Las bolsas con los residuos patológicos, sin tratamiento
Una importante cantidad de bolsas de residuos patológicos se acumulan al aire libre en el relleno sanitario de la capital pampeana, una situación que genera alarma por los problemas y los riesgos que genera para la salud de la población la falta de tratamiento de esos elementos como jeringas, bolsas de sangre, residuos hospitalarios.
Las bolsas de color rojo, que identifican los residuos patológicos, permanecen en una zanja en el relleno -que se encuentra colapsado- esperando su enterramiento y al alcance de animales e incluso de la gente que tranquilamente puede llegar al lugar por la falta de seguridad en el acceso al predio.
Actualmente, la comuna tiene a su cargo el tratamiento de los patológicos pero ya anunció al gobierno provincial que dejará de recibir estos residuos, por lo que el Ministerio de Salud en una semana comenzará con las obras para darle tratamiento en otro sitio, algo que podría comenzar a hacerse efectivo en unos meses.
La Planta de Tratamiento de Residuos Patológicos se hará en Toay, en un predio ubicado sobre la ruta provincial 9 hacia Cachirulo, lindante al Autódromo, en el marco de la emergencia declarada por la Legislatura sobre la manipulación, transporte, tratamiento y disposición final de residuos patológicos. La inversión rondará los 56 millones de pesos.
En Santa Rosa, el tratamiento se hace por enterramiento en el relleno sanitario, aunque la situación no da para más. Ante esto, el Poder Ejecutivo avanzará con una "licitación de urgencia" bajo la declaración de la emergencia y se tardará entre 90 y 120 días para que se pueda dar los primeros tratamientos de los residuos.
"Es una obra grande que tiene un tiempo importante. Se consensuó un proyecto provincial por el que se va a cambiar la forma de tratamiento pasando a una etapa de enterramiento, autoclave y horno pirolítico. Esta semana empezarían los primeros trabajos", manifestó el subsecretario de Salud, Gustavo Vera.
El funcionario, además, destacó la predisposición del gobierno municipal que permitió la prórroga del convenio por el que se hace cargo de los patológicos hasta que se ejecute el proyecto de la Provincia en Toay, y por el que se realizó una audiencia pública. "Se van a tratar los residuos en conjunto", manifestó Vera, lejos de polemizar con la comuna.
Aplicación
En el marco de la Ley Provincial 1586 y a partir de la firma de un convenio con la Provincia, el 16 de septiembre de 1996 la Municipalidad de Santa Rosa se comprometió a prestar en forma gratuita -y sin plazos de vencimientos ni cláusulas de rescisión- el servicios de recolección, transporte, incineración y disposición final de los residuos patogénicos de las dependencias de la Subsecretaría de Salud Provincial y de la Zona Sanitaria I.
El 30 de diciembre de 1998, las partes complementaron algunos aspectos del convenio de 1996 referidos al financiamiento de los bienes necesarios para la prestación del servicio y la habilitación para arancelar la tarea para los generadores de centros asistenciales privados.
En 2006, el municipio y Bienestar Social ampliaron el objeto del convenio de 1996, y la comuna asumió la prestación del servicios de incineración y disposición final de los residuos patogénicos generados en los centros asistenciales "Padre Angel Buodo" de General Acha y "Luisa P. Pistarini" de Victorica.
Sin embargo, el 3 de agosto del año pasado, el intendente Leandro Altolaguirre dio de baja el convenio en forma unilateral limitando a 90 días corridos -prorrogables por única vez- la recepción de los residuos patológicos de Santa Rosa y de la Zona Sanitaria I.
Luego, se dio una prórroga, por lo que la Provincia aceleró los tiempos para instalar la planta de tratamiento en Toay, en el marco de la declaración de la emergencia, que aporta herramientas para comprar bienes de capital, de consumo, servicios y a contratar obras para el manejo de los patológicos.
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