Colonia de vacaciones y prácticas saludables

Las actividades deportivas y recreativas se desarrollan en los terrenos del ferrocarril.

 

Esta será la última semana en la Colonia de Vacaciones de Perú, que "durante enero se vio interrumpida algunos días por la pandemia, pero resultó un éxito de convocatoria y permitió disfrutar un verano distinto a nuestros chicos y chicas". A las tradicionales actividades deportivas y recreativas, la comuna sumó esta temporada la colaboración de Alejandra Sánchez, una "licenciada en nutrición que viene todas las semanas desde Santa Rosa para llevar adelante un taller de cocina y prácticas de alimentación saludables", comentó el intendente, Roberto Kroneberger.

 

Según el intendente, "este año quisimos poner énfasis en una nutrición saludable y esperamos continuar con esas prácticas durante el invierno". El Pro Vida de Verano se desarrolla en los terrenos del ferrocarril, un predio de diez hectáreas recuperado como espacio público, donde se emplazan el Salón de Usos Múltiples, la pileta de natación, canchas de fútbol y un playón polideportivo.

 

A partir de marzo, en coincidencia con un nuevo ciclo escolar, el pueblo reiniciará también sus escuelas deportivas, que incluyen discplinas de conjunto tradicionales y también práctica de judo, tenis de mesa y badminton.

 

Hotel y torta rusa.

 

Mientras tanto, ya se encuentra terminado el Hotel Perú, un residencial de tres estrellas destinado a aprovechar la estratégica ubicación sobre la ruta nacional 35. "Padecimos algunas postergaciones por retrasos en la entrega de materiales, pero concluimos la construcción y la instalación de todos los servicios. Ahora estamos dedicados al equipamiento de la cocina, el restaurante y las habitaciones, y al trámite de habilitación" ante la Secretaría de Turismo.

 

"No sabemos con certeza cuándo lo finalizaremos, pero esperamos poder inaugurarlo antes o junto con la Fiesta de la Torta Rusa", anuncia Kroneberger. Se refiere a una celebración que desde hace una docena de años se desarrolla en esta localidad cada primer domingo de septiembre y que convoca personas de una amplia región, aunque las dos últimas dos ediciones se suspendieron por pandemia.

 

La fiesta toma su nombre de la tradicional "rübel kucher". A diferencia de otras fiestas típicas, se desarrolla al mediodía y consiste en "un almuerzo con baile popular, para que pueda asistir toda la familia, especialmente los abuelos que llegaron desde Rusia y nos guían en estas cuestiones". El festival se desarrolla en el viejo galpón ferroviario, conserva la mística "de los antiguos bailes alemanes" y es una oportunidad para el reencuentro de muchas familias.

 

Ambos, el hotel y la fiesta, forman parte del perfil turístico de este pueblo, donde esperan sumar como nuevo atractivo el regreso del tren. "Ahora que finalizan las vacaciones, esperamos retomar en las próximas semanas el contacto con técnicos y funcionarios de Nación para retomar el proyecto".

 

Con este fin el municipio mantiene las vías limpìas y en condiciones. "Nuestro sueño es habilitar algún material rodante para desarrollar un paseo turístico hasta Hucal, ida y vuelta, pasando por Cotita", concluye.