Lunes 15 de septiembre 2025

«Un promotor de miradas nuevas»

Redacción Avances 15/07/2021 - 07.30.hs

El director teatral Fernando Baretto, de 53 años, falleció el martes por la tarde luego de luchar varias semanas contra el Covid-19. A fines de junio, su madre había fallecido a causa de la misma enfermedad.
El ambiente teatral de La Pampa se mostró dolido y sorprendido luego de la noticia, que golpeó una vez más al círculo cultural de la provincia. En las redes sociales, colegas y compañeros de su grupo Actrices y Actores Agrupados compartieron su angustia y recordaron a Baretto como «un gran artista».
Una de sus amigas y actrices más cercanas, protagonista de varias de sus obras, Magalí Gigena, expresó a LA ARENA que «Fernando fue polifacético como en su vida. Cultivaba muchas actividades de su interés de las más diversas, era licenciado en sistemas, teatrista, director, dramaturgo, técnico iluminador, diseñador ocasional. Tenía la afición de cocinar, lo que también consideraba un arte, fue ocasional productor de cerveza artesanal que compartía con allegados con mucho placer, cultivaba su propia huerta», detalló.
«Fue un teatrero profuso, para mí un gran maestro y un compañero artístico para cada emprendimiento que el escenario desafiara. Guardo entre los más memorables recuerdos la epopeya de cruzar el charco para presentarnos con una obra de autoría en Bruselas», recordó Magalí. «Siempre fue curioso, incansable investigador y promotor de miradas nuevas, estuvo a la vanguardia del teatro pampeano», afirmó.

 

Teatro Baretto.
Fernando Baretto se caracterizó por escribir obras profundas y complejas. Su última aparición en Santa Rosa fue este último verano, cuando la Secretaría de Cultura de Santa Rosa, junto al ATTP y el Instituto Nacional del Teatro gestó el ciclo de Teatro a Cielo Abierto en las afueras del Centro Cultural El Molino. Fue el regreso del teatro desde el inicio de la pandemia, y allí estuvo presente Baretto con su obra «Monoambiente», con la que en abril se presentó en General Pico.
El artista fue autor y director de las obras «Sin Selene», «Monoambiente», «MUM, Mujer-Universo-Mujer» y «Lazos familiares»; mientras que se destacó como iluminador en «Así en el cielo», «Nosotros Quietos NO» y «Noches blancas».
Otro colega y amigo de Fernando, Alberto Callaqueo, le dedicó profundas palabras en su portal. «Inconformista, obsesivo, meticuloso en el tramado de sus puestas, Baretto se caracterizó por encontrar una estética propia, por profundizar en un teatro cien por ciento Baretto, desde los textos, la encarnadura de los personajes, su vocalización y hasta la puntillosa ubicación del más alejado de los reflectores», detalló.
«Fernando siempre trabajó muy fuerte la imagen y a ese portento de la escena le sumaba lo que quería comunicar. Porque está claro que en teatro no siempre la palabra es lineal. Y él hizo de eso su sello más distintivo».
Baretto se inició en el Teatro Nacional Cervantes, donde trabajó unos años hasta que se radicó en Santa Rosa, «donde se asoció a la maravillosa impronta que por entonces marcaba Pedro Di Nardo -otro entrañable compañero de las tablas que se fue temprano-, que lo cobijó y admiró y con el que realizó sus primeras puestas santarroseñas.
En los últimos tiempos, Fernando también se dedicó a la enseñanza teatral y en algo coincidieron siempre las difíciles voces de las y los integrantes del colectivo teatral: podían gustar o no sus puestas, pero nadie jamás pudo criticar su talento de pedagogo», recordó Alberto. «El mejor de los viajes, amigo. Y que el cielo del teatro tenga una salita que te deje al menos, despuntar el vicio acuñado con tanta pasión en este paso terrenal».

 

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