Un superhéroe solidario aterrizó en La Pampa
La ficción recrea a Tony Stark, un ingeniero que se convierte en Iron Man para salvar al mundo de sus problemas.
La realidad refleja a Gustavo Loiacono, un herrero que se transformó en un superhéroe que hace felices a los que peor la pasan.
NIÑO SOLIDARIO.
La historia de Gustavo se remonta a su Luján natal donde de niño y adolescente ya tenía pasión por ayudar a los demás. Recorría villas y barrios carenciados para hacer trabajos altruistas con organizaciones religiosas.
"Desde chico soy solidario y ayudo a los demás, esa era mi pasión y mi sentido en la vida", dice Gustavo a LA ARENA.
Tras recibir una lluvia de piedrazos que le dejó el tobillo a la miseria, su papá le prohibió seguir con su tarea... pero cuando la llama se enciende jamás se apaga.
CAER PARA LEVANTARSE.
La vida de Loiacono fue como la de cualquier otro trabajador. Con el correr de los años se dedicó a dar cursos de oratoria pública, y desarrollaba estrategias de venta y marketing para empresas.
Hasta que decidió dejar de trabajar para los otros para empezar a trabajar para si mismo. Y abrió su herrería. Vinieron, en esos tiempos de iniciativas, sus hijos Tomás y Benjamín.
"Crecí, hice familia, el taller crecía, todo iba muy bien", rememora.
EN LA LONA.
Gustavo contrató empleados aunque no previno lo que vendría después. La crisis del 2014 lo superó. Tuvo que hacer lo que menos quería. Despidió a su personal y cerró su galpón. Todos sus sueños se desplomaron. Y Gustavo cayó.
"Tenía 43 años, una familia al hombro, se me vino todo abajo, realmente todo abajo, por la crisis, me generó una tremenda situación de estrés, la gente no me cumplía, y decidí empezar de cero: me dije a mi mismo 'acá se terminó todo, yo me largo de acá'", expresa a este medio.
El golpe fue certero. "Para mi fue un golpe muy fuerte porque era grande, trabajé mucho en temas sociales de joven y ahora estaba en menos diez", dice.
IRONMAN.
Gustavo viene en viaje. La comunicación se dificulta pero su voz es clara y concisa. Su concepto más aún.
"Tenía que tomar una decisión, o me quedaba en casa llorando o creaba mi propia historia y personaje y salía a dar batalla por mis ideales", sostiene. Y amplía: "Y, en ese momento, me dije 'voy a crear mi propio mundo, voy a ser un superhéroe que ayude a los demás".
Loiacono sentía admiración por un personaje en especial: Iron Man, el famoso superhéroe de Marvel, de "Avenger", interpretado por Robert Downey JR.
Gustavo aplicó todos sus conocimientos para fabricar su propio traje de Iron Man y salir a luchar contra las injusticias del mundo. Ficción y realidad se entrelazan de manera perfecta.
El hombre confeccionó su traje a medida y, de causalidad, el hijo de un amigo lo vio y le pidió que fuera a su fiesta de cumpleaños. Gustavo se negó pero, como el festejo era cerca de su casa, pensó que podía cobrar por su presencia y necesitaba el dinero. Accedió...y su vida cambió para siempre.
COMO TONY STARK.
El ahora ex herrero siguió los pasos de Stark y acomodó y perfeccionó su traje. Usó su experiencia en marketing y fundó El Show de Ironman: una animación infantil que es su principal fuente de ingresos en la actualidad. "Hoy podría decir que soy una especie de actor", le dice a este diario.
Pero pasaron los años y la llama de la solidaridad mordisqueaba su alma. "Tenía mi propio show, mi trabajo, pero sentía que debía haber algo más, que tenía que ayudar, que Iron Man debía ayudar", sostiene.
CRECIO.
Su personaje creció de manera impresionante. No solo por su traje y recreación del personaje sino además, como condimento especial, por su parecido físico con Downey Jr.
Además, para alimentar aún más la mística, se dejó la barba, el peinado y los anteojos.
"Y fueron pasando los años, la cosa creció, aparecieron empresarios que querían colaborar, y se generó una parte solidaria muy fuerte", indica.
El hombre sentía necesidad de concurrir a los hospitales y acompañar a los chicos que sufren mientras permanecen internados.
PROTESIS.
Y, como cosa del destino, mientras Iron Man crecía, apareció en la vida de Gustavo un chico de 7 años que le pidió si podía fabricar una prótesis para que pudiera suplir la discapacidad de su mano. Gustavo, con su traje, hizo lo posible para conseguirla. Y la consiguió. Y ese empujón fue el inicio de su historia al frente de las causas solidarias.
"Hoy, por ejemplo, recorro los hospitales de todo el país, donde visito a los chicos, ellos están felices, y yo ni te cuento", sostiene Iron Man desde el teléfono y a punto de pisar suelo pampeano.
POPULARIDAD.
Con el correr de los meses, el superhéroe solidario se convirtió en un personaje singular muy requerido. Al igual que las enseñanzas que al mundo les dejó el médico estadounidense Hunter "Patch" Adams, creador de la risoterapia, Gustavo aporta su granito de arena para alegarle, aunque sea un rato, el dia a niños enfermos hospitalizados. También, como buen fabricante, construye prótesis 3D que reparte en cada uno de los centros asistenciales que visita.
Hoy, por ejemplo, su popularidad aumentó a niveles insospechados. Lleva grabados más de 5 mil videos para niños de todo el mundo, las marcas más relevantes se lo disputan para sus publicidades y hasta estuvo en los programas televisivos más populares del país.
LA PAMPA.
Gustavo llegó a General Pico pasadas las 9 de este martes donde visitó el área de Pediatría, Internación y Consultorios Externos del hospital Gobernador Centeno.
"La idea es visitar el hospital Centeno, después nos vamos, a la tarde, para el hospital de Laboulaye, en Córdoba", dice Gustavo.
El Iron Man solidario arribó a La Pampa donde no estará por mucho tiempo pero será suficiente para alegrarle un poco la vida a los más chicos. "Por suerte, tengo una red de amigos, de ayudantes, que colaboran para crear esta red solidaria, que nos permite, por ejemplo, hacer este tipo de visitas al interior del país", indica.
Iron Man no descansa, tras su paso por La Pampa y Córdoba emprenderá viaje a Santa Fe y Entre Ríos donde desplegará todo su poder para sacarle una sonrisa y un rato de felicidad a quienes más lo necesitan. Como en la ficción. Pero en la realidad.
FOTOS: INFOBAE, TELEFE, EL TRECE Y PAMPA DIARIO.
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