Sabado 12 de julio 2025

El conocido estilista «Rudolf» falleció a los 54 años

Redaccion 20/08/2020 - 11.00.hs

A la temprana edad de 54 años, falleció ayer en Santa Rosa el peluquero Néstor Fabián Kroll, más conocido como «Rudolf», el nombre con el que durante años se identificó su local comercial. Sus restos serán sepultados hoy en el cementerio de Toay.
Fabián Kroll se había alejado hace varios años de la actividad a raíz del avance de una complicada enfermedad que poco a poco fue limitando su capacidad motriz. Cuando el mal se empezó a manifestar, «Rudolf» dejó su conocida peluquería -ya para entonces estaba en el local de la calle Coronel Gil- en manos de sus empleados y regresó a su Pellegrini natal, donde vivía su madre, su familiar más directo ya que era hijo único y su padre ya había fallecido.
Hace tres años y tras el fallecimiento de su madre, el coiffeur volvió a Santa Rosa y se internó en una residencia de la calle General Pico donde recibió todas las atenciones que su enfermedad demandaba.
El avance de la enfermedad fue implacable hasta que ayer su vida se apagó y con ello dejó un manto de tristeza en un gran círculo de amistades que construyó a lo largo de tantos años. Sus «hermanas del corazón», Ana Corrales y Liliana Calderón, y varios «sobrinos del corazón», participaron su fallecimiento.
Las numerosas manifestaciones en redes sociales que disparó la noticia de su muerte, reflejan el cariño y respeto que supo conquistar en tantos años.

 

Una persona querida.
Ferviente militante peronista, presidente durante varios períodos de la Cámara de Peluqueros, querido por su afabilidad y respetado por su profesionalismo, Fabián Kroll fue uno de los peluqueros más conocidos de Santa Rosa y gran parte de nuestra provincia. El hecho de haber nacido en Pellegrini, provincia de Buenos Aires, favoreció que su nombre trascendiera hacia esa provincia, donde tenía varias fieles clientas que regularmente viajaban a Santa Rosa para pasar por su peluquería.
Su carácter histriónico y su particular forma de vestir eran sellos distintivos de su extrovertida personalidad, además del hecho de que la mayoría de las veces que algún personaje reconocido de la farándula o el espectáculo visitaba la ciudad y requería de estos servicios, lo hacía en el local de Rudolf, tanto el de la avenida San Martín como, más recientemente, en la calle Gil, donde sus empleados siguen con su legado.

 

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