Falleció Raúl Omar Casarrota

A la edad de 65 años dejó de existir Raúl Omar Casarrota, conocido vecino de la ciudad, que supo granjearse un amplio círculo de amistades a partir de su hombría de bien y a carácter jovial.
"Chango", tal el apodo conque todos lo conocían, gustaba de pasar muchas horas con diversos grupos de amigos, con lo que se encontraba todo el tiempo. En una cena, compartiendo un café... siempre a pura carcajada.
Aunque muchos no lo saben, "Chango" era profesor de Educación Física, recibido en el Instituto Romero Brest, igual que su esposa, Graciela Rico, con quien compartió 50 años de su vida.
Raúl apenas si ejerció un tiempo en Trenque Lauquen, pero después decidió que no era lo suyo, aún cuando era un hábil deportista que supo lucirse en los torneos de natación de El Prado, en pelota a paleta, y también tuvo su paso por el sóftbol, reminiscencia de su paso como estudiante por la vieja "Escuela Industrial".
Ya lejos de la educación física se vinculó a diversos oficios, y trabajó en la compra venta de granos, además en el comercio de venta de ropa de los hermanos Paz, y también se desempeñó en la EPET nº 1, como profesor de taller y preceptor.
Más tarde, y por varios años, empezaría el oficio de viajante con comercialización de repuestos y accesorios para autos, y últimamente con la venta de pintura, lo que lo llevó a recorrer bastante el interior de la provincia y el oeste de la provincia de Buenos Aires.
Le gustaba mucho el automovilismo, y así en más de una ocasión se prendía en viajes para ver distintas competencias en diversos lugares del país. En una época supo colaborar con la peña que auspiciaba a Rubén "Beto" Naval.
En los últimos tiempos se lo podía ver, cercano al mediodía, con sus amigos en la confitería La Capital, compartiendo anécdotas, en un clima de sana camaradería.
Hace poco más de un año se enfermó, y más allá de lo cruel de su dolencia no faltó a la mesa del café, y no dejó de mostrar su contagiosa alegría.
Su deceso se produjo el 1 de mayo, y enluta a la familia que conformaban con su esposa Graciela, sus hijos Andrés, Ana y Maite, y sus nietos, además de una notable legión de quienes fueron sus amigos.