El chico que le canta a los abuelos

Es un chiquito de nada más que 7 años, y que exhibe la timidez propia de su edad; pero que a su vez se transforma cuando tiene un micrófono en sus manos cuando –ahí sí-- muestra un desparpajo que llama la atención.

Se llama Mauricio Natael Lescano, y acaba de pasar a tercer grado en la Escuela 218, donde según su mamá “es buen alumno”. En su casa de Mario Sáez y Héctor de la Iglesia del Barrio ARA San Juan, vive junto a sus orgullosos padres, César Lescano y Ángela Gómez. Mauricio tiene cuatro hermanos: Ángel (15), Mía (13), Lucas (10) y Mateo Neuen (4), que también agarra el micrófono y parece querer seguir las huellas de su hermanito apenas un poquito mayor que él.

El pibe campeón.

“Mauricio empezó después de escuchar a su tío Esteban Gómez, que es mi hermano menor. Le empezó a gustar el canto y lo anotamos en el certamen Talento Pampeano Kid, donde salió campeón”, comenzó contando su mamá. “Ellos iban y cantaban, los grababan y después era la gente la que elegía con su voto. En una de las galas fue el que más voto consiguió y por eso quedó primero”, agregó.

Con Los Manseros.

Más tarde el pibe fue invitado a cantar en Lonquimay, donde concitó la atención de Los Manseros Santiagueños y Carlos Ramón Fernández que lo invitaron a actuar con ellos. “Sí, ahí cantó el tema de ‘Cuatro letras de la madre’, y después de eso fue como que empezó a conocerse su nombre”, dijo Ángela.

Lo cierto es que Mauricio, escuchando y mirando a su tío “agarró para el lado del folklore, y ahora tiene ganas de aprender a tocar la guitarra. Le gusta todo tipo de música, pero va más para el lado del folklore”.

Cantando a los abuelos.

Al aparecer en Facebook el posteo de un joven que invitaba a otra gente a ir a cantarle a la gente grande que está en los hogares, Mauricio expresó con seguridad: “Yo quiero ir a cantar”.

Así fue que ya estuvo en un Hogar que está por detrás de la cancha de Belgrano, “y le gustó mucho a quienes lo escucharon… pero lo bueno es que a él le encantó y está dispuesto a seguir con eso”, anunció Ángela. Por supuesto los primeros beneficiados con el pequeño “artista” son sus propios abuelos en las reuniones familiares.

Rifas para el equipo.

El pequeño Mateo, imitando a su hermano también –en su casa-- cada vez que puede agarra el micrófono. “Pudimos comprarles un equipo de audio haciendo una rifa… y por suerte salió todo bien”, comentó la mamá. Los  Lescano son una familia de laburantes, porque mientras César trabaja en el Frigorífico, Ángela se encarga de la casa en la que viven cinco chicos, tarea que obviamente no es menor.

“Nos cambió la vida”.

El domingo los “artistas” –Mauricio y Mateo-- se presentaron en la plaza Martín Fierro. “Nosotros con el papá estamos muy dispuestos a acompañar a Mauricio si él sigue este camino… porque la verdad a nuestra familia le cambió la vida. Antes no salíamos, estábamos siempre en la casa, en el barrio, pero desde que él empezó a cantar vamos a las peñas y lo pasamos muy bien. Los otros días fuimos al Parque Lineal y Mauricio vio el escenario y pidió cantar y lo dejaron… Y lo cierto es que estamos muy contentos con todo esto”, agregó Ángela.

Nada nervioso.

“Si tiene vergüenza o nervios? No, para nada… la que sufro soy yo”, admitió la mamá que parece ser un poco la “productora” del grupo familiar. Los que quieran contactarse para que Mauricio vaya y les cante se pueden dirigir al celular 2954 80 0511 y en You Tube aparece como mauriciolescanoelpaisanito.