El encanto del detalle
Glenda Drake es una referente en el rubro del maquillaje. En su estudio santarroseño realiza un trabajo profesional y experto sobre cada rostro para lucir de la mejor manera a cualquier edad y en los más variados eventos.
Las decenas de pinceles y otros elementos de trabajo se acumulan en recipientes hechos con cerámica, cada uno con detalles cautivadores y de sello personal. “Los hice a todos en mis clases de cerámica”, resalta Glenda sobre cada particularidad que hace a un lugar decorado con el encanto general que conforma cada fragmento. Porque cuando se abre la puerta de entrada que lleva a la escalera especialmente ornamentada ya se siente el bienestar de ir a un espacio donde se busca justamente eso, sentirse bien con el rostro y con el cuerpo.
“Glenda Drake Studio” es la marca que desde hace 15 años lleva adelante una santarroseña que eligió su nombre y apellido para desplegar todas sus dotes de maquilladora que, en base a trabajo, especialización y experiencia; se convirtió en una referente en el amplio mundo del ‘make up’ y otros servicios de belleza personal. Hoy se encuentra en la calle Urquiza 10 (casi Alvear) en el macro centro santarroseño y además de las redes se la puede contactar en el WhatsApp (2954) 35-9899.
Glenda tiene 48 años y un largo camino laboral que comenzó en su adolescencia. “Cuando terminé el secundario fui mamá y comencé a trabajar, mi primer laburo fue como repositora externa de supermercado y junto a otra chica hacíamos promociones de distintas marcas que tenía una distribuidora. Al tiempo me fui a vivir a Buenos Aires y trabajé en locales de ropa, así que nunca estuve vinculada a este rubro, sí había hecho un curso de maquilladora pero como un hobbie. Tiempo después entré a una peluquería pero no me rendía y en los últimos meses, cuando ya sabía que me volvía a Santa Rosa, trabajé con una maquilladora y yo era su asistente”, recordó Glenda sobre el camino previo que desembocó en el emprendimiento al que bautizó con su nombre y con el que se convirtió en nombre propio para miles de mujeres pampeanas al momento de intervenir sobre la piel.
“En ese trabajo yo me encargaba de los turnos, de toda la logística y ya sabía hacer alisados en el pelo así que fui dando mis primeros pasos, pero sobre todo me dio mucha experiencia sobre cómo manejar un local comercial. Cuando volví, en 2011, armé mi primer estudio, en el garaje de la casa de mi mamá, hasta que me mudé a mi casa y ahí armé mi lugar, en la calle González frente al colegio Normal. En esa dirección estuve diez años hasta que hace un año y medio armamos este estudio y estamos muy contentos porque podemos trabajar con mucha tranquilidad”, valora Glenda.
Justamente en su estudio también se ofrece otro tipo de servicios como la parte de cosmetología que está a cargo de su hermana Mariela, el atelier de peinados de Edgar, la depilación definitiva que realiza una profesional de ese rubro y también un formato de tatuaje que se realiza sobre cejas y labios.
“Hay muchas variantes y cosas para hacer, en realidad no ofrecemos más cosas porque no tenemos más lugar, pero cada uno trabaja muy cómodamente en su espacio y durante la semana está tranquilo, por supuesto que la demanda fuerte está en los fines de semana, y la temporada alta comienza sobre los últimos meses del año. Cuando yo arranqué estaba como muy de moda el Facebook así que publicaba todo el tiempo las cosas que hacía, así mucha gente me fue conociendo y luego me buscó para ver mi forma de trabajar”, explica Glenda en la charla con LA ARENA.
Distintas generaciones.
Por el estudio de Glenda pasan desde quinceañeras hasta mujeres adultas que buscan un maquillaje específico para un determinado evento. Adolescentes, madres, tías, abuelas. Las diferentes generaciones se unen para sentarse en uno de los cómodos sillones del estudio y dejarse llevar por el arte del detalle facial.
“En muchos casos vienen con algo ya definido y te lo piden mientras que en otros casos se dejan llevar por lo que vos proponés. Recuerdo que después de la pandemia fue un furor increíble, eran sesiones de lunes a viernes, con todo completo porque la gente quería salir, mostrarse, escapar de ese lugar en el que estuvimos todos. Luego (la demanda) se fue calmando y yendo hacia un ritmo más normal, y hoy la verdad que está todo muy frenado. Se nota que lo económico influye de manera determinante más allá que hay un montón de propuestas en el mercado, pero en momentos así vos elegís muy detenidamente hacia dónde vas a destinar tus gastos”, analiza Glenda.
Capacitación.
La recorrida por el estudio permite descubrir cada detalle de decoración pero sobre todo la estructura con los elementos necesarios para trabajar de la mejor manera, como lo es la iluminación y los espejos. Todo está pensado y diseñado para lograr el mejor resultado en un producto por demás sensible y personal, como el rostro.
“Es un trabajo muy lindo, que te permite aplicar tu sello y también en constante movimiento, por eso estoy capacitándome de forma permanente. El modo online te permite buscar y encontrar todo tipo de clases y cursos y eso está buenísimo porque te mantiene súper activa y con la posibilidad de innovar y mejorar lo que hacés”, remarca Glenda.
Se acerca el fin de semana y el estudio se prepara recibir a quienes buscarán lucir de la mejor manera. Para una fiesta de 15, un casamiento, un evento social, una reunión familiar o lo que sea donde al menos durante unas horas se busque mostrar otra versión de sí mismo, al menos desde lo exterior. Y sin dudas que un espacio ideal para encontrar esa búsqueda está en el estilo y propuesta de Glenda Drake, una experta en el encanto del detalle.
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