde están varados.
Algo de agua y un plato de arroz. Ese era el menú que estaban recibiendo algunos de los turistas varados en las cercanías de las ruinas de Machu Picchu, entre ellos siete piquenses y una joven nativa de Trenel. En el grupo de viajeros de esta ciudad que emprendió camino a Perú se encuentran Lucrecia Filomía, Diego Esteban Martini y su prima María de los Angeles Torres. Además, forman parte de la travesía las hermanas Cecilia y Florencia Passarini, Cecilia Sánchez y Sofía Pechín. Con ellos se encuentra también la estudiante de medicina Déborah Chico, oriunda de Trenel.
Los jóvenes alcanzaron a llegar a Aguas Calientes, donde las variantes para buscar algo de protección fueron desde un hotel, hasta dormir en vagones del ferrocarril o buscar un espacio en los albergues, cuyo costo aumentaba en proporción a la demanda, hasta alcanzar precios exorbitantes.
Ayer a la tarde, alrededor de las 17 hora argentina (en Perú hay dos horas menos), Diego Martini aseguró que si bien se realizaban evacuaciones, no sabían cuando podrían salir de Aguas Calientes. El ingreso de los helicópteros a la zona de riesgo dependía del estado del clima. La neblina complicaba los vuelos y sólo operaban naves de bandera peruana.
Buen ánimo.
Otra de las integrantes del contingente, María de los Angeles Torres confirmó que el ánimo del grupo era "bueno" y que por la tarde habían recibido una comida preparada en una olla popular instalada en la plaza del pueblo. "Estamos bien y dormimos en una suerte de Centro Cultural donde improvisaron habitaciones que compartimos con otras chicas", explicó Angeles. La situación del alojamiento es dispar. Muchos jóvenes tuvieron que dormir en el piso, sobre cartones para evitar el frío del suelo.
"Entre todos nos damos mucha fuerza y le ponemos la mejor onda para superar este momento", agregó. La joven piquense Angeles confirmó además que la evacuación se realizaba por edades y que ayer tenían prioridad los mayores de 50 años, mujeres embarazadas y niños.
Angeles se quejó por las múltiples versiones encontradas que corren en la aldea peruana y la falta de una única autoridad para organizar el rescate. "Desde Machu Picchu sigue llegando gente y además está el problema de los residentes: creo que estaban por habilitar una escuela para albergar a más personas", relató. Angeles subió a Perú junto a su primo Diego Martini y Lucrecia Filomía, pero antes pasaron por la cosmopolita Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia.
Algunos padres de los chicos piquenses varados en Perú afirmaron que pudieron contactarse con funcionarios de la Cancillería argentina en Buenos Aires y que en todo momento mostraron buena voluntad para atender el problema. Hasta ayer habían sido varias las llamadas cruzadas entre padres y responsables de la diplomacia nacional.
A salvo.
Durante la tarde del miércoles, hacia las 19, La Arena pudo confirmar que la piquense Cecilia Sánchez había sido ubicada en Cuzco y en perfecto estado de salud. Desde el momento que ocurrió el desastre, el paradero de la joven permanecía incierto. Ayer un allegado a la familia aseguraba que Cecilia, junto a otro grupo de turistas, había logrado retroceder a tiempo sobre el Camino del Inca, para iniciar una caminata de 60 kilómetros hasta Cuzco. Cecilia logró comunicarse con sus padres y hablaron por teléfono durante una hora. La joven afirmó estar "exhausta" por el esfuerzo pero había logrado conseguir un hospedaje para descansar.
Las hermanas Cecilia y Florencia Passarini también se encontraban en buen estado, al igual que Sofía Pechin, todas alojadas en Aguas Calientes. En igual situación estaba la trenelense Déborah Chico, junto a un grupo de estudiantes de la Universidad de Córdoba.
Ante las consultas realizadas, hubo coincidencia en que se mantenía la incertidumbre sobre el momento en que serían evacuados. La falta de energía es otro problema que afrontaban los contingentes además de padecer por el estado de precariedad de las comunicaciones.
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