Jueves 28 de marzo 2024

"Deben recuperar humedales del Atuel"

Redacción 01/10/2022 - 08.41.hs

La regulación jurídica del agua ha cambiado "de un modelo antropocéntrico, que contemplaba el uso dominial y la utilidad pública, a un modelo ecocéntrico o sistémico, que prioriza los intereses del ecosistema. Y este principio establecido en la Ley General de Ambiente y adoptado ya por la Corte Suprema de Justicia, debería ser el principal punto de ataque desde La Pampa". Con esta reflexión, Alicia Morales Lamberti aludió a la necesidad de "cambiar la mirada, dando un giro ontológico que priorice los intereses ambientales por sobre los humanos", durante la charla "Federalismo ambiental y gestión de cuencas hídricas interjurisdiccionales" ofrecida en la Facultad de Ciencias Económicas y Jurídicas.

 

El encuentro se desarrolló ayer por la tarde, en el Salón Azul de la UNLPam. Además de una treintena de alumnos de Derecho, encabezados por el decano Francisco Marull, participaron Néstor Lastiri, secretario de Recursos Hídricos; Fabián Tittarelli, subsecretario de Ambiente, y Héctor Gómez y Alberto Goldberg, de la Fundación Chadileuvú, entre otros asistentes.

 

Según Morales Lamberti, el viejo "derecho a la naturaleza" ya ha sido superado por el "derecho de la naturaleza, que coloca al ambiente como un sujeto de derecho y prioriza el funcionamiento de los sistemas ecológicos respetando su principio de resiliencia. Es un enfoque contenido en la sentencia de 2020, que La Pampa debe seguir aprovechando", aclaró.

 

"Federalismo ambiental".

 

Morales Lamberti es abogada y doctora en Derecho y Ciencias Sociales, titular de la cátedra de Derecho Ambiental y de los Recursos Naturales en la Universidad Nacional de Córdoba. "El viejo sistema de gobernanza del agua y el modelo de federalismo territorial están en crisis, porque el paradigma recursista ya no sirve para dar respuesta a las problemáticas de las cuencas hídricas" afirmó. Y recordó que frente a conflictos como el del río Atuel entre La Pampa y Mendoza, "el carácter dirimente" adoptado por la Corte Suprema, produce "sentencias declarativas y no resolutivas, que dieron como resultado la conformación de 15 comités de gestión que nunca funcionaron".

 

Si bien resaltó "la calidad científica" de los informes elaborados por el área de Recursos Hídricos y rescató la larga lucha de los pampeanos en defensa de sus ríos, consideró que La Pampa incurrió en "un error técnico al reconocer los usos consuntivos, efectivos y actuales del río Atuel, ratificados en el fallo de 1987, porque significó aceptar también las tomas ilegales, los usos clandestinos, la mala utilización del recurso y la ineficiencia del sistema de riego, que pierde el 70% del agua" destinada a ese fin. Eso provocó que "La Pampa jugara siempre con la cancha inclinada, sellando el paradigma recursista y condenando al noroeste pampeano a recibir solamente agua de descarte".

 

En una charla de contenido eminentemente jurídico, consideró que "La Pampa debe reaccionar porque en esta disputa nunca hubo equilibrio y siempre existió un ganador con la balanza inclinada a su favor" (Mendoza). En ese contexto introdujo una contraposición: "federalismo ambiental versus federalismo territorial". Explicó que "el ambiente es un macrobien integrado por muchos microbienes jurídicos, que debe conjugar la territorialidad ambiental y sus factores predominantemente naturales, con la territorialidad federal, integrada por componentes históricos y culturales".

 

Recuperar los humedales.

 

También incorporó un novedoso concepto de "justicia hídrica ambiental", que contempla la "integridad sistémica de los recursos hídricos y los ecosistemas relacionados a la totalidad de la cuenca". Bajo este concepto, recordó que "los humedales son el más frágil de los ecosistemas terrestres" y consideró que "primero hay que recomponer el sistema de humedales del Atuel, recuperando la resiliencia natural de la cuenca, y recién después plantear un ordenamiento territorial, en contraposición con los usos consuntivos".

 

Cada cuenca hídrica comprende "un ciclo hidrológico ligado a un territorio y ambiente particulares, conformando una suerte de escenario móvil, un sistema integral con estrecha interdependencia que incluye a los humedales. La naturaleza tiene un derecho intrínseco a existir, prosperar y evolucionar, y ya no es posible ignorar jurídicamente esta interdependencia", afirmó.

 

Por eso, La Pampa debería plantear "que cese de una vez y para siempre esta situación hasta recuperar los humedales, aunque eso demande décadas", reiteró.

 

Otra herramienta jurídica, ya aprovechada por nuestra provincia, sería "un enfoque desde los derechos humanos, tomando el acceso al agua como un derecho colectivo y demostrando que existe una desigualdad y discriminación ambiental, por la designación de un territorio de sacrificio: la cuenca baja".

 

Y en una alusión directa a los estudiantes presentes advirtió que "hoy el derecho ambiental está de moda, no por una cuestión de marketing sino por necesidad, ya que la humanidad camina hacia su extinción" y concluyó con una arenga: "pampeanos, a empoderarse con herramientas jurídicas fuertes que, además de recuperar los humedales del Atuel, nos permitan propiciar un estado de derecho ecológico".

 

"Paradigma ecocéntrico".

 

"Vine a hablar sobre el río Atuel y su cuenca, pero no desde un paradigma tradicional recursista, porque la concepción de recurso natural de una cuenca ya fue superada. Lo que pretendo compartir es un nuevo paradigma ecocéntrico, opuesto al antropocéntrico, que permita visualizar una nueva perspectiva y constituya un aporte teórico para defender los bienes comunes de los pampeanos".

 

En diálogo con LA ARENA, instantes antes de su charla, Morales Lamberti consideró que el conflicto por el Atuel "es complejísimo porque involucra aspectos históricos, políticos, jurídicos y culturales".

 

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