Efecto Milei: la salud mental en “situación crítica”

“Ha sido un año muy intenso, agravado por el contexto socioeconómico que empeora las condiciones de vida de la gente, y en especial de quienes tienen problemas ligados con la salud mental”, afirmó Martín Malgá, subsecretario de Salud Mental y Adicciones de la provincia. “Vivimos un momento en el que tenemos un aumento de la demanda de atención de niños, niñas y adolescentes, ingresos por guardias hospitalarias, de situaciones de urgencia en salud mental e internaciones a partir de la agudización de cuadros, intoxicaciones y otros problemas ligados a los consumos, suicidios, autolesiones e intentos de suicidio”, añadió.

El funcionario concedió una extensa entrevista a LA ARENA en la que ofreció datos que muestran el incremento de las consultas psicológicas y psiquiátricas en los últimos seis años, pues Malgá inició su gestión en Salud Mental a finales de 2019.

“Las consultas psicológicas realizadas en 2019 fueron de aproximadamente 29 mil, y en este 2025 pasaron a 68 mil. Un aumento de un 130% aproximadamente. También las consultas psiquiátricas aumentaron. De 8 mil a 15 mil en este año que termina. En ese mismo período, pasamos de 2.500 consultas de psicología infanto juvenil, y vamos a llegar a 8 mil según lo que estimamos”, enumeró.

Otro indicador importante, siempre de 2019 a 2025, son las consultas de guardia de salud mental, que fueron de 5.000 mientras que para este año llegarán a 11 mil aproximadamente. “En internaciones lo mismo, de 527 en 2019 a 830 en este año. Estos datos reflejan el aumento de la demanda de salud mental, y al mismo tiempo evidencian la respuesta del sistema de salud a esa demanda”, sostiene.

El funcionario destacó a las autoridades provinciales con las que trabaja desde su llegada al cargo y a su propio equipo de gestión, por el trabajo sostenido que realizaron para ampliar los servicios e invertir en personal, dispositivos y estrategias de atención.

“Para nosotros también fue muy importante profundizar un trabajo colaborativo y sostenido con el Ministerio de Seguridad y la Policía de La Pampa. Producto de ese trabajo conjunto alcanzamos a intervenir en casi 600 situaciones de crisis, tentativas de suicidio. Todo esto fue coordinado por el Equipo de atención inmediata, y Lineas 132 y 136 de la Subsecretaría con las guardias de Salud Mental”, afirma.

- ¿Qué consecuencias directas o problemas relacionados con las decisiones políticas nacionales han recaído sobre el área de salud mental?

- Esto lo viene diciendo nuestro Ministro de Salud, hay una buena parte de nuestra población que por problemas económicos ha trasladado su demanda de atención al sistema de salud público. Pero además, y de modo directo, podemos contar algunas medidas del Gobierno nacional, muy negativas en torno a nuestro campo. En particular hay un desfinanciamiento de programas de medicamentos como el Remediar. Se dieron de baja las Residencias Interdisciplinarias de Salud Mental que han sido una matriz de formación de profesionales en materia de salud pública, y se ha abandonado una obra pública que ya se encontraba licitada, entre otras cosas. Frente a esto, como en otras áreas, el Gobierno provincial redobló el esfuerzo y cubrió con fondos propios las Residencias, y concluyó la obra Casa Joven que es un dispositivo de salud mental, de abordaje e inclusión social.

- Según sus palabras, hay un notorio contraste entre lo hecho desde Nación y desde Provincia.

- Necesitamos decir y contar estas cosas, porque el contraste entre este proyecto nacional y el provincial, tiene promotores y aliados locales que no asumen la contradicción de atacar livianamente las políticas provinciales y defender las nacionales. Mientras acá critican las políticas en salud mental de La Pampa, y reclaman otras (aunque no se entiende cuáles), acompañan al gobierno de nuestro país que, junto al de Estados Unidos, rechazó la Declaración de la Asamblea General de la ONU sobre prevención y control de enfermedades no transmisibles y promoción de la salud mental, que brinda objetivos y pautas claras para reducir la incidencia de problemáticas de salud mental y consumos problemáticos. Y aprovecho para decir que defender estas políticas de sus ataques, no es una necesidad personal. Nos parece sumamente importante advertir lo profundamente lesivo que resulta al conjunto de la sociedad pampeana la repetición de mensajes que se enfocan en instalar “acá no se hace nada” o “en nuestra provincia no hay respuesta, no hay ayuda en salud mental”, o argumentos peores aún construidos con malicia y oportunismo. Quiero insistir y ser claro, es sumamente importante decirle a nuestra gente que es falso que no existan respuestas en salud mental en La Pampa.

- Se conocen diariamente muchas noticias vinculadas a problemas de salud mental, seguramente relacionadas al deterioro social y económico de los últimos dos años. ¿Cómo lo notan ustedes?

- Claro, hay un contexto social de mucho malestar, de violencia, de ruptura de los lazos de pertenencia con la familia, el barrio, la escuela, el trabajo, las instituciones. Y sobre todo un clima de desesperanza planificada, de un discurso político que potencia el resentimiento y el odio. Por supuesto que eso obtura la representación de futuro en el imaginario colectivo y potencia la emergencia de los fenómenos más graves y agudos de padecimiento mental. Lo central es advertir la aceleración de la desigualdad, la injusticia social y expulsión de los sectores populares del acceso a condiciones de vida dignas. No hay un empobrecimiento de toda la sociedad, porque hay sectores que están ganando en esta gestión del caos. En salud, podemos tomar como ejemplo, los efectos de políticas desregulatorias sobre medicamentos. Se está dando un fenómeno planificado donde el aumento de los costos de medicamentos tiene un impacto grave sobre los ingresos, especialmente en los adultos mayores. Si queremos explicar de modo sencillo que es la injusticia social, basta con decir que en los últimos dos años, hubo una caída sostenida en los volúmenes de venta de medicamentos, mientras las compañías farmacéuticas reportan incrementos récords en sus ganancias. Venden menos y ganan más.

- Los últimos reportes estadísticos del Sistema Nacional de Información Criminal confirman que el país contabilizó 4.249 casos de suicidios en 2024. ¿Se puede hablar de una epidemia social?

- Atravesamos una situación crítica en salud mental, estrechamente vinculada al orden social en el que vivimos, por lo que veníamos diciendo y esto que se desarrolla con claridad en la nota. Es muy importante comunicar y contar con pautas claras para actuar cuando sospechamos que una situación puede estar relacionada con esta problemática. En ese sentido, es importante recordar que cualquier persona puede comunicarse con las líneas telefónicas 132 y 136, gratuitas y disponibles las 24 horas, para realizar consultas, solicitar asistencia urgente o recibir escucha y orientación ante situaciones vinculadas a la salud mental o a los consumos problemáticos. Las políticas que nos esforzamos en desplegar son variadas y complejas. Debemos atender las condiciones en las que se produce suicidio o un intento, y dar prioridad al seguimiento adecuado cuando detectamos situaciones de riesgo. Esto implica fortalecer las acciones de sensibilización, desarrollar campañas preventivas y capacitar a las personas que, por su rol institucional o comunitario, pueden tomar contacto con este tipo de situaciones y tienen capacidad de intervenir. En relación con nuestras políticas públicas sobre la materia, la actual gestión nacional de salud mental realizó un relevamiento, en el cual nuestra provincia se ubicó entre las dos primeras por demostrar mayor integralidad y cantidad de políticas implementadas, de acuerdo con los criterios establecidos por la Organización Mundial de la Salud. Sin embargo, también es necesario señalar que no se observan políticas nacionales orientadas a reforzar el trabajo que vienen realizando las provincias.

“Para ser claros -añadió Malgá-, en estos dos años no se ha convocado al Consejo Federal de Salud Mental. Resulta difícil pensar en la articulación de acciones y políticas frente a un problema de alcance nacional si no se generan espacios de trabajo conjunto entre provincias y Estado nacional. Por eso, insistimos que hay que hacerse cargo de la responsabilidad que cada uno y una tiene: si se pretende (sin ninguna propuesta) cuestionar el trabajo desarrollado, es indispensable exigir políticas y acciones concretas a la Nación, que este año no impulsó ninguna campaña preventiva, ni siquiera en el marco del 10 de septiembre, Día Internacional de la Prevención del Suicidio, ni se implementaron nuevos recursos, programas o estrategias que fortalezcan el abordaje integral de esta problemática”.

¿Se pide ayuda pero no se informa?

Durante la charla con el Subsecretario de Salud Mental y Adicciones se mencionó el caso de las búsquedas de paradero de personas que se lanzan desde las áreas de Seguridad ante la denuncia de familiares de personas perdidas. Se realizan extensas campañas de difusión para dar con el paradero de la persona pero no se informan los motivos del alejamiento ni las condiciones en que esas personas fueron halladas o regresaron a sus hogares.

“Respecto de estas situaciones específicas, en nuestra área tomamos intervención a partir del requerimiento de los equipos de Unidad Funcional de Género, Niñez y Adolescencia que depende de Seguridad o de los equipos interdisciplinarios que responden a los organismo de protección y restitución de derechos de niñas, niños y adolescentes, municipales o provinciales. Estos últimos son los que se ocupan de realizar los seguimientos de estas situaciones”, explicó Malgá a este diario.

“Entiendo que no se informa las circunstancias por las cuales se solicita el paradero ni tampoco las circunstancias donde se da con el paradero para preservar la intimidad de una persona que es vulnerable por ser niño, niña o adolescente, pero además por encontrarse sin cuidados parentales en ese momento, entonces siempre es recomendable evitar exponer la situación de alguien que ya esta atravesado un proceso de fragilidad o victimización, incluso en ese caso donde se expone la identidad de el/la adolescentes para facilitar la búsqueda, se debe procurar exponer lo menos posible la intimidad de esa persona por los efectos negativos que puede tener esto para su vida”, concluyó.