Dos talentos sueltos por la ciudad

Si bien se pueden considerar aún una rara avis lo cierto es que los músicos callejeros son vistos más frecuentemente en Santa Rosa. Como se ha señalado alguna vez, en general han tenido la peculiaridad de ser gente de paso. Personas que circunstancialmente llegan rumbo a otros destinos, y se quedan a lo mejor un par de días en los que se instalan con sus instrumentos para llamar la atención de los transeúntes y hacerse unos pesos para continuar viaje.

 

Se da sobre todo en esta época del año, cuando los días de calor invitan más a andar por el centro, y de tanto en tanto se los puede ver, ya con su guitarra, un bajo o un saxo... y hasta alguno anduvo por allí con un contrabajo.

 

Artistas en las calles.

 

En Santa Rosa lo que sí resulta habitual es encontrarse con otro tipo de artistas callejeros, sobre todo en los semáforos donde se instalan los que hacen malabares, algunos realmente de notable calidad y que se podría señalar parecen artistas circenses por sus habilidades, y otros –cabe decir-- muy elementales y que todavía no se ganan el beneplácito de los vecinos.

 

Los de excelencia son saludados y recompensados de buena manera con algunos billetes, y los que no resultan tan buenos obviamente no tienen la misma consideración. Pero esos son los que “actúan” en los semáforos.

 

Los músicos.

 

Porque lo de los músicos es otra cosa, y necesitan más tiempo y atención, por más que sea una representación mínima y también observada al pasar. Por eso eligen un lugar contra una pared donde el ir y venir de la gente es continuo, pero de a pie.

 

Hace algunos días nomás hacíamos referencia a un muchachito de solamente 16 años que se había instalado frente a una céntrica confitería con su saxo y ejecutaba una música que agradaba y recibía el beneplácito de quienes acertaban a pasar.

 

Un dúo musical.

 

En estos días anteriores, desde el sábado, dos jóvenes más se instalaron con sus instrumentos en la vereda de la librería Fahrenheit, frente a los cajeros del Banco de La Pampa, en calle 9 de Julio. Se trata de Santiago Bustos y Mauricio Suárez, dos intérpretes que tienen la particularidad de que son nuestros, de por aquí nomás.

 

Se sabe que en nuestra ciudad, en la provincia en realidad, hay una enorme cantidad de jóvenes talentos surgidos de distintas academias locales –profesorados, escuelas municipales, y otros institutos-- que originaron una sorprendente y fuerte movida en torno a la música. Y así se suman en cantidad grupos de solistas y artistas que se van haciendo conocer.

 

Y no son pocos los que completan su formación fuera de nuestra provincia, como por ejemplo en Córdoba o Buenos Aires.

 

De conservatorio.

 

Por eso se puede decir que son decenas los que aportan a nuestro bagaje cultural. Y son tantos que a veces no encuentran la cantidad de lugares necesarios para mostrar lo que hacen, no obstante lo cual ellos van trazando a su manera su camino. Algunos logran ser programados en teatros y escenarios, y otros se presentan en círculos más pequeños que, de todos modos, suelen tener buena convocatoria.

 

Pero además, y como lo estamos viendo, también se animan a presentar su arte en nuestras calles. Es el caso de los jóvenes Santiago Bustos y Mauricio Suárez, que siendo músicos de conservatorio entendieron que es una buena manera de exponer sus virtudes.

 

Tocando en las plazas.

 

Santiago, que actualmente cursa el conservatorio en Buenos Aires, es un eximio ejecutante del saxo, y dice que está “un poco más acostumbrado” que su compañero a tocar ante el público callejero. “Sí, lo que pasa es que vivo en Almagro, en un departamento, y para que los vecinos no protesten cuando estudio me voy a practicar a alguna plaza cercana… así que sí, esto no es nuevo para mí”, señala.

 

Hijo de Daniel (ingeniero), y de Alejandra (analista de sistemas), Santiago tiene una única hermana, Daniela. Vivió antes de trasladarse a Buenos Aires en el barrio 26 de Septiembre, y recuerda que empezó a estudiar música en la Escuela Municipal con Sergio Bongionvanni y Hernán Basso.

 

“A la gente le gusta”.

 

Por su parte Mauricio –el domingo de la semana pasada estuvo en vivo en el programa “La Pampa Va” que se difunde por Radio Noticias, acompañando con su guitarra a María Sussini- admite que le costó “un poco más” ponerse a tocar en la calle. “Pero vinimos el sábado, nos fue bien y bueno… ya pasó. Está bueno, y parece que a la gente le gusta”, dice mientras relojea la funda de su instrumento donde ya se ha juntado una buena cantidad de dinero.

 

“¿Cómo empecé? Con una guitarra que estaba en casa en un ropero… casi como jugando. Primero con la guitarra clásica, después con la eléctrica, haciendo rock, jazz, y después le sumé folklore y hago bastante fusión”, indica.

 

Estudio en La Plata.

 

Durante varios años estuvo radicado en la ciudad de La Plata, tomando clases en EMU, sin dudas una de las escuelas de música más importantes del país, porque allí el alumnos encuentra lo mejor para un aprendizaje profesional. En EMU convergen músicos de todo el país y de otros de Sudamérica para estudiar. “La verdad es que fue una experiencia hermosa, pero ahora ya estoy radicado aquí y doy clases particulares y también en algunos talleres” explica Mauricio.

 

En “Sustento”.

 

Sobre lo que viene admite que está abierto “a lo que salga. Ahora integro el grupo S. CA. Trío, y para el jueves 9 nos vamos a convertir en cuarteto porque vamos a sumar a Santiago (Bustos) en una presentación que haremos en ‘Sustento’ a la noche… una buena oportunidad para que la gente cene y escuche un poco de música”, cuenta.

 

Lo bueno es que -al menos mientras Santiago siga en la ciudad- el dúo se va a seguir escuchando en las calles de la ciudad. Le tomaron el gustito y van a continuar para ponerle su música a las mañanas santarroseñas. Y qué bueno que así sea… claro que sí.