Reclamo por cuenco ubicado en un barrio
Los reclamos se suceden periódicamente en los 18 años que tiene el receptáculo, que realizado por máquinas municipales durante la gestión de Oscar Mario Jorge en la intendencia santarroseña. Es que la olla infecta, rodeada de una endeble alambrada, aparece como un foco de contaminación que no alcanza a ser atenuada por alguna que otra tarea de fumigación que se le realiza.
En razón de las dificultades que afronta el vecindario, un abogado del medio ya trabaja para presentar -inmediatamente después de la feria- una demanda judicial. "Vamos a ver si de esa forma logramos que se lleven el cuenco para siempre", se esperanzaron los habitantes.
Lugar infecto.
Resulta muy evidente que convivir con ese lugar emponzoñado tiene que ser muy dificultoso para las familias que un día eligieron -por las circunstancias que fueran- radicarse en esa barriada donde, en su gran mayoría, convive gente de condición humilde. Hoy los vecinos se sienten abandonados a su suerte -con respecto al depósito de aguas servidas ubicado entre las calles Vaira, Farinatti, Dorrego y Montaldo-, y piden "urgentes medidas. Es necesario que de una vez por todas saquen el cuenco, porque ahora cada vez que llueve se desborda y el agua entra en las casas. Me gustaría que un día, nada más que para que conozcan lo que es, le pase a los funcionarios. Es muy feo, y da mucha bronca", le dijo ayer a LA ARENA una vecina del lugar.
Un hombre, que vive allí desde hace 24 años, expresó: "No creemos que sea culpa de (Francisco) Torroba, pero a él también le hicimos el reclamo y hasta ahora no se hizo nada y nos seguimos inundando, y no queremos ni pensar si vuelve a llover", se quejó. Otro expresó que la última vez que estuvo el intendente en la zona le dijeron de la situación: "Cuando le empecé a decir lo que se, porque vivo desde siempre por aquí, por dónde se tapona el agua que viene y nos inunda se enojó y se fue. Le dije por qué se iba y me dijo que él hacía 3 horas que estaba y yo recién llegaba... fue una buena excusa", completó.
Se inunda.
Un vecino que mateaba en la vereda le señaló a este diario una vivienda flamante y aún no habitada sobre la calle Montaldo. "El dueño la construyó para venderla y ahora se quiere matar. Los otros días se inundó y por supuesto no se la puede vender a nadie, y lo peor es que cuando le vendieron el terreno no le advirtieron". El mismo hombre advirtió que "las propiedades en la zona están totalmente devaluadas" porque los compradores prefieren otras ubicaciones. "Acá lo que tendría que hacer el intendente, o los concejales, es sacar una ordenanza y que los vecinos no tengan que pagar las tasas, porque los servicios son inexistentes y lo único que tenemos son problemas. Cuando hicieron el cuenco toda la greda que sacaron la tiraron a la calle (señaló la Vaira) y cuando llueve no se puede pasar por aquí", completó.
Los mismos habitantes del lugar han propuesto que levanten "por lo menos 30 centímetros de la calle y la cambien por tierra, para permitir que se pueda circular por allí, porque ahora cuando hay agua es misión imposible".
"Lo peor es que con estos días de calor hay chicos que ignoran el peligro e ingresan a bañarse. Ustedes llegaron un poco tarde, pero un rato antes había chicos chapoteando en el agua. Me pregunto: ¿a alguno de ustedes les gustaría que sus hijos hicieran esa travesura?... muchos vecinos no pueden impedirlo, y los chicos quedan expuestos a los mosquitos que como se imaginarán abundan allí, y que se meten todo el tiempo en las casas", advirtió otra mujer.
Los vecinos dijeron que tuvieron que "llamar al diario para ver si nos prestan atención. Sería bueno que algunos funcionarios, o los concejales, se den una vuelta y vean lo que está pasando", concluyeron.
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