Miércoles 17 de abril 2024

«La presencia del Estado es decisiva»

Redaccion 12/02/2020 - 05.43.hs

La economista pampeana Florencia Pinto, quien realiza un doctorado en la Paris School of Economics, en la capital francesa, dijo que la presencia del Estado es decisiva y clave para atender la creciente desigualdad entre los que más y menos tienen en el mundo. La investigadora nacida en Uriburu, que se graduó como Licenciada en Economía en la Universidad Nacional de La Plata, dialogó con Radio Noticias 99.5 desde su residencia parisina.
«Dentro de la Escuela de Economía de París hay varios centros de estudios. Thomas Piquetty es el director del Laboratorio para la Desigualdad Global, donde se realizan diversos estudios sobre desigualdad. Yo en particular he hecho algunos trabajos como investigadora asociada al laboratorio, pero no trabajo 100% con él», aclaró sobre su relación profesional con el influyente académico y economista.

 

-Hay quienes comparan el libro de Piketty con el de Karl Marx. ¿Qué nos podés decir?
-Bueno. En cierta forma fue un poco provocador el nombre de su libro que se llama «El capital en el Siglo XXI» (2013). El famoso libro de Marx se llamaba «El Capital». Básicamente, lo que Piketty hizo en su libro es un tremendo trabajo de recopilación y de análisis de datos de distintas fuentes de información donde lo que él intenta hacer es reconstruir la verdadera distribución de ingresos y analizar su evolución durante los últimos 200 años. Obviamente el análisis completo se enfoca en los países desarrollados que son los que tienen información que permite hacer este tipo de ejercicio. A partir de este análisis, el mayor hallazgo es cómo en los últimos años la concentración de los ingresos y de la riqueza ha ido en aumento y por eso muchos lo comparan con Karl Marx.

 

-¿La distribución inequitativa del ingreso es inherente al capitalismo? ¿O hay una decisión de alguien para que ocurra de esa manera?
-Es una pregunta difícil. Es un poco de las dos pero ninguna a la vez. Un capitalismo descontrolado, sin ningún tipo de regulaciones y sin un Estado que le ponga ciertos límites es casi mecánico que va a llevar a una mayor concentración de las riquezas e ingresos en pocas manos. Por otra parte, el capitalismo es un sistema que ha demostrado que trae ventajas en cuanto a innovación, avances científicos, tecnológicos y en un montón de aspectos que son beneficiosos para la comunidad, pero lógicamente se necesita de políticas que miren qué pasa con los que tuvieron el azar o la suerte de nacer sin nada, en una familia sin recursos. Ahí es donde se necesita de políticas públicas redistributivas.

 

-¿Cuánta presencia del Estado es aconsejable?
-La presencia de un Estado es decisiva, es clave. Sobre todo un Estado que establezca reglas del juego claras, que permitan un horizonte de planeamiento para los pequeños emprendedores, que puedan desarrollar un plan de trabajo de acá a cinco años, que es algo que en Argentina es muy difícil de lograr, porque tenemos una historia de reglas de juego que cambian todo el tiempo, porque cada gobierno deshace lo que hizo el anterior. Esto ha pasado históricamente en nuestro país. Lamentablemente nuestra tasa de inflación es algo que impide cualquier tipo de planificación incluso a corto plazo porque uno no sabe cuánto van a valer las cosas, ni cómo hacer un contrato. No creo que la solución pase por eliminar por completo el capitalismo, porque gracias a este sistema se ha podido avanzar en un montón de cuestiones pero sí hace falta un Estado que permita igualar el punto de partida, compensar las diferencias que vienen dadas por el hecho fortuito de haber nacido en un lugar o el otro, que no tienen nada que ver con el esfuerzo y la perseverancia de cada individuo.

 

-¿Dejar las fuerzas del mercado libradas a su suerte hace que el más grande se coma al más chico?
-Obviamente. Las fuerzas del mercado nunca van a corregir eso, lo que quizá nos pueden traer es una torta más grande, es decir, que haya más para repartir. Esto sí lo van a generar, pero no van a achicar las diferencias por sí solas. Ahí realmente se requieren sistemas fiscales, de subsidios, que traten de reparar un poco las situaciones los distintos grupos.

 

De Uriburu.
Florencia Pinto tiene 33 años, cursó la primaria entre la Escuela 24 de Uriburu y en la 143 de Santa Rosa, y el secundario lo hizo en el Colegio Domingo Savio. Luego de su graduación en la UNLP viajó a Washington, Estados Unidos, donde trabajó durante dos años en el Banco Mundial, enfocada en la región del sur asiático, con países como India, Bangladesh y Paquistán.
Actualmente está finalizando en París el doctorado en Economía, junto a su esposo, también economista egresado de la UNLP, Santiago Garriga. Ambos son investigadores en el laboratorio de Desigualdad y Pobreza en el mundo, que dirige Piketty en la «Paris School of Economics». La institución tuvo entre sus destacados formadores a Esther Duflo y Michael Kremer, que junto a Abhijit Banerjee, fueron distinguidos en octubre del 2019, con el premio Nobel de Economía, por sus destacadas investigaciones para «aliviar la pobreza en el mundo».
La semana pasada, cuando el presidente argentino Alberto Fernández visitó Francia, Pinto estuvo presente en la reunión que el mandatario mantuvo con Piketty. La economista se instaló en Francia en agosto de 2015 y no descartó regresar al país luego de completar su doctorado.

 

“Bicho raro del mundo”.
Durante el diálogo radial con la economista, una de las preguntas fue por qué Argentina no podía resolver el problema de la inflación. “Aunque no me lo creas, en las universidades se estudia el caso de Argentina como excepcional. Y es algo que está muchas veces fuera de toda teoría macroeconómica. Si bien no es mi área de estudio, te puedo asegurar que todo el mundo se pregunta esto”, dijo.
“Las dos grandes razones que explican la inflación y que se estudian son las emisión monetaria y las expectativas. Si la gente no cree que la inflación va a bajar, por más que yo diga que mañana la emisión monetaria va a estar dada de forma tal que la inflación será equis por ciento, si la gente no lo cree, la inflación no va a ser equis por ciento, porque todos se van a cubrir por las dudas. El pequeño comerciante va a subir el precio de su producto por las dudas, porque no cree en lo que le están diciendo entonces se cubre; por las dudas, el tenga que hacer un contrato de alquiler lo va a poner un poco más alto; los salarios se van a renegociar un poco más arriba… Creo que en Argentina hay un componente de expectativas más fuerte por toda la historia que acumulamos. La gente no cree que la inflación va a estar alrededor de un cierto número. Somos el bicho raro en el mundo”, concluyó.

 

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